Por Manuel Araníbar Luna
@esquinaceleste
Partido de medio campo y escapadas de ambos equipos con más posesión de los cerveceros. Pero la posesión no te hace dueño si no construyes la necesaria y urgente pared para armar toques al pie, lanzamientos en callejón y veloces escapes por las bandas ante un equipo que ha venido a obstruir, estorbar y aburrir.
Corozo
contra Corozo…
Los
rojos invaden el medio campo como para poner una barriada en Cantagallo. Los
celestes se aturden al principio y tardan en despertar de la siesta. Ojo que los
cusqueños han llegado un par de veces. Los
rimenses también llegan, pero más desordenados que peluca de loco. Pongámoslo
así: en una escala de 1 al 10, el peligro para ambas vallas llega a nivel 6
(ahora los chibolos dicen level). Los del medio tratan de armar bien, pero a los
de adelante siempre les llega chueca, mordida o compartida. ¿así cómo alimentar
a la avanzada? Lorita no cotorrea no desentona aunque Damichón se le ha
prendido haciéndole un par de chiches y Madrid está jugando como si le hubieran
puesto la cancha en un espejo. Kevin, hoy escondido como emigrante sin papeles,
casi ni la toca, y si la toca no la trata fino . Y cuando quiere jugarla finita
se la quitan. ¿Así cómo llegar? Por el otro lado Corozo está jugando para el Sporting
Corozo acompañando a Corozo, intentando driblear a Corozo pero se la quita el rival llamado
Corozo.
Delanteros
salados…
¿Qué
falta entonces? Orden y rapidez. Orden. se
les ha dicho en el camerino que deben deshacerse rápido de la vedette, y los
del medio la reciben pero se desconciertan, se embarullan, se aturden y se rayan
porque apenas la pesca uno le caen tres y no quieren desprenderse del balón. Távara, que en el partido anterior abría el Panorama
Dominical, hoy estaba viendo Esto es Perro. El tránsito es lento como
en la avenida Dos de Mayo, y por ambas bandas se topan con un atracadero de
volantes rojos.
Rapidez.
Por la izquierda se extrañaron los ataques con relevos de Loyola con Corozo. ¿Debido
a qué? Sencillo: que Madrid es derecho y le cuesta jugar por la zurda, mucho
menos la hace en las proyecciones cuando el punterito rival aprovecha y se mete
por el lado de la pierna que sólo le sirve para caminar. ¿Solución? no mandarse
de hachazo si no se tiene cómo.
Hubo
una sola peligrosa de los celestes en el primer tiempo. Patadón de Emanuel, al
arquero le quema la pelota y da rebote en la sien de Canchita que está metido
en la cocina y no la espera. Total, la bola a las tribunas vacías cuando el
arquero de los rojos era una estatua, pero no de sal. Por el contrario, los salados
fueron los delanteros celestes.
¡Jalen
la cadena a ese línea!
Para
el segundo tiempo se llega más, pero con pelotas mordidas. Herrera remata dos
veces de shot y de cabeza. En la escala de 1 al 10 este ataque es 9 y medio. Piña.
Las dos se las saca el arquero. Y para más piña lo expulsan a Lora por doble
falta. Lorita aletea, picotea, reclama, cuenta chistes de loritos y pide choclito
pero el color rojo ya no se puede cambiar. Mosquera tiene que variar los planes. Mete a
Huerto y manda a Madrid a su posición natural por la diestra. ¿qué queda? ¿Defenderse?
No, siguiendo la tónica y motivación que les ha dado Mosquera los celestes se
envalentonan. Contragolpear es la voz.
Tremendo remate de Emanuel da en el tronco, aunque si la gorda hubiera entrado a
la canasta de verduras se lo iban a anular porque el tremendo juez de línea
dice que está adelantado. No obstante, la repe nos dice que quien se había adelantado
a la levantar la banderilla es un juez de línea más distraído que el guachimán
de Palacio de Gobierno: Herrera había estado ubicado un cachito antes de la
rayita. Pero de nada sirve porque de todas maneras no entró. Jalen la cadena y
no programen más a ese individuo.
El
último intento llega con una tremenda combinación cuando Merlo birla una bola, y
con una hermosa cucharita de helado combina, se la devuelven, centra para Calca
pero el disparo llega directo a las manos de Ferreira. Hermosa sí, pero si no
entra es sólo un piropo y no un encuentro cercano de primer gol. Y nada
más. Legario se aburre y sopletea el polvo con su pito. Buenas noches.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario