miércoles, 12 de octubre de 2022

DOS TIROS AL POSTE Y UN PENAL NO COBRADO

 Por Manuel Aranibar Luna

 


Los celestes muchas veces juegan contra equipos a los que les favorece la terrible altura, el sofocante calor, el lamentable estado de las canchas. El domingo pasado, quien impidió el triunfo cervecero no fue ninguno de ellos, sino dos defensores adicionales de la visita: los dos palos. Ah, y otro rival, la terna arbitral.



No lavó la camiseta…

  Los cerveceros arrancaron atorando la salida de los rivales. No los dejaban ni ver quién llamaba a la puerta. Y es que los que tocaban la puerta, mejor dicho, la jamba (preguntarle a un carpintero) eran los del Rímac.

  Como era de esperar, los titulares de los diarios chicharrones (con olor a chancho quemado) indicaban que el equipo de Ate venía a jugarse el todo por el todo, que se iba a imponer la garra y que si había temblor en Lima iría a ser por la celebración de su hinchada. El mundo les giró al revés, y todo les salió patas arriba. El equipo de Ate entró a protegerse de una violación, acurrucándose como anchovetas en aceite y de vez en cuando intentar un contraataque aprovechando algunas pelotas perdidas en salida. Para decirlo más claro, los visitantes entraron no a ganar sino a no perder. Jugando así no hacían ni yaya. Alejandro el Flaco en buena parte del partido tranquilamente podía ver los mensajes de su flaca, al punto que su uniforme no necesitó llevarlo a la lavandería. Mientras tanto, los armadores celestes se paseaban  de una banda a otra para filtrarse por los huecos de la defensa visitante.

¿A quién querían asustar, a los celestes?

  Al ver que los celestes se adueñaron de la cancha y de la chancha a la que llevaban de paseo de una a otra banda los visitantes imaginaron que podían frenarlos a punta de patadas. ¿a quiénes, a los celestes? ¡Más pa’ allá! Qué poca imaginación, cuánta inocencia. Creyeron que metiendo taba los iban a controlar. Fue todo lo contrario. El juego de toque inundó la cancha, los ataques llegaban por donde menos lo esperaban. Irven se perdió dos, el Hombre Lobo una, a Calca se le escapó otra, sin contar las de Alejando el Chico como veremos líneas abajo.

Muevan esos postes!!!

  El domingo Hohberg se agigantó como un Alejando el Magno con chimpunes. Desde que entró a la Florida el enano ha visto muchos videos de Chorri, Periquito Chiroque y otros malabaristas de aquellos que se escabullen de los defensas en un metro cuadrado. Esa tarde le salió una de las figuritas más difíciles. Para ello le pidió prestado un poco del elástico de cintura de Calca, puso el driblin de Chorri y se quitó de encima a dos defensas contrarios  dejándolos  como conos de entrenamiento y disparó pero el tronco le dijo no. Por desgracia no le pidió un poco de puntería a Jorge “Oreja” Soto. Fue un saludo a la bandera, mejor dicho, al palo de la bandera. Para variar en el segundo tiempo la disparó con toda maestría, pero igualmente el poste le dijo no (habrá que mover el arco diez centímetros más allá). Le hemos visto jugadas geniales pero ninguna como esta.

No vieron al elefante…

  Todos los celestes jugaron de modo aceptable y mucho mejor que la visita. Decir lo contrario es no saber ver el futbol. Sólo les faltó el gol, de pura piña rociada con sal. Pero algunos aguafiestas -imitando a la prensa vendehumo- insisten en decir que Cristal “le empató a los de Ate”, y el otro titular es aún más cándido: “no pudo con los de Ate”. Esto ya es ceguera bastante interesada. Bien dicen que no hay peor miope que el que no quiere ponerse lentes. Ese es el caso del árbitro. Este señor es ciego por conveniencia. No quiso darse por enterado del tremendo patadón al Hombre Lobo que quedó aullando de dolor. Le reclamó al juez ¿Y el cuarto hombre que estaba tan cerca que le salpicaron los restos de sangre del Licántropo? “no se oye, papá”.

Cuatro tremendos jueces…

  Eso no fue lo único. No cobró un penalazo de Quina a Hohberg (lo jaló con ambos brazos un metro fuera del área y otro metro adentro), tan claro penal que con seguridad lo podían cobrar Stevie Wonder, José Feliciano o Andre Bocelli. Ya, pero estaban de testigos los otros jueces turroneros ( que actúan cobrando sus buenas fichas). Supongamos que el juez no la vio, pero ahí estaba el línea, y de pasadita, el cuarto no estaba mirando películas porno en su celular. Por desgracia, si los mencionados ciegos fueran árbitros lo harían mejor y no aceptarían “sospechosos incentivos”. No hay nada que hacer, hay gente que va a Las Leyendas y no se da cuenta que hay elefantes y jirafas. Y en esto incluimos algunos, dizque hinchas, que ignoran todo lo bueno. No hay nada más que añadir, después de una batalla todos son generales. Buenas noches

CODA.

   A ver, hinchas cerveceros de celular, dejen el teclado y por favor vayan al estadio este sábado. Se necesita todo el apoyo de la hinchada celeste en la tribuna para los próximos partidos en los que se va a tratar de subir un peldaño en la lucha por el título nacional. Los precios que han puesto los locales están accesibles.

 

 

 

1 comentario:

  1. VAMOS CELESTES, SIEMPRE CON PASO SEGURO Y CON HUMILDAD. NO NOS CONFIEMOS EN EQUIPOS CHICOS. HAY QUE JUGARLES A TODOS DE IGUAL A IGUAL PORQUE AL BOYS LAS KAKAS LE ESTAN DANDO INCENTIVOS, ASI LO DECLARO CHUCHO CHAVES

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