Por Manuel Araníbar Luna
Strongest
en castellano significa “el más fuerte, el más sólido, el más firme” y otros
superlativos. Cuando este cuadro juega en su cancha sus características se potencializan. En suma, Strongest allá arriba es fortísimo. Por otra parte, un
cristal por definición es un vidrio transparente, fino y frágil.
¿Pan comido…?
Bien,
anoche cambiaron las características. Cristal fue el más fuerte, el más sólido,
más firme y resistente, mientras que el equipo boliviano fue… ¡vaya, el
resultado lo dice todo!
Los
celestes entran sabiendo que el partido iba a ser durísimo. Ya lo hemos dicho, jugaban
contra 13 jugadores: 11 más la altura y el clima. Pero lo hacen replegándose, midiendo
fuerzas (y oxígeno), decididos a resistir las acometidas de los aurinegros. Obvio,
esto le da ventaja a los locales que se pasean, se regodean por toda la cancha dejando
a los celestes como palitroques de bochas. Esto se concretó en un gol cuando
los bolivianos se metieron al área como si jugaran fulbito entre once contra
seis. Un gol piyamero más fácil que la tabla del 1. El Pampa Biaggio, sonriente
como muñeco de tómbola, les dice que no se apuren, que se viene la goleada, que
los celestes son pan comido. Su hinchada delira en un climax post Paul
McCartney.
Ese
fue su error porque el gol piyamero fue el ring ring de la alarma que les dijo a
los cerveceros que había que quitarse las pantuflas, jugar a la de a verdura y
aprovechar el poco oxígeno que les quedara para irse al empate.
Conchudo
como buen chalaco…
La
idea de Nunes era que ubiquen a Speedy Grimaldo y se la manden adelantada. A la
primera de bastos, Joao quiebra cinturas aurinegras, pero se la dispara al
cuerpo del arquero. Más tarzancito, el que llega es Alejandro por la zurda,
pero su disparo choca en el parante y sale. Todo esto es claro indicio de que
el arco boliviano los está invitando al comedor con guiños y ganchitos invisibles.
Hasta que, pum, los celestes empatan. La jugada la inicia Gianfranco, ya
tarjeteado, con RQ y código de la Interpol. Habilita al Lobo y este para Joao
que se la lleva con la mitra y se va metiendo a campo contrario en diagonal.
Los boliches, cancheros, ni le hacen caso, lo dejan pasar como diciendo “pa’
qué marcarlo a este pericotito si aurita se va ahogar solitita su alma en nuestra
canchita”, ignorando que Joao, como buen chalaco, nació conchudo y, ya que
no le dan el ¡alto, quién vive! se va metiendo recontra vivo a la hacienda en
galope de “epa, epa, epa, ándale, ándale”, mientras que Brenner que está
en racha le grita:
-Ei, ratinho,
joga a bola pra frente, estou entrando na área pelo centro!
Traducción:
“¡hey, ratoncito, tira la pelota adelantada, que me estoy metiendo al área por
el centro!”
Speedy
-que ya está estudiando portugués por si lo jalan a Brasil- levanta la mitra, se
mete en scooter y le pone delivery envuelto en celofán con lacito celeste.
Brenner agradece el regalo y la mete a un costado del pobre arquero, sin darle
propina el muy tacaño. 1 a 1. Merecido por la reacción. Pero tanta exigencia y carreras
por aquí, retrocesos por allá, terminan por pasar factura con IGV a los
pulmones de los celestes.
Por
desgracia, Gianfranco recibe su segunda tarjeta y se va sollozando, culpándose antes
de tiempo, imaginando una derrota por su ingenua expulsión. (No llores
Gianfranco, que los celestes son como Lázaro. Jamás se le debe dar por muertos.
Sécate las lágrimas y mira. Claro que vas a sufrir setenta minutos más IGV por
no estar en cancha). Para parchar la llanta, Nunes mete a Pretell y saca a
Alejandro que se retira con un cacharro de a metro.
Ni
la viruela del guanaco…
Para
el segundo tiempo, los aurinegros se mandan con todo. El Pampa Biaggio se jala
los pelos porque la defensa cervecera es un bunker al que no atraviesan ni
balas de cañón ni la viruela del guanaco. Centro por aquí, la saca Nacho;
centro por la derecha, la saca el chibolo Díaz; centro para el otro palo, la saca
el Hombre Lobo; cañonazo desde lejos, la saca Ignacio. Oto cabezazo, choca en
el palo. En total 16 tiros de esquina del local que rechazaron a puro mitrazo
Así que luego del partido, aparte del oxígeno les han tenido que dar
paracetamol a todos por el dolor de cabeza, incluido Nunes y su comando.
La
washa de Washington…
Los
celestes así agotados por estar con un jugador menos tenían que ganar porque River
iba ganando en Buenos Aires. Nunes hace entrar a La Manchita, Castillo, Irven y
Ascues. Y qué bueno que le resulta el cambio porque faltando 10’ -tras una de
las muchas peloteras en el área cervecera- Yoshi sale con pelota jugada por la
izquierda, hace un amago de pase para su alero, quiebra al marcador, se encamina
al medio campo y de pasadita driblea a otro amarillo huelguista. La Manchita se
va metiendo y Yoshi le da el pase laparoscópico con láser. La Manchita, avanza
sólo sin que nadie lo ataje y cuando sale el arquero le hace Washington una washa
al pobre arquero que había abierto las piernas como ballerina.
Manchita
se quita la camisa, la tira al piso y le caen todos encima formándose en pleno
altiplano un cerrito San Cristobal celeste que le quita el poco aire que le
queda. 2 a 1 y ahora toca sufrir como padre esperando que sus hijos regresen de
la guerra. Faltan 10’ + 6’ de descuento = 16 interminables horas. Hasta que el
juez sopla la ocarina y se va corriendo a su camarín a poner el silbato en agua
tibia para que se descongele. Buenas noches.
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