Por Manuel Araníbar Luna
Es una práctica común entre los DTs de futbol poner a uno o dos jugadores con más visión panorámica de un partido para que ordene en el equipo dentro de cancha. Tite tenía el suyo, se apellida Brascunhao. Nunca antes el scratch había recibido dos goles de adelanto. De nada sirvió porque el asistente chileno-brasilero vendido se encargó de voltear el partido.
San Brascunhao bendice el codazo…
En
primer lugar, el planteamiento de Gareca fue excelente. Sorprendió a los
cariocas con un planteamiento que no se lo había hecho nadie. Atacar desde el flautazo
inicial. Adelantó líneas y a causa de ello, luego del gol sorpresivo, el elenco
cholo no se acurrucó en su área como suelen actuar otros representativos
sudamericanos.
Al minuto del comienzo del encuentro San Brascunhao y su chacal guardalíneas habían sido testigos de cómo un brazileiro aplica un codazo que le abre la ceja a Trauco pero el sumo pontífice le dio su bendición con agua bendita a su jugador amarelho. Hay que perdonar a los árbitros, pues, por lo preocupados que están por el restablecimiento de su presidente Bolsonaro tras su contagio por el covid.
Víbora
de cascabel…
La madrugadora anotación perucha se inicia por un pase magistral de un celeste 100%, la Roca Aquino. Carrillo troca puestos y se va metiendo por derecha desde el ombligo del campo. Pase para para Pedrito que rodeado de cinco cariocas (sí, cinco), la para, la domina, la duerme mientras se da una vuelta entera con la plasticidad de un pase de salsa en busca de un causa a quien pasarle la chancha. Nota que la Foquita se ha metido al medio en diagonal y se la entrega con cucharita. La rechaza un tal Marquinhos. Pero no contaban con la astucia de la Culebra que se ya está de cazador en la derecha. El regalo de Marquinhos a media altura endulzado con melcocha para que se pachamanquee la Culebra que lanza una venenosa bolea de víbora cascabel y la incrusta al fondo de la canasta del arquero que se queda recontra Weverton al igual que sus compañeros. Primer gol peruano. Madrugador dijimos. ¿Cuánto van? seis minutos. Uf, faltan tres meses (noventa días y un cachinho).
Show
de Ney…
Los
cariocas se resisten a creer que Perú les haya embarazado a la hermana
empezando el partido. Se mandan con todo,
pero el medio campo perucho está bien enchufado. Mejor dicho, los volantes peruanos
tienen enchufados a los carioquinhas. Aquino está pegado a Casemiro, que casi
ni la mira, Yoshi marcando a Richarlison y Tapia tiene de pareja a Coutinho. A Neymar hay que atenderlo en
posta médica (porque si lo tocas se revuelca), Pero a los 11’ viene una bola
por alto a la candela, Yotún se le pega a Ney, este la toca con las dos manos
antes de que Yotún le pellizque la verde amarelha. Neymar se tira como si lo hubiera
atropellado un camión de bananas. Entonces empieza el show de Brascunhao
cobrando penal. Hasta el último árbitro de la liga de Saint John de Lurigancho
sabe que lo que lo que se castiga es la primera falta. Pero el árbitro chilenho
brazileiro es el rey de la cancha, y sus deseos son órdenes (monetarias). Es
penal y punto. Gol de Neymar.
Los
perucholos siguen jugando como saben y les paran los machos. Claro que los
brasileños son hábiles y se meten por las bandas donde hacen pasar apuros a
Lucho Advincula y a Truco (más por el lado del charapa que por el del chinchano).
Hay que reconocer que lo hacen bien. A la defensa perucha le cuesta contenerlos
apoyados por la volante pero este doble esfuerzo físico cuesta mucho sacrificio,
lo cual trae rápido agotamiento.
Más
Weberton que nunca…
Para
el regreso los peruanos, ya recuperados prosiguen con el empuje de un taxi
cholo con motor de combi, jugando de igual a igual, triangulando, enviando
pases al vacío que los brazucos sacan a donde sea. En un lateral lanzado por
Yoshi que siempre lo hace al estilo bomba a la olla la pelota es rechazada por
un carioca. Remata Renato y los remata, la bola choca en una pierna y se mete y
deja al arquero Weverton recogiendo hormigas, más Weverton que nunca. 2 a 1. A
seguir sufriendo.
Paro
esto no puede quedar así. Imposible ridiculizar al melhor equipe de fútebol
do mundo. El jugador N° 12 brasileño casi de inmediato convalida el empate
tras un córner ceñido en el que la meten tras un cabezazo fuera de juego de un
delantero brasileño que entra con entera libertad, desarrollo y dependencia (del juez). No hay nada que
hacer, Brascuñán quiere a su país, la prueba es que su camarín ya está lleno de
bananas. De inmediato otro penal, que no lo es ni en el Maracaná ni en Wembley.
Se niega a consultar al Var -que también está lleno de alcahuetes, porque no somos
niños de pecho para creerles que, mínimo, no han visto más de diez veces la
repetición- porque quiere asegurar el triunfo de “su selección”. Al rato para asegurar
mucho más el triunfo, Neymar anota el cuarto cuando la sele ya se ha
descompletado por expulsión de San Brazo, digo Zambrano. No habiendo más que
decir, el juez Bracunhao, el mejor jugador del partido, decreta el chau escuchando
las mentadas de madre que vienen hasta de sus propios compatriotas. Buenas
noches ¿buenas? Sólo para Tite y su asistente Brascunhan que se va premiado a
casa.
fue un robo no merecimos perder pero a peru toda la vida lo almuerzan lozano oblitas y ñol estan mudos porque los tienen comprados la comebol
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