martes, 20 de septiembre de 2022

CELESTES EMPATAN EN JULIACA (PUDIERON GOLEAR)

 Por Manuel Araníbar Luna



Sólo los aguafiestas de siempre persisten en negar lo difícil que es jugar en Juliaca, a una altura donde los cóndores vuelan con su tanque de oxígeno. Critican e insultan como si los jugadores costeños pudieran correr todo el partido a cuatro mil metros sobre el nivel del mar.



Se enfrentaban once celestes (que jugaron de rojo) contra catorce jugadores locales: once del Binacional más la altura que vale por tres. El DT Mosquera, que sabe jugar en Juliaca donde campeonó hace tres años, mandó a la cancha un equipo con dos contenciones para aguantar las arremetidas de un equipo que jugaba con todas las ventajas.

Llamado sin tarjetazo…

Se tenía en claro, obvio, que la pelota la iban a tener los locales vestidos de celeste. Con toda esa ventaja, tranquilamente podían pelotear siete horas seguidas como quien pasea su perrito. Bam Bam mandó a sus chacales a machetear a los celestes desde el saque, tanto a Horacio como a Irven, pero la altura, patadas alevosas y disparos desde afuera no les hicieron ni yaya. Un par de llegadas de los locales fueron controladas por Alejandro el Flaco que demostró que no lo han llamado por tarjetazo y tampoco es familia de ningún dirigente sino porque algo bueno le ha visto el Mitrón. Ese algo se llama seguridad de manos, agilidad y sobre todo aplomo en compromisos difíciles como este.

Como globo de cumpleaños…

No obstante, cuando la tenían, los celestes de acá hacían pasar angustias a los celestes de allá. Pese a las desventajas, la mejor oportunidad del primer tiempo la tuvo Alejandro el Chico que le tejió un tremendo sombrero cajasho al arquero, pero la pelota voló junto a los drones que vigilan a los mototaxistas choros. No hay que culpar al enano porque en la altura la pelota se va arriba como globo de cumpleaños. Ese fue el primero de cuatro regalos antes de navidad

Bam Bam suponía que Fretell y Tíbiri Távara iban a quedarse como contención  para taponear la creación de los binas . Craso error, Fretel y Távara se mandaban de turistas al área rival a ver si pescaban alguna trucha en el Titicaca. Y lo que pescó Fretel fue un tremendo cañonazo -como diría Rulito- que pasó dándole besitos al poste. Esta fue la segunda.

Luego el Tíbiri en una demostración de viveza, una mezcla de callejón y pampa piurana sacó un tiro libre que pescó dormidos a todos, incluso al árbitro, y se la soltó a Irven, a quien un hincha de la tribuna le debe haber pedido un regalito, porque en vez de meterla al arco la mandó a la tribuna envuelta en celofán: esa fue la tercera de la tarde. Así se fueron al camarín apuraditos para llegar primeros al tanque de oxigeno.

Para el segundo tiempo los celestes de allá empezaron a cañonear al fuerte apache celeste. Naka y Nika, la defensa bien ordenada (hay que decirlo, con ayuda de los de adelante) y Alejandro el flaco las sacaban todas. No obstante, con esa altura y contra el viento a cualquiera se le escapa el globo tal como se le pasó a Lutiger que pateó al aire y la jugada terminó con un gol de tijerita con el que los binas pusieron el 1 a 0. Entra Joao por Alejandro que ya jadeaba como recién casado en luna de miel.

De Santa Rosa a la Candelaria.

Con el gol de los locales los celestes de acá no perdieron la serenidad y sabiendo que era posible meterla ya que habían pellizcado tres chances la espuma otra vez llegó hasta el filito. Tras una serie de toques lo enganchan a Irven y el tremendo juez sopletea la vuvuzela señalando el punto G del área. Más p’allá señores, despejen que el penal es justo. El mismo Irven la agarra mientras en Lima rezábamos a Santa Rosa que le pida a la Virgen de la Candelaria (que es más puneña que el Titicaca) que le dé puntería a Irven. La patrona dio su venia y el cholito la metió. 1 a 1.  La que no metió fue la última oportunidad tras una tremenda jugada del Hombre Lobo quien demostró que tiene tres pulmones como el Piki porque acompañado de dos cerveceros se la llevó acelerando en cuarta como si estuviera pedaleando en la Costa Verde y no en el altiplano. Le dio la Smith & Wesson cargada a Irven para que fusile, pero este se la obsequió al arquerito. Esa fue la cuarta, más ná.

Los celestes de allá se fueron con todo p’alante, patearon desde todo lado, por la derecha, por la zurda, por el centro, pero Alejandro el flaco las sacó a puro manotazo como quien espanta las moscas. Y ahí termina la fiesta. El tremendo juez sopla su tremenda zampoña y se retira a tomar su matecito de coca contra el soroche. Buenas noches.

LA YAPA: Luego del partido se dijo que Duarte tenía escondida en los guantes una estampita de La Candelaria. Anoche mismo le prendió una velita a la patrona a ver si el Mitrón le da unos minutitos.

21 PARTIDOS SIN PERDER. Estos logros del profesor Mosquera con el cuadro cervecero son ignorados por aquellos que quieren ver el vaso medio vacío. Y algunos ni siquiera ven el vaso.

2 comentarios:

  1. NADA MAS CIERTO ACERCA DE LOS 21 PARTIDOS SIN PERDER
    CIERTOS SECTORES DE LA HINCHADA CELESTE NO HACEN MAS QUE ATACAR Y ATACAR AL ENTRENADOR Y JUGADORES A LA DIRECTIVA SIN MEDIR LAS CONSECUENCIAS ME PREGUNTO SI SON HINCHAS O ENEMIGOS ENCUBIERTOS
    EL EQUIPO HOY MAS QUE NUNCA NESESITA DEL APOYO DE TODA LA VERDADERA HINCHADA PARA PELEAR EL TITULO
    QUE COSA QUIEREN ??? QUE CAMPEONEN LOS GONKAS O LOS CHARACATOS??? PARA QUE??? PARA SEGUIR INZULTANDO???? A ESOS SE LES LLAMA HINCHAS??? LEALTAD SEÑORES LEALTAD!!!

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