Por Manuel Araníbar Luna
Se suponía hace unos días que Lapadula iba a comandar la misilera perucha. Pero el Bambino pidió chepa tras los playoffs para el ascenso del Cagliari. La atención de todo el pueblo futbolero peruano se volcó al retorno de Paolo.
Muchos ya lo daban por jubilado, otros le cavaban la fosa, pero Paolo es terco y, como buen guerrero, siempre va al frente. Otra
novedad, por ausencia de Usain Advincula entró Lorita marcando la banda derecha.
Los centrales eran Araujo y Callens y por la zurda Trauco. Aquino como
contención y Yoshi cinco metros más adelante, junto al Orejas y Canchita, que
también es orejudo, pero está pasando piola. De media punta Reyna y de punta y media
Paolo.
El
once bicolor arrancó bien de puro toque y avances por las puntas, especialmente
por el lado de Charapa Trauco compartiendo la salida con su socio Yoshi. Ambos
zurdos mandaban los pelotazos para que arriba las peleen Reyna y Paolo.
Pa’
luego es tarde…
Cuando
sólo iban 5 minutos Reyna dejó en el camarín el bividí de la timidez de los
jóvenes convocados y se puso la medalla de los conchudos. Hoy quería demostrar una marca tempranera y lo
logró dribleando a un par de paisanos de Man Bok Park, finalizando con un disparo
aunque un poco debilón. Un par de minutos después, el caudillo dio el campanazo
de alerta a la defensa asiática, quitándosela a un defensa en lucha de hombro
con hombro disparó en Wang, (que no es ningún jugador coreano, lo pusimos así
para no escribir en one, como los muchachos). El arquero la saca con el
filito del guante dando la sensación de que se venía el gol tempranero y no se
podía estar esperando porque —como dicen los abuelos— “pa’ luego ya es tarde”.
Comparando
los arroces…
los
peruchos siguen como un huevo frito encima sobre el arroz coreano. La calidad
se nota a la primera cucharada. Claro, no vas a comparar el arroz de allá que
lo hacen sin sal ni aceite ni color con un arroz a la jardinera perucho bien
montado al plátano y huevo. Entonces
siguen las llegadas en toque de callejón. Para no hacerla tan extensa el ataque
hay que leer la secuencia de toques siguiendo esta flecha:
Lorita→Canchita→Yoshi→Paolo→Reyna→gol de zurda
Así de simple, vuelve
a llegar un centro rasante para Guerrero pero —recontra piña Paolo— los coreanos le
arriman el arco 20 centímetros más payasito (mejor dicho más pa’ allacito).
Nadie le entiende…
Klinsmann, al ver
que los peruchos hacen lo que les da la gana en la cancha se pone colorado como
una salchicha de su tierra y grita echando chispas:
—
Fluch! Ich habe
ihnen gesagt, dass sie das Mittelfeld nicht peruanischen Fußballspielern
überlassen sollen, aber sie verstehen mich nicht!!
TRADUCCION: ¡Maldición!
les he dicho que no le regalen el medio campo a los futbolistas peruanos pero
no me entienden!!
(Sorry Jürgen,
tienes que estudiar coreano, porque no vas a aprender escuchando solamente a
los grupos coreanos de k—pop).
Por último, al ver
que se puede venir una goleada le traen un traductor al ex crack alemán. Entonces
cambian las cosas. Ahora los peruchos que estaban arribita empiezan a ser sepultados
con cucharones llenos de arroz blanco y sin sabor.
Nadie es perfecto…
Tal como sus productos de contrabando por la frontera de Tumbes, los coreanos se meten como coladera. Cabezazo de
Hyundai, la saca Gallese; otro disparo de Samsung sale desviado. Insiste Kia y
la pelota se va las nubes, por último,
Daewoo driblea a tres peruchos y la vuelve a chapar la pantera. El arquerazo
perucho saca varias con los guantes y las otras ocho o nueve las pierden los
coreanos por su mala puntería. Pero no hay que echarles la culpa por malos
porque mi TV LG coreano se ha malogrado varias veces, lo cual quiere decir que
en este mundo nada es perfecto.
La Pantera cierra
las piernas…
Se
vienen los cambios. Santamaría reza un padrenuestro y entra por Callens, Trauco
le deja el puesto a Abram. Cuevita entra por el Orejas. Cartagena reemplaza a
Pedrito Aquino. Con estos cambios parece que a la defensa le han puesto la
cancha como crema volteada porque Lorita se va a la izquierda y Araujo a la
derecha. De este menú siete colores se aprovechan los coreanos y empiezan a
meterse por todos lados. En una de esas Araujo se pajarea y la entrega a un coreano.
La pelota no termina en gol porque Gallese cierra las piernas como con ganas de
hacer pipí para no pasar la vergüenza de un gol por la Washington.
A
practicar salto con garrocha…
Siguen
los ataques coreanos. El Trimitrón empieza a cambiar gente. Reyna sale
bien aplaudido como un rey en alfombra roja y blanca para que Peña se
desempeñe. Sale Paolo y entra Valera que mete un cabezazo, pero la pelota le
cae a los fotógrafos. Los coreanos siguen metiendo pelotazos a la olla de arroz
con pato, y todas las están ganando por arriba. Algunos hinchas inocentes se
preguntan si no será mejor practiquen salto con garrocha o que a la próxima llamen
a Platanazo Penny para que gane algunas pelotas en los saltos. Por fortuna ya
dijimos que los coreanos han entrado a jugar con la mira telecópica borrosa en
su rifle marca chancho de la cachina porque de otro modo los peruchos
iban a terminar goleados. Por fin el árbitro australiano dice chau en inglés,
que es un idioma más asequible para Klinsmann. Buenas noches
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