sábado, 17 de febrero de 2024

¿Y ESE CHIBOLO DE LA BANDA IZQUIERDA?

 


Por Manuel Araníbar Luna

Hace un poco más de tres décadas, desde las divisiones de menores del equipo rimense asomó un flaquito trigueño con bigote de peluche, cuyo peso apenas bordeaba los 50 kilos y la camiseta le quedaba como la blusa de la abuelita. La rompía en los partidos del campeonato de Menores y Reserva.


 

Juan Carlos, debes estar loco…

Desde esas épocas ya destacaba, se sentía capaz de triunfar y cargoseaba por firmar su contrato para jugar por el primer equipo, pero…

Pero los directivos no le paraban bola. Ante la advertencia de que si no le hacían el contrato se iba a ir a otro equipo los directivos se encogieron de hombros,  hicieron una mueca y se lo dijeron a Oblitas.

—Juan Carlos, debes estar loco, ¿cómo va a jugar en el primer equipo este chibolo escuálido y bajito que parece tener trece años? ¿Quieres que apenas lo tumben de un encontrón se quede descachalandrado?

—Yo sé lo que les digo. Este muchacho la descose, la lustra y le saca música. Háganle firmar contrato a este chico, porque me va a doler que nos anote goles jugando por el equipo rival.

Pero los dirigentes naka, nylon, Nancy. El chibolo de 19 años, al ver que los dirigentes silbaban mirando para otro lado se sentía desalentado y un tanto resentido. Oblitas ni lo miraba. Días más tarde el entonces DT cervecero en tono adusto lo llamó con una seña. “Huy, curuju, aquí me dan forata por reclamón”, pensó el jovencito.

—Hoy firmas contrato y el domingo juegas. Confío en ti. No me defraudes

Y vaya que no lo defraudó. El Ciego demostró que no estaba loco. El chibolo se llamaba Roberto Carlos Palacios Mestas, conocido como El Chorri. El resto es historia conocida.

¿Maxloren o McLaren?

Esto viene a colación a raíz del debut de un chibolo que reemplazó por lesión al titular Joao Grimaldo para el encuentro contra Los Chankas, un rival difícil.Un chibolo de 16 años con pinta de colegial que se ha tirado la pera para zamparse al estadio. Se llama Maxloren Sannoe Castro Rufino (Callao, 8 de diciembre de 2007). Su chapa es Orejita y mirándolo de frente nos hace recordar la película Dumbo. Agreguemos que Orejita fue el primer apodo de Jorge Soto muchos años antes de que debute Edison Flores.

Max no se chupó en su debut. Tiene dribling, es valiente, excelente quiebre por ambos lados y muy buen pique. Claro, en una carrera de 100 metros planos no le gana a Advíncula, que corre como como un Fórmula 1. No obstante, si le pone más punche y corre unas cuatro cuadras con pesas puede ser un McLaren, una marca de autos de carrera que se parece a su nombre, McLaren y Maxloren. Asimismo, por su contextura de pejerrey tiene el poder de escurrirse por los pocos espacios que le dan los defensores rivales. Su estilo es parecido al de Junior Ross.

Paciencia, no se apresuren…

¿Qué le falta a Max? Muchas cosas. Máx minutos, máx confianza, y un par de camotes máx al cebiche. ¿Algo máx?, que no se estanque ni se duerma en los aplausos, que aspire a triunfar, a soñar con jugar en el extranjero, que no se deje tentar por los falsos amigos y las movedizas bataclanas.

Ya debutó, y ya lo deben haber trasquilado en el camarín. Pero un poco de paciencia, no nos apresuremos y ya no le reventemos más cohetes, porque su calidad la debe demostrar en la cancha y no en los chismes de la farándula. El resto depende sólo de él... Y de nadie máx.

2 comentarios:

  1. ES VELOS. LE FALTAN MAS MINUTOS HAY Q LLEVARLO DE A POCOS

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  2. Para un chibolo de 16 debutar en el Nacional es su prueba de fuego. NO fue una gran actuación, pero demostró que tiene clase como para seguir avanzando. Ahora queda en Enderson darle más minutos. Ojalá que su carrera siga en ascenso siempre y cuando la tome con seriedad. Recordemos el caso de Flavio Gómez, la Bomba, que en su debut en el primer equipo metió dos goles y a todos nos entusiasmó, pero su rendimiento fue bajando. Luego lo prestaron y ahora creo que está jugando en Ligas de provincias. La mejor de las suertes a Max

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