Por Manuel Araníbar Luna.
1.
La
llegada del Comandante. Marcó un rumbo definido y supo
planificar la estrategia de acuerdo al rival de turno.
2.
La
contratación de Merlo. Desde el primer partido Omar
mostró calidad, seguridad y regularidad. Dirigía a su retaguardia, iba bien por
alto y los relevos y cruces se personalizaron con su estilo.
3.
El
ordenamiento de la línea defensiva. El hecho de tener la
valla menos batida del campeonato dice mucho de la concertación y el trabajo en
equipo.
4.
La
seguridad del Pato. El Cóndor le dio confianza al Pato (un
diálogo entre aves). Como es usual en Europa, Alvarez fue en muchos trámites un
back adicional, a veces creando desconfianza en la hinchada por lo arriesgada
de su posición fuera de su área, pero así le gustaba al Comanche, con el
arquero adelantado para habilitar a sus marcadores.
5.
El
repunte de Revoredo. El jugador más cuestionado por la
hinchada respondió (y supo anotar) en los
partidos más difíciles. Su recuperación fue en ascenso hasta consolidarse en
los playoff. ¿Y gracias a qué?
Pregúntenselo a él. Les responderá que se lo había propuesto y le puso mucha
dedicación.
6.
El
ataque relampagueante. Imitando al avasallante estilo
impuesto por Mosquera en el 2012, el Comanche ordenaba atorar (y alborotar) a
las defensas desde el saque con un ataque fulminante y letal.
7.
La
preparación física. De nada te sirve jugar bien durante
medio tiempo si en la complementaria vas a deambular con la lengua afuera. El
cuerpo técnico los preparó para resistir los noventa minutos tanto en la gélida
altura como en las canchas más tórridas del Perú soportando seguidillas de partidos
de cada tres días.
8.
La
contratación de Herrera. Se le conocía como goleador cuando
jugaba en Melgar pero venía precedido de una sequía de un año sin jugar ni
golear. Las infografías del Tanque del 2017 no eran prometedores (sólo siete
goles). No obstante, llegó, pugnó, anotó y marcó un récord que perdurará muchos
años.
9.
La
promoción de jóvenes valores. La formación de un adolescente
en la cantera es una moneda de inversión para el futuro. A veces el cajero automático
no arroja saldos favorables, sin embargo esta vez dio resultados. Fueron
promocionados jugadores como Gómez, Madrid, López y Olivares. Estos dos últimos
anotaron en el primero de los playoff.
10. La
acumulación de puntos en el Torneo de Verano. En el candente
verano limeño Cristal fue una máquina que arrasó con cuanto equipo se le
opusiera. Los desinformados no preguntaban por el resultado sino por cuántos
goles habían ganado los celestes.
11. La
consolidación goleadora en el Apertura. Para no dejar dudas,
la fuerza ganadora se consolidó. Los envidiosos de siempre que alegaban que el
fixture del certamen de verano había favorecido a la Máquina Celeste se
tuvieron que meter la lengua al bolsillo más oscuro del pantalón.
12. El
destape de López. En sus inicios se desempeñaba como marcador
por la izquierda. La lupa del Comanche mostró que tenía fuelle y calidad para
recorrer la cancha a todo lo largo, triangular, centrar y meterla. Todo esto le
sirvió para que a fin de año lo contraten en la MLS de Gringolandia.
13. El
retorno de Piki a la volante. Este era el clamor
popular y mediático desde el 2014, pero parecía que los anteriores
técnicos no querían quitarse el chip. Piki
se ubicó diez metros más adelante y los resultados positivos fueron llegando
casi de inmediato.
14. La
ardua tarea de los volantes mixtos. Su trajín era el más
sacrificado, bloquear a los armadores rivales, apoyar a su defensa, taponear
huecos y cubrir flaquezas, correr junto con los delanteros a pisar el área
contraria y luego regresar. La misma faena de Piki multiplicada por tres.
15. El
armado de juego. Sería injusto mencionar solamente a
Calca, Gabo y Loba como armadores cuando es una verdad de catedral que cuando el
rival incrementaba el bloqueo contra la
línea de armado, hasta el mismo Merlo ponía su granito de arena y lanzaba
pelotazos para que corran los extremos.
16. El
repunte de Costa. Había obtenido el campeonato del 2016
con el once rimense, sin embargo, durante el siguiente año Gabo no pudo
consolidarse por una serie de lesiones que le impidieron descargar todo lo que
sabía y podía. En el 2018 se desquitó, además pasó a convertirse en el jugador
más fauleado por las defensas adversarias.
17. Los
goles. Una camionada de goles para trasladarlos en volquete, ciento trece tantos anotados
fue un dato que trascendió en las redes deportivas mundiales. Vale decir, asimismo,
que los artilleros desperdiciaron el triple de esa cantidad. Tan sólo en el último de los
playoff se perdieron seis.
18. La
unión del grupo por un solo objetivo. Desde 1956, Sporting
Cristal siempre ha peleado campeonatos, y desde principios de año se tatuaron
en la frente la frase “a campeonar se ha dicho”. Y por último, pero no menos
importante:
19. El
apoyo de la sufrida hinchada. A los principios de
año, el hincha, decepcionado por la campaña del año anterior asistía un tanto
desconfiado porque de Salas sólo llegaban unas fotos en las que se parecía a
Condorito. No obstante, con la acumulación de triunfos fecha a fecha, familias
enteras pugnaban por conseguir entradas para la final. Y, en el último partido,
dejando de lado las desavenencias, en un estadio pintado de todos los matices
de celeste, las barras cerveceras saltaron, aplaudieron y cantaron al unísono “Somos
la Fuerza Ganadora”
Queda
para el debate el incremento de otros factores claves, puesto que nadie es dueño
de la verdad absoluta.
de acuerdo en casi todo menos con lo de revoredo. para mi fue el peor jugador del equipo seguido de chavez
ResponderBorrarNO SOY HINCHA DE RENZO PERO HAY QUE RECONOCER QUE FUE UN FACTOR CLAVE EN MUCHOS PARTIDOS DEL CAMPEONATO. INCLUSIVE CON EL GOL QUE METIO A LAS KAKAS SE ABRIO LA RACHA DE SIETE GOLAZOS EN DOS PARTIDOS.
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