Por Manuel Araníbar Luna.
A nadie le quitaba el sueño este partido contra la
selección de Nicaragua. Lo ideal era jugar con un rival fuerte como Italia pero
la contienda fue sacada de la agenda. La idea del Nono era “empezar desde abajo
y subir de a pocos”. Léase: ganar a una chauchilla para que vean que no somos
las únicas lornas.
Gol de un cele con la sele…
Gepetto puso un plateamiento 3 – 5 – 2. Adelante, Paolo y
el Bambino. Como se esperaba, como se
ansiaba, como se rezaba previo al Domingo de Ramos, los peruchos, que entraron
con la alterna negra y dos bayoneteros mortíferos, entraron a madrugar y lo lograron con gol de camarín cuando los nicas se estaban
acomodando el suspensor. ¿Y quién es el autor? Nada menos que un celeste
llamado Joao Grimaldo.
El ataque arranca como el
tráfico o como pasa la chela, por derecha. Se escapa Polo como un
fórmula 1, llega a la raya y la centra a rastrón. Por la izquierda se mete Joao
y por el centro Paolo. Piña el Paolín, no la alcanza pese a los rezos de Doña
Peta en la tribuna. El pericotito Speedy sí la alcanza y la mete tocándola al
estilo Chapulín Romario. Para hacer el show, Speedy corre hacia el banderín
de la esquina, alguien le pone un cajón y toca el Toro Mata:
“este Joao no es de Matute,
a la condé condé,
este Speedy es celeste, jarajajá ja ja”.
Ni el Hombre Chicle ni Flash…
Al respecto, los cojumentarrisas,
minimizando al pericote, le atribuyen 99,9% del gol al centro de Polo, y el 0,1%
restante a Joao. Si la hubiera metido Paolín el Bambino ya hubieran reventado fuegos
artificiales al Depredador o al Bambino, pero al meterla Joao declaran que fue
un toque fácil, por ello lo minimizan.
Aclaremos. Cuando se patea
hacia la dirección en que va el arquero, este tiene más opción de chaparla pues
su cuerpo se dirige con el centro de gravedad listo para lanzarse a la piscina.
Pero si la pelota es colocada a contrapié del portero, este queda en ficha. Si una
flecha va hacia la derecha ya no puede voltear a la izquierda, porque la flecha
no es boomerang. En resumen, un buen
gol. El arquero no la iba a chapar jamás porque no es el Hombre Chicle
ni Flash.
Cocachos a los fotógrafos…
Despiertan los nicas. Se arrebatan y atacan con 100 kilos de fuerza y ganas, mandando centros al fogón (ganando todos los centros) pero ni un gramo de puntería. En una de las llegadas sacan un rechazo para Polo que se lleva de encuentro a su marcador y llegando a la línea del infierno amaga con la derecha, cambia de pie y mete un zurdazo a media altura para que la pesque uno de los tres que llegaban al área. La bola le cae listita y bañadita al empeine del Bambino que no la deja dar bote y la mete de media vuelta por la huacha del arquero. Dos a huevo.
Un detalle al respecto, Nicaragua
tiene dos deportes nacionales bastante arraigados entre su gente, el beisbol y
-aunque parezca mentira- el vóley masculino.
Del mismo modo en que los basketbolistas
gringos nacen con predisposición y habilidad para saltar muy alto y manotear
las pelotas, los nicas hacen lo mismo pero jugando vóley. Esta señal se percibe en sus centros a la olla. Los delanteros nicas ganan los saltos en la mayoría de los
centros al área peruana. Para suerte de la defensa
perucha los nicas son buenos en el salto pero sus cabezazos le dan cocachos a
los fotógrafos.
Talán de advertencia…
Algo malo está ocurriendo con
los backs peruanos. Pierden casi todas las pelotas por alto en su área y
no porque tengan chicle en los chimpunes ni la cancha es de arenas movedizas. Gepetto tiene que poner sus cartas en el póker ya sea trayendo a Tarzán, a Gianmarco Tamberi (campeón mundial de salto alto) o a
Natalia Málaga. El nono debe corregir esto ya. Y ya significa ahorita. Como
dicen las abuelas, para ayer, porque se viene la Copa América. Buenas noches.
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