Era el santo de San Pedro. La Pantera le había puesto una velita a su tocayo. Y es que andaba escaldado por la disentería debido a los cinco mangos con pepa y todo que se había comido contra los brasileños. Luego tomar un balde de té bien cargado, había prometido no volver a embarrarse el calzoncillo, ni tapar como El joven con las manos de tijera, aunque siempre dudando entre salir para cortar o cortar para salir. En cuanto a su agilidad, era felina, unas veces de gatito y otras de pantera
El avión calentando motores...
Pero
no sólo había dudas en cuanto a Gallese, todos los
seleccionados habían venido jugando al veinte por ciento de su rendimiento. Por
ende, la hinchada aguardaba el compromiso con pesimismo. No mintamos, nadie les
tenía confianza. Tan poca fe se les tenía que ya el avión calentaba los motores
afuera del estadio para traerlos a Lima.
Y
así, con esas dudas pero con el deseo de salir a no perder, entraron a la
cancha. Haciéndonos recordar lo inicios del partido con los cariocas, los
peruchos arrancaron un tanto malcriados y conchudos, llegando al área oriental
aunque recontra tacaños porque no dispararon ni en defensa propia. Luego, el arrebato
por anotar en guan se fue diluyendo como azúcar en café para pasar a la etapa Esperemos los penales. Ahora se trataba
de aguantar como los machos la embestida de los celestes.
Ussain
no mandaba sus diabólicos piques para demostrar que si bien ya no era el
futbolista más veloz del mundo, por lo menos lo sería en este partido. Es que
se temía las escapadas de los charrúas. El León Zambrano y Abram ponían cerrojo
al Castillo del Terror pero dejando algunas ventanas abiertas por donde se
metían los celestes en diagonal. Por la zurda, el platinado Trauco quitaba
bolas, al igual que todos los de la franja, aunque fallaba pelotas en salida,
con unos regalos imperdonables que Hannibal Suarez y Cavani agradecían. Por uno
de esos obsequios, el Pistolero la mete al centro y Cavani la manda a la tribuna.
Gracias, Édison, esta vez inventaste un blooper.
Pa´ comer y pa´ llevar...
Como
parachoques, Tapia en el centro recibía el socorro humanitario de Yoshi que ya
no tenía espacio para lanzar sus misiles kilométricos a un Paolo fuertemente
enmarrocado por dos uruguayos que a cada entrada lo empaquetaban como baguette
con hamburguesa. ¿Y la Culebra?, hipnotizado
por sus domadores tenía sólo chispazos de encendedor fabricado en China, al
igual que un Cueva escondido en su covacha, Oreja andaba sordo y lleno de
cerilla. ¿Así cómo? Era una orden, acaso, del Tigre para que regalen el medio
campo? ¿Que regalen pelotas en salida como si fuera navidad?
Y
en una de esos ya habituales e incorregibles obsequios de pelotas en salida,
los uruguayos vacunan pero Sampaio pide el VAR para ver si es pa’ comer y pa’ llevar. Piñas los
charrúas, les anulan el gol, pero no pierden las ganas, sin saber que les
anularían dos más. Gareca suspira y la hinchada chola besa el detente del Señor
Morado.
Dos calvos peleando por
un peine...
Luego
del descanso, los incas ya no quieren hincar y los charrúas se adueñan del campo.
Cuando la tienen los peruchos sólo les sirve para pases laterales, que son un
desperdicio, como besar a la novia y no meterla al telo. Siguen las acciones
con pases en profundidad para Calaverani. Una de ellas la mete pero el tiro el sale por la culata:
anulado. Hannibal Suárez mete otra al horno, pero se le quema el asado, lo
anulan otra vez. ¿Será peruano el VAR? Pasan los minutos y ambos cuadros se van
despintando. Esto se convierte en un
mamarracho de partido, se meten patadas pero no hacen yaya: son dos
calvos peleando por un peine, algo que no les servía más que para una cosa,
esperar los penales. Sampaio mira su reloj y dice que es hora de los penales.
San Pedro ayuda a
Pedrito...
El
primero lo patea Hannibal Suárez. El pistolero dispara respaldado por su fama. Piña, su revolver es trucho y las balas son de cohetecillo. La gorda le choca en la barriga a Gallese. Y es que San Pedro Pescador
en su día está ayudando a su tocayo Pedrito. Responde Paolo que la mete con
furia y de pasadita le mienta la madre a Muslera. Lo sigue Calaverani que la introduce
y sacude su peluca. Le toca a la Pulga Ruydíaz que le pica el muslo al
guardapiolas. Ahora es el turno de Stuani que vacuna sin problemas. A su vez,
Yoshi rompe las mallas, las reglas y todo lo que se llama arco de espectacular
zurdazo. El uruguayo Valverde la mete. Replica
el Rayo Advincula con un
derechazo, gritando que no por gusto juega en Rayo Vallecano. La tanda uruguaya
la termina Torreira que anota y la cosa se pone peluda. El elegido para cerrar
el Portón de la Gloria o tomar el avión de regreso es el Oreja que camina
tranquilo, se cuadra, mide, arranca el carro, pisa el acelerador. Muslera se
tira a la derecha y el disparo de Dumbo Flores entra por el centro a dos
centímetros del chimpun del golero charrúa.
¿Qué sigue? No lo sabemos porque todos
están saltando y gritando. No lo vemos pero Dumbo debe haber salido aleteando
con sus orejas de murciélago. Lo que sí se sabe es que el piloto del avión gira
la nave y emprende viaje a Montevideo. Ahora se viene otra historia, el Clásico
del Pacífico. Buenas noches patrióticas.
buena crónica, hermano linceño. Pero no debemos crear falsas expectativas porque el equipo no está jugando bien, ni siquiera regular. si revisamos el video, Perú solo tuvo un tiro al arco uruguayo en 90 minutos y mas. Ayer nos salvó el var, pero se viene un partido contra Chile, de quien debemos defendernos con cuatro volantes mixtos.
ResponderBorrares cierto lo que dice el columnista que casi todos estan bajos de produccion.
ResponderBorrarcomo peruano que soy no me gusto como jugo la seleccion, y como celeste debo reconocer que yotun esta falto de futbol
el que esta jugando bien es advincula.... el nerito solo ha tenido problemas con el puntero brasileños pero a los otros se los comio con sapato y todo......me hubiera gustado que gareca ponga a bayon para que quite pelota en el medio campo.vamos peru carajo a ganarle a los rotos