Por Aldo David Alvarado Hinojosa. El Doctor Celeste
Corría el año de 1979, yo ya era asiduo oyente de Ovación en Radio El Sol de las transmisiones de los partidos de fútbol, y amaba a la celeste, años anteriores ya me había enamorado del Sporting Cristal, tenía mi álbum de figuritas donde veía a Eloy Campos, Del Castillo, “Velita” Aquije, Fernando Mellan, etc., todos con camiseta azulina, short blanco y medias blancas tipo “toalla”, además a mi papá siempre lo oí hablar con mucho cariño del Cristal, y antes, del Tabaco, ¡claro, si él era rímense!, igual que mis Tíos Perico y Alejandro, hinchas de la celeste.
El
robo en el Monumental de River…
Era
de suponer entonces que yo ya era hincha de la SC y como dije, tenía mi álbum
de figuritas de 1975, donde ya había llenado mi página del Sporting Cristal. En
el colegio todos eran de la U o Alianza, incluso cuando se hacían los equipos
de fútbol se escogía U vs Alianza y yo siempre quedaba afuera, ya que era
hincha del Cristal y sólo me acompañaba mi amigo Oscar Carrillo, que también
era celeste como yo. Y oía los partidos en la radio, veía cómo campeonábamos en
el 79, 80, gozaba con partidos en Copa Libertadores, como aquel escandaloso robo
en el Monumental de Núñez donde River Plate de mala manera y con ayuda del
árbitro nos voltea un 2 a 0, y donde Tarantini hasta ahora está buscando al
gran Roberto Orlando Mosquera Vera.
En
el 83, un partidazo de Coqui Hirano en que solo y en la esquina de Sur con
Occidente rompe a la defensa crema y define para gritar un gol inolvidable, y
mi radio “Pollito” -en verdad era de mi hermana- casi termina en el parquet de
tanto manotazo de felicidad en la mesa, ese año también campeonamos, con César
Cubilla de DT, y con figuras como Juan Caballero, Coqui Hirano, Cucaracha Mora
y la Chancha Valdettaro en el arco. Luego en 1985 y de mala manera apareció un
personaje de ellos llamado Chamuco Eugenio, que literalmente le “rompió” y de
mala manera la pierna al celeste Enrique Bone, y lo retiró del fútbol.
Ganadores
pero tranquilos…
De
repente, ya con 19 años, empecé a asistir a la barra del Cristal en donde
encontré hermanos celestes en la vida como Arturo Kikuyama, Pablo Merea Vidalón,
Cesar Vásquez, Martin Diaz, Miguel Ángel Medina Fernández, y muchos más. Y de
repente supe que todos pensaban como yo, que se ganaban los partidos, pero
ganarle a las Chicken Nuggets -llámese equipo crema- tenía otro sabor, otra
connotación. Y supe después que, para la hinchada de esa granja, el sabor era
el mismo. Muchas veces llegaba a la Universidad luego de haberles ganado, y
junto con el “Coyote” Gilmer Moreno y mi hermano Carlos Enrique Quenaya Riva
entrábamos triunfadores al salón, pero tranquilos y sin sarcasmos. Respuesta
muy diferente cuando ellos nos ganaban y recibíamos todas las burlas de las
Chicken nuggets más piconas de la promo.
Entonces
comencé analizar las razones por las cuales la U y sus hinchas nos tenían
cierta animadversión, ¿podría ser que en el 79 varios exjugadores cremas,
llámense Eleazar Soria, Chumpi, Percy Rojas o el mismo Oblitas prefirieron
venir a la SC?, ¿o que muchas veces ya empezábamos a “quitarles” nuevos hinchas
a costa de nuestras actuaciones, sumado que la prensa siempre dedicaba ríos de
tinta cuando ellos ganaban y cuando nos tocaba a nosotros el triunfo nunca
informaban con la misma magnificencia?
El
que ordenó el incendio...
Luego apareció un personaje grotesco y pantagruélico, malcriado y prepotente, que a pisotones llegó a ser presidente de ese club, ninguneando a señores dirigentes como Nicolini o Echevarría, un personaje tristemente célebre que llenó de violencia las tribunas, llenando al hincha del gallinero de animadversión hacia nosotros. el 21 de abril de 1991 luego que le ganamos un partido en el Lolo Fernandez, con volteada y todo, mandó quemar el bus con el equipo completo del Sporting Cristal con jugadores y todo, que hubiera sido una tragedia si no fuera porque los bomberos pudieron contener tremendo atentado, y a mí no me lo contaron, yo estuve ahí junto con Quenaya, amenazados por barristas cremas con cuchillos por gritar un gol del Cristal en su tribuna sur (El Lolo no tenía Norte), y el segundo Gol lo tuvimos que gritar para adentro.
En
la comisaría del Nacional…
Otra
vez, siempre azuzados por ese personaje obeso y malcriado, la barra de ese
equipo, manchera y abusiva, nos correteó a mí y dos hinchas más (ellos eran
como 30) simplemente por estar esperando entrar en la tribuna oriente al haber
llegado tarde, y nosotros a punta de correas y hebillazos supimos defendernos,
terminando incluso en la comisaría de Petit Thouars por haber participado en
una “mecha” defendiéndome del abuso de esos mancheros. Ahí estaban en un
costado del calabozo esas Chicken Nuggets asustadas y llorando, y yo renegando
de no poder ver mi partido por culpa de ellas, hasta que mi hermano -Celeste
también- Abraham Augusto Alvarado Hinojosa, era mayor médico de la policía vino
y nos sacó de la comisaría a mí y a los otros dos hinchas, y nos fuimos
haciéndole “pichulitas” a las Chicken Nuggets, y yo con mi jean lleno de betún
por tanta patada recibida por las botas de los policías, me escapé de mi
hermano y volví al estadio, para ver a ganar a mi celeste 2 a 0, con goles de
la Tuta Redher. Ese día vinieron dirigentes del Real Zaragoza para ver a
Francesco Manassero y terminaron llevándose a la Tuta Redher a jugar a España.
En
fin, historias y más historias, todas generalmente con sabor celeste, nos hacen
ver que siempre un Cristal vs Universitario sea un partido esperado y un
partido que no se tiene que jugar, se tiene que GANAR, obviamente por el
Cristal. ¡Ya sabes Roberto Orlando Mosquera Vera !
Y
espero que nunca más haya Pantagrueles en las dirigencias de fútbol. Ya nadie
los recuerda.
¡Salud,
Salud, Salud Cristal!
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