EMPATE JUSTO CON GOL DEL CHAMO

 Por Manuel Araníbar Luna

Sporting cristal empezó la contienda con un equipo con muchas variantes. Arrancaron con Alejandro el Flaco en la valla, Percy Prado, Alicate Gonzales, Merlo y Madrid, pese a ser derecho entró marcando la punta izquierda. En la media volante Távara de 6 conteniendo el armado del rival,  Soto  haciendo mixtura y Calca de timonel. El chamo Marchán y Joao Grimaldo por las bandas dejando a Liza como ariete central.

Ni sacar la mano para ver si llueve…

Es que con la seguidilla de partidos que se vienen había que dosificar las energías para que algunos jugadores suelten un poco las pantorrillas adoloridas y los muslos endurecidos por tantos rodillazos del último compromiso.

Por lo general son los celestes quienes toman la manija del partido desde el primer toque de vuvuzela, madrugan y vacunan a sus rivales. Esta vez los ediles sorprendieron a todo el mundo dándole de su propia medicina. Desde el arranque empezaron a atacar creando desconcierto en el área de creación como en la contención y sobre todo en la defensa rimense. Cristal no podía salir ni a sacar la mano a ver si llovía por la intensidad del ataque y bloqueo del equipo de la franja. Llegó entonces el tanto del Muni a los 3 minutos de iniciada la contienda.

Aprovechando la modorra…

Aun así, los celestes no salían del adormecimiento que llama a la siesta después del almuerzo con chicha morada de sobre. El equipo de la comuna no bajó los brazos, quería aprovechar la modorra y siguió atacando y unos minutos más tarde estuvo a punto de lograr el segundo tanto, pero una excelente atajada de Alejandro el Flaco evitó la caída ante un traidor cabezazo de un delantero con franja al pecho. Este asedio duró aproximadamente veinte minutos.

Recién a los 20 minutos los celestes despertaron de su desconcierto y recompusieron su salida del área, el armado y el ataque. Es que el profesor Mosquera, ante el acoso implacable de los jugadores de la franja que no les dejaba tocar en corto por la férrea vigilancia sobre Calcaterra y Távara, ordenó a sus pupilos que dejen el chiche cortito y atacar en base a pases largos que salían de Távara, Calca y Merlo hacia Grimaldo y Marchán ya recibían el delivery por sus bandas. Fruto de ello fue el logro del tanto del empate gracias a una jugada que salió de los pies de Calcaterra al abrir el panorama para Joao quien tocó para Soto. Este se la devolvió en callejón y Joao se fue metiendo por el filo de la línea del fin del mundo hasta dar el pase para Marchán a quien sólo le quedó empujarla con suavidad y delicadeza al fondo de la valla. 1 a 1.

Sin permiso del exorcista…

Mas tarde los celestes estuvieron a punto de anotar el segundo tras un lanzamiento de esquina servido desde la derecha, pero Merlo no la pudo conectar de palomita debido a la difícil posición en que se encontraba. Las jugadas peligrosas se sucedían entre una y otra valla en un emocionante dame que te doy.

Para el segundo tiempo, el profesor Mosquera hizo entrar desde el arranque a Lora por Prado, a Castillo por Soto y a Canchita Gonzales por Calca que salía por una pequeña molestia en el muslo. El ataque cobró fuerza. Quince minutos más tarde sacó a Marchán y Liza y puso a Hohberg y Ávila. El armado y ataque entonces cobraron más fuerza y nuevas energías. Canchita se perdió una brillante oportunidad cara a cara con el arquero pero este la desvió de un manotazo. El fantasma del gol sin sábanas ni cadenas se paseó por ambas vallas pero no se atrevió nunca a meterse en la casa sin permiso del exorcista.

Y bien, el equipo jugó a lo que daban las piernas y los cambios. No se le podía exigir más porque el rival hoy día estuvo respondón y conchudo. La conclusión de la película es que con estos equipos malcriados debemos tener más cuidado. Buenas noches.