Por Manuel Araníbar Luna
Sólo los aguafiestas de siempre persisten en negar lo difícil que es jugar en Juliaca, a una altura donde los cóndores vuelan con su tanque de oxígeno. Critican e insultan como si los jugadores costeños pudieran correr todo el partido a cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Se
enfrentaban once celestes (que jugaron de rojo) contra catorce jugadores locales:
once del Binacional más la altura que vale por tres. El DT Mosquera, que sabe
jugar en Juliaca donde campeonó hace tres años, mandó a la cancha un equipo con
dos contenciones para aguantar las arremetidas de un equipo que jugaba con
todas las ventajas.
Llamado sin tarjetazo…
Se
tenía en claro, obvio, que la pelota la iban a tener los locales vestidos de
celeste. Con toda esa ventaja, tranquilamente podían pelotear siete horas
seguidas como quien pasea su perrito. Bam Bam mandó a sus chacales a machetear
a los celestes desde el saque, tanto a Horacio como a Irven, pero la altura,
patadas alevosas y disparos desde afuera no les hicieron ni yaya. Un par de
llegadas de los locales fueron controladas por Alejandro el Flaco que demostró
que no lo han llamado por tarjetazo y tampoco es familia de ningún dirigente
sino porque algo bueno le ha visto el Mitrón. Ese algo se llama seguridad de
manos, agilidad y sobre todo aplomo en compromisos difíciles como este.
Como
globo de cumpleaños…
No
obstante, cuando la tenían, los celestes de acá hacían pasar angustias a los
celestes de allá. Pese a las desventajas, la mejor oportunidad del primer
tiempo la tuvo Alejandro el Chico que le tejió un tremendo sombrero cajasho
al arquero, pero la pelota voló junto a los drones que vigilan a los
mototaxistas choros. No hay que culpar al enano porque en la altura la pelota
se va arriba como globo de cumpleaños. Ese fue el primero de cuatro regalos antes
de navidad
Bam
Bam suponía que Fretell y Tíbiri Távara iban a quedarse como contención para taponear la creación de los binas . Craso
error, Fretel y Távara se mandaban de turistas al área rival a ver si pescaban
alguna trucha en el Titicaca. Y lo que pescó Fretel fue un tremendo cañonazo -como
diría Rulito- que pasó dándole besitos al poste. Esta fue la segunda.
Luego
el Tíbiri en una demostración de viveza, una mezcla de callejón y pampa piurana sacó un tiro
libre que pescó dormidos a todos, incluso al árbitro, y se la soltó a Irven, a quien
un hincha de la tribuna le debe haber pedido un regalito, porque en vez de meterla
al arco la mandó a la tribuna envuelta en celofán: esa fue la tercera de la
tarde. Así se fueron al camarín apuraditos para llegar primeros al tanque de
oxigeno.
Para
el segundo tiempo los celestes de allá empezaron a cañonear al fuerte apache
celeste. Naka y Nika, la defensa bien ordenada (hay que decirlo, con ayuda de los de
adelante) y Alejandro el flaco las sacaban todas. No obstante, con esa altura y
contra el viento a cualquiera se le escapa el globo tal como se le pasó a
Lutiger que pateó al aire y la jugada terminó con un gol de tijerita con el que
los binas pusieron el 1 a 0. Entra Joao por Alejandro que ya jadeaba como
recién casado en luna de miel.
De
Santa Rosa a la Candelaria.
Con
el gol de los locales los celestes de acá no perdieron la serenidad y sabiendo
que era posible meterla ya que habían pellizcado tres chances la espuma otra
vez llegó hasta el filito. Tras una serie de toques lo enganchan a Irven y el
tremendo juez sopletea la vuvuzela señalando el punto G del área. Más p’allá
señores, despejen que el penal es justo. El mismo Irven la agarra mientras en
Lima rezábamos a Santa Rosa que le pida a la Virgen de la Candelaria (que es
más puneña que el Titicaca) que le dé puntería a Irven. La patrona dio su venia y
el cholito la metió. 1 a 1. La que no
metió fue la última oportunidad tras una tremenda jugada del Hombre Lobo quien
demostró que tiene tres pulmones como el Piki porque acompañado de dos cerveceros
se la llevó acelerando en cuarta como si estuviera pedaleando en la Costa Verde
y no en el altiplano. Le dio la Smith & Wesson cargada a Irven para que fusile,
pero este se la obsequió al arquerito. Esa fue la cuarta, más ná.
Los
celestes de allá se fueron con todo p’alante, patearon desde todo lado, por la
derecha, por la zurda, por el centro, pero Alejandro el flaco las sacó a puro
manotazo como quien espanta las moscas. Y ahí termina la fiesta. El tremendo
juez sopla su tremenda zampoña y se retira a tomar su matecito de coca contra
el soroche. Buenas noches.
LA
YAPA: Luego del partido se dijo que Duarte tenía escondida en los guantes una
estampita de La Candelaria. Anoche mismo le prendió una velita a la patrona a
ver si el Mitrón le da unos minutitos.
21
PARTIDOS SIN PERDER. Estos logros del profesor Mosquera con el cuadro cervecero
son ignorados por aquellos que quieren ver el vaso medio vacío. Y algunos ni
siquiera ven el vaso.
FUERZA CELESTES CARAJOOOO!
ResponderBorrarNADA MAS CIERTO ACERCA DE LOS 21 PARTIDOS SIN PERDER
ResponderBorrarCIERTOS SECTORES DE LA HINCHADA CELESTE NO HACEN MAS QUE ATACAR Y ATACAR AL ENTRENADOR Y JUGADORES A LA DIRECTIVA SIN MEDIR LAS CONSECUENCIAS ME PREGUNTO SI SON HINCHAS O ENEMIGOS ENCUBIERTOS
EL EQUIPO HOY MAS QUE NUNCA NESESITA DEL APOYO DE TODA LA VERDADERA HINCHADA PARA PELEAR EL TITULO
QUE COSA QUIEREN ??? QUE CAMPEONEN LOS GONKAS O LOS CHARACATOS??? PARA QUE??? PARA SEGUIR INZULTANDO???? A ESOS SE LES LLAMA HINCHAS??? LEALTAD SEÑORES LEALTAD!!!