Por Manuel Araníbar
Luna
El cervecero entraba golpeado , luego de la derrota ante
Melgar, y no sólo por el revés sino por la seguidilla de partidos. Tras la oportunidad que se desperdició para alcanzar a
Binacional, se tenía un colchoncito de 3 goles a favor, gracias a la
goleada en Chile. Como se sabía que los
hispanos venían a jugarse el todo por el todo, los celestes entraron a dejar
pasar el tiempo.
Unión pateadora...
Aprovechando
los golpes recibidos por los celestes de la retahila de partidos, y para no perder
la costumbre, la orquesta sinfónica española decidió interpretar el concierto
para combo, codazo y patada número 2. Y
es que en su impotencia los hispanos confundían
las piernas de los cerveceros con la pelota. El árbitro paragua obsequiaba tarjetas de presentación, pero abrumado por
tantas faltas decidiría no seguir viendo las agresiones pensando en que si
mostraba la roja a todos los visitantes iban a terminar jugando sólo contra el
arquero quien, dicho sea de paso, reclamaba por todo, incluyendo el costo del
hotel y de los panes con chorizo.
No armaban ni una
carpa...
El
actuar de los celestes, más que parsimonioso, era obsequioso, al cederles la
iniciativa y el medio campo, mientras que los sureños, agradecidos , al tener
la puerta abierta, se metían hasta el baño, creando con esto varias situaciones
en las que la pelota, resentida por el concierto de patadas que no estaba
programada en el espectáculo, se negó a entrar. Calca y Cristian “Cara de Bebe”
Ortíz, con el antecedente de haberles metido un par de golazos en Chile habían
estado maniatados y pediatados (si
cabe el término). No armaban ni una carpa. Los visitantes los encimaban, dándoles
chiquitas y grandotas. Para decirlo en breve, cuarenta de los primeros cuarenta
y cinco minutos se jugaban en campo celeste. En los seis minutos restantes, Cristal anotó
dos goles.
Temblor en las
tribunas...
Cuando
los dejaban respirar un poquito, Cara de
Bebe jugaba en paredes chicas, Calca abría cancha y Piki se multiplicaba por
tres. En una de las poquísimas opciones, Titi mete un centro bombeadito para
que lo empalme Chorri 2, pero el defensa Palomeque se palomea y lo sujeta como
tombo a pirañita. Pena máxima que reclaman los chilenos arguyendo que sólo era
un abrazo de amigo. Recontra saltón por los dos penales fallados en los últimos
partidos, Vivas se tapa los ojos y agacha la cabeza en gesto de “no quiero ver”. Chorri 2 decide desquitarse
de anteriores regalos, patea fuerte a
media altura y la pelota infla las mallas. Temblor y gritos en las tribunas. Vivas,
al escuchar los gritos, abre los ojos de loco y sale corriendo creyendo que es
un sismo de verdad, pero no, es el Extremo que calienta el cemento. Uno a cero,
que si bien no es un marcador
justiciero, por lo menos trae tranquilidad, la cual es sólo para los rimenses,
porque los sureños vuelven a obsequiar patadas a diestra y siniestra, arriba y
abajo, al frente y atroya.
Cara de Bebe es el
autor...
A
causa de una de esas caricias se suscita un tiro libre algo alejado del cajón que
patea Cara de Bebe. Este la centra, Piki se mete como carrito chocón y la bola
le roza la peluca de apóstol charrúa con camiseta celeste, da un bote que
tampoco alcanza el marcador grandazo pero torpe, y sigue su camino metiéndose a
la canasta ante la desesperación de Sánchez que, al no encontrar al árbitro
para reclamarle por el tránsito en Lima, agacha la cabeza resignado. 2 a huevo.
Piki -honesto él, magnánimo él, generoso él- celebra mas no acepta felicitaciones
y señala a Cara de bebe. Este suelta
el chupón y pide que le regalen su play station.
Canchita, chifle y
zarandaja...
Para
el segundo tiempo, tempranito nomás, Pacheco engancha para afuera y quiebra a
un tronco chileno, da media vuelta de torero, el tronco lo jala con un gancho y
Nando cae. El paragua sopla la vuvuzela y señala el punto G. Penal dudoso, pero
si lo dice el paragua, hay que obedecer. Los celestes dicen que bueno, pero los
once chilenos reclaman de todo, hasta que el kilo de carne es más barato allá
en su tierra. La toma Canchita y la mete acompañada con chifle y zarandaja. Tres
a huevo, sube el marcador y también el número de patadas, como si les
pagaran por cada agresión. De ahí hasta el final todo son avances y fouls. ¿Se
perdieron goles? Varios, una al palo y otra a las tribunas, pero bah, se ganó y, algunos contusos van directo a
la enfermería, después más na’.
Buenas noches.
jajajaja. ahora q van a decir los kagones, deben agradecer que le quitamos la saladera en watuter.
ResponderBorrarpoco a poco ortiz se va asentando. no me gusta que le sigan comparando a cristian palacios con el chorri al que no le llega ni a los talones. tampoco me gustaron los oles. los chilenos se picaron y empezaron a meter patada. calca salio lesionado y pacheco tambien