Por Manuel Araníbar Luna
Los celestes entraban a la cancha con una viada al estilo tren bala. El sistema reimplantado por el DT Mosquera con ataques masivos desde el saque, pressing alto y rápidos cambios de sentido de ataque está dando buenos resultados. Mientras en los últimos encuentros, los cerveceros habían ganado 7 de 9 puntos, los sanmartinianos no habían anotado un gol desde hace cuatro partidos. La confianza era total en tienda cervecera.
No
obstante, y contra toda expectativa, son los santos quienes empezaron a
hostigar desde el pitazo inicial. Y vaya que le pusieron los nervios de punta a
la defensa celeste. Estorbaban con tranqueras las salidas de los celestes, sin
dejarles un milímetro de espacio hostigaban como pitbulls a la línea creadora, tapaban
la salida de los laterales, dejando huérfanos y muertos de hambre a los
delanteros cerveceros.
Se
necesita maestro…
Un
club que quiera mantener su tradición de buen fútbol tiene que poner un aviso
de “se necesita maestro con experiencia en toque fino, que les enseñe a los
jóvenes a tratar a la pelota como a señorita y no como a bataclana. Razón aquí”.
Bien, ese maestro está en la Florida y se apellida Lobatón. Él es quien les
enseña a despejar el panorama y cambiar de juego con chimpún de badana. En esos primeros
minutos se necesitaba alguien que haya aprendido de Loba el arte del pase kilométrico.
Ese alguien se llama Martín “Chévere” Távara, quien, desde la banda izquierda,
viendo que le habían puesto rejas y vallas de “prohibido pasar”, recordó las
enseñanzas de su maestro, levantó la vista y le envió la encomienda kilométrica
a Kevin quien -solo, triste y abandonado- al otro lado de la cancha ni siquiera
esperaba el bono de ayuda al necesitado. Mucho menos lo esperaba su marcador. ¡Qué
iba a imaginar que por encima de él iba pasar un helicóptero con ayuda humanitaria sabiendo que Loba ya se retiró! Kevin la recibió, la picó un
poquito y la empujó la pelota entre las calancas de Penny. Gol tempranero. Bien
dice el dicho futbolístico “mete tu gol y duerme la siesta al sol”. Porque el tanto
a favor, en vez de subir los ánimos de los celestes y la alegría de jugar y abrirles
el apetito los convirtió en mazamorra.
¿Pan
comido?
Es
que, tras obtener el gol madrugador desde antes del almuerzo algunos jugadores
lo vieron papayita. Otros ya habían soñado despiertos con el sexto puesto desde
el camarín. Y, pucha, al meter el gol tempranero, se confiaron mucho más en que
el partido no sólo era pan comido, sino un bufet completo. No había por qué confiarse.
La muela venía cariada desde hacía varias fechas. Es un equipo de gente joven que sabe tratar la
pelota y su sistema es muy disciplinado. De que es un buen elenco lo es. Otra
cosa es que aún no se le dan los resultados, pero eso es tema de ellos y no de
la plantilla del equipo de la Florida. Esto no lo entendieron algunos cerveceros en la
cancha.
Siguiendo
la tónica desde el pitazo inicial, y con mayor razón tras el gol recibido, los
sanmartinianos se envalentonaron recordando que hace varias fechas no meten gol
y querían debutar sí o sí. Llevaron la batuta del partido como si fueran dueños
de la pelota, la cancha y el área de parqueo. Llegaron al área rimense un par
de ocasiones. Mientras tanto, a Calca no lo dejaban ni voltear, a Kevin le
volvieron a embargar el almuerzo. A Herrera se le había pegado un defensor con
casco a tal punto que sólo se le podía despegar con agua caliente. Távara quiso
repetir su pase tipo dron y lo que consiguió fue darle pase al rival. ¿Total?,
tuvo que machetearlo. Tarjeta bien ganada. Corozo hacía una y desperdiciaba tres.
Loyola se proyectaba para el sistema de pases 1-2 pero no le devolvían ni el
saludo. En la acera de enfrente, los cambios de posiciones y centros pasados de
los rivales volvían a asustar. Así, medio saltones se fueron al camarín.
Olivares
marcando a Olivares…
Para
el segundo tiempo los celestes recuperaron el timón, la palanca de cambios y
pisaron el acelerador. Recién cambió el panorama. Ahora eran los rimenses quienes
llegaban por todos lados. Sin embargo, había desesperación. Se jugaba contra el
reloj sin explicarse la razón, que es como querer acostarse con la novia sin haber
salido de la iglesia. Esto permitió que Platanazo Penny se luzca con varias
salvadas que lo convirtieron en el jugador del partido.
Tal
nerviosismo de los cerveceros era explicable pero no se justificaba porque iban
ganando. ¿Querían ampliar la cuenta? Perfecto, todos los hinchas quieren lo
mismo, pero esto se hace con orden. Recién entonces llegó la ayuda por expulsión
de un marcador de la Muela. Con mucha mayor comodidad, los celestes se
enseñorearon entrando por todos lados menos por donde se debía perforar: la
valla. Entra Olivares a jugar por el Sporting Olivares y desperdicia varias por
querer driblear al marcador Olivares. Algunos corrían como caballo con
anteojeras, sin mirar a quién tenían más cerca para habilitar, una actitud egoísta
que merece un café cargado y jalón de orejas en el camarín.
El
lagrimón de Corozo…
Penal
contra Olivares. Emanuel lo falla (alguna vez tenía que suceder). ¿Y qué? También
ha fallado Maradona y nadie ha dicho nada. No obstante, los celestes están
dominando tanto que ya se siente el perfume de gol en las narices. Y tiene que
llegar ya ya, porque los sanmartinianos están mordiendo con molares, incisivos
y caninos. Un disparo venenoso desde fuera del área vence a Solís y lo salva el
tronco. Canchita toma el rebote y habilita a Washington que acelera el taxi
cholo y al llegar al área quiebra a uno, quiebra a otro y suelta un guaracazo
que vence a Platanazo. Uf, qué alivio, dos a cero por fin. Ha sido tanta la
angustia de Corozo por hacer las cosas bien y ha fallado tantas que se le
escapa un lagrimón. A su vez, Herrera pierde otra ocasión y, para no ser menos,
Olivares pierde otra. Por último, Haro mira el reloj y dice chau. Buenas
noches.
JUGAMOS A NADA Y MENOS MAL QUE EL REMATE DEL DELANTERO DE LA SANMARTIN DIO EN EL TRAVESAÑO PORQUE ESE PARTIDO TIRABA PARA EMPATE. OLIVARES EN VES DE SUMAR RESTO POR EGOISTA. TUVO VARIAS OCASIONES EN QUE PUDO DAR PASE A SUS COMPAÑEROS PERO LA QUISO HACER SOLO. COROZO TAMBIEN JUGO MAL PERO POR LO MENOS HIZO UN GOL.PIQUI TENIA QUE ENTRA DESDE INCIOS DEL SEGUNDO TIEMPO Y NO TAN TARDE. EL QUE ESTA ACOPLANDOSE DE A POCOS ES LOYOLA POR EL OTRO LADO DEBEN DARLE MAS MINUTOS A LORA PARA QUE SE FOGUEE. A CASTILLO LO VI NERVIOSO IMPRESISO. OJALA QUE MEJORE PORQUE TIENE FUTURO. TAVARA SE APAGO AL IGUAL QUE SANDOVAL. CALCA EL MEJOR. Y A HERRERA HAY QUE PERDONARL EL PENAL PORQUE NOS VA A SEGUIR DANDO ALEGRIAS COMO NOS LA DIO EN EL 2018
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