Por Aldo Alvarado Hinojosa – El Doctor Celeste
Esa
semana había empezado bien. Habíamos ganado en Barranquilla a Colombia 1 a 0 por
las eliminatorias con gol de Chino Pereda. Una semana antes, Cristal había
empatado 0 a 0 con el poderoso Vélez Sarsfield, equipo armado por el virrey
Carlos Bianchi: campeón de todo, campeón
de Copa Libertadores, campeón de la Copa Intercontinental. El partido de ida
jugado en el Estadio Nacional, en un match complicado habíamos empatado 0 a 0.
Bien plantado el Vélez, ahora lo dirigía Piazza, que logro su resultado
empatando de visita.
El partido de vuelta a
jugarse en Buenos Aires en el estadio de Liniers, era esperado por los hinchas
del Cristal con esperanza de ver un resultado favorable, y los celestes
radicados en Bs As acudieron en un número no menor a dos mil al estadio José
Amalfitani, ubicándose en Oriente Alta, pegado a Sur, donde jugaba de local el
Vélez Sarsfield, en el barrio de Liniers, que es el primer barrio al que uno
llega saliendo del aeropuerto de Ezeiza.
Lo que dijo el Príncipe…
Ya teníamos un recuerdo
grato con equipos argentinos un año antes, cuando pudimos hacer buena
presentación ante River Plate campeón de Copa libertadores de 1996. A River
Plate le jugamos en Lima y le ganamos 2 a 1. Enzo Francescoli, “El Príncipe”, declaró
que si habían podido eliminar a Cristal -al cual consideraba el mejor equipo en
este momento, añadiendo que Cristal le pegó un baile a River aquella noche-, entonces
ya podían ser campeones de la Copa Libertadores. Algo pasaba con el Sporting
Cristal, algo tenía ese equipo al cual Francescoli ya lo había catalogado como
un grande. Llegó esa hermosa noche. Me recuerdo sentado en la cocina de mi casa
viendo el partido con mucha emoción, con mucha paciencia y con mucha fe.
El primer tiempo muy parejo,
Cristal controlando a Vélez, manteniendo el resultado y pensando quizás en
llegar a la definición de penales. Al
inicio del segundo tiempo ya no tenía uñas de tanto nerviosismo por esperar que
el encuentro se defina. Entonces vino la transformación. Cristal comenzó a
jugar y jugar , vio que su contención al Vélez Sarsfield había dado resultado.
“No conozco a ese tal Soto…”
Los celestes empezaron a
ofertar fútbol y a llegar al arco del bocón de Chilavert, arquero paraguayo del
Vélez, quién había dicho que Jorge Soto no existía y no lo conocía. Aquí hago
un paréntesis, en 1993 en una funesta eliminatoria con Vladimir Popovic para el
mundial de Estados Unidos 94, hicimos una eliminatoria muy mala, pero en el
último partido jugado con Paraguay, los guaraníes sólo tenían que ganarnos para
clasificar al Mundial. Entonces Jorge Soto metió un gol para Perú empatando el
partido y eliminando a Paraguay de Estados Unidos 94. Sin embargo, Chilavert -burlándose
del gran extremo izquierdo peruano- dijo que nunca había oído hablar de Jorge
Soto. Y llegó lo inolvidable:
Minuto 41 del segundo tiempo,
hay un contragolpe peruano y Erick Torres mete un pase en profundidad a
Czornomás. Jorge Soto empieza a correr por el medio y recibe el pase de
Czornomás por la banda derecha dirigido
al borde del área a la cual el Camello ya había llegado, y de un solo toque logra
meterla junto al parante izquierdo derrotando el arco argentino y sorprendiendo
a Chilavert por lo rápido de la jugada,
y haciendo estallar de emoción a los emocionados hinchas del Cristal que
seguíamos la transmisión acá en Lima. Dos mil peruanos en las tribunas del
Amalfitani de Liniers estallaron en júbilo, gritaron y se abrazaron festejando
ese épico gol del ‘Camello’ Jorge Soto, y yo gritando solo en mi cocina ¡Gooool
!!!. Ese gol fue el que yo más he gritado de mi Sporting Cristal, estábamos
eliminando al más triunfador de América, al poderoso e inigualable Vélez
Sarsfield.
El mejor partido del Sporting en la Libertadores…
Pasaron cinco minutos más,
con expulsión de Manuel Marengo incluida, y pudimos hacer otro gol de
contragolpe que el back argentino la sacó milagrosamente y en eso pita el
árbitro. El 1 a 0 se consuma evitando así que el fútbol argentino pueda acceder
y logrando que el fútbol peruano representado por el Sporting Cristal pueda
continuar en esa Copa libertadores del 97 a la cual pudimos llegar a la final.
En este momento sólo quiero
recordar la sensación de emoción y alegría al final de ese partido, sentado en
la cocina de mi casa en silencio lleno de lágrimas deslizando por mis mejillas,
pero con el corazón henchido de emoción y orgulloso de ver a mi Celeste gloriosa
triunfando en el estadio argentino.
El mejor partido de Sporting
Cristal en la historia de la Copa Libertadores y yo fui testigo de ello.
volverán épocas hermosas, volverán épocas lindas y el fútbol no podrá ser
derrotado por esta pandemia. El fútbol es alegría y pasión. El fútbol es
emoción. El fútbol es el mejor deporte.
Salud Cristal por siempre mi equipo querido.
Muero por volverte a ver.
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