Por Manuel Araníbar Luna.
El Cusco estaba movido, y no por temblor sino por el movimiento de la hinchada local corriendo hacia el estadio. El clima no era tan frío y hasta el río Urubamba no corría, trotaba, y de vez en cuando se detenía a ver si en pocos minutos iba a escuchar los goles del equipo rojo tomate. En el camarín de los imperiales reinaba la calma, la confianza.
Contra
todas las apuestas...
Los cusqueños tenían una ventaja
a la mano: jugaban de locales. En cambio, para los rimenses el compromiso era difícil. Se
jugaba a 3200 metros de altura, Cienciano estaba completo y se mantenía en la cima
del Huayna Picchu por derecho propio. Cristal venía de dos derrotas internacionales
y un triunfo laborioso con algunos lesionados, y otros suspendidos. Retornaba
el Zancudito con muy pocos minutos en cancha tras su recuperación. El profesor
Mosquera se había quedado en Lima, aunque el resultado de su análisis había salido
negativo; los tecleros resultadistas de siempre habían arreciado sus ataques buscándole
guantes al ciempiés. Ah, y un par de etcéteras más que es del caso mencionar: las
apuestas daban a Cienciano 10 a 1 y el empate pagaba 2 a 1.
Recibiendo
el agua de socorro…
No
obstante, escondido dentro de todo lo negativo había algo positivo, la actitud
del comando técnico y los jugadores que miraban el partido con serenidad, como
luego se vio en la cancha.
Ya
en la grama, los contrarios, conociendo cómo juegan los celestes tampoco se
mandaban de hachazo. Intentaban por la derecha, intentaban por la zurda. Llegaban,
pero sin fuerza. Alejandro el Flaco Duarte ni se ensuciaba la camiseta (que
dicho de paso está bien bacán). Sus cuatro pitbulls, echando al tacho los
cuatro goles del partido con Muni, esperaban y rechazaban serenos como agua de
pozo, claro que recibiendo cristianamente el agua de socorro del Hombre Lobo,
el Chévere Távara y Alejandro el Chico.
Aún
así, los rojos mandan un pelotazo al poste. Sólo fue un susto porque si iba un
poquito a la derecha ya Duarte la esperaba para embolsarla. Los rimenses se
escapaban por las puntas muy de vez en cuando. Algunos hinchas criticaban a los
celestes porque no corrían como en Lima (a esos criticones quisiéramos verlos correr a 3200 msnm).
Ya agonizando los primeros 45’ Seminario sopla penal por un jalón de camiseta en
el área. Alejandro el Chato la falla y termina el primer tiempo en medio de un cargamontón
al tremendo juez.
Para
el segundo tiempo entra Canchita y sale Calca algo sentido. Los celestes se
arriman un poquito más adelante. Minutos después sale el Zancudito que con
tanto frío no ha podido picar y entra el Beybe. El partido cambia de cara, ya
se jugaba más al toquecito.
Entre
dos robafocos…
Hohberg desde su banda, antes de que lo saquen
manda un botellazo de cantina hacia la derecha para el Hombre Lobo, que ha corrido
todo el partido haciendo el subibaja y se da tiempo para soltar un huaracazo
que le saca astillas al dintel (léase
travesaño). Por desgracia no apareció la luna llena, de lo contrario la metía y
celebraba con aullidos. Minutos más tarde, Johan “Real” Madrid, que pasa por buenos
momentos, se mete una escapada por la
derecha para el Lobezno y se adelanta para recibir su vuelto (con sencillo por
favor), pero Leandro lo deja en pindinga (no es lisura aunque lo parezca),
quiebra para adentro y manda el dron al Beybe que apenas se asoma entre dos
grandazos y no se sabe cómo mete un globito de fiesta infantil al otro lado del arquero que ni caso le hacía pensando que los dos manganzones se la iban a quitar
con un par de cocachos. Y hasta ahora el arquero Vargas se jala los pelos
sin explicarse cómo pudo el huanuqueño de acero cabecear entre dos robafocos
(el Che mide 1.90).
Hay
que cambiar el travesaño…
Entran Loyola por Lutiger y Hohberg es reemplazado por Pretell que a los pocos minutos mete un huaracazo que vuelve a quebrar el travesaño. Entra Lorita por el Lobo que se ha jugado un partidazo y se despide mostrando los colmillos de pura alegría. Hay que darle un churrasco doble con sangrecita. Ahora sí que pasamos susto. Los locales se juegan al todo o nada. Pero mala suerte, ganó el nada. El árbitro sopla la vuvuzela y se va rápido al camarín a ponerse un tanque de oxígeno. Buenas noches.
AVISO DE SERVICIO PÚBLICO: Cambien ese maderón que ha quedado rajado por causa de esos dos balazos. Después no digan que no lo advertimos.
YA NOS ESTAMOS ASENTANDO EN NUESTRO JUEGO. YA APARECIO SOSA, YA SE RECUPERO AVILA. A TAVARA A PRETEL Y A OLIVARES TODAVIA LES FALTA UN POCO DE RITMO DE COMPETENCIA. AYER HEMOS PASADO EL PRIMER ESCOLLO, FALTA GANAR UN PAR DE PARTIDOS COMO VISITANTES . FUERZA CRISTAL CDSM!!!
ResponderBorrarSC toda la vida. Falta talleres y binacional
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