MARQUITO LÓPEZ Y SU PRIMER GOL EN EL PRIMER EQUIPO.

Por Manuel Araníbar Luna

Los DTs con pupila profesional observan  en los jóvenes valores algunos detalles que se les escapan a hinchas y comentaristas. Ejemplos hay muchos. Julio César Uribe era un adolescente que jugaba de punta y rompía cinturas en el área rival. El recordado tío Tim, DT de la selección peruana que clasificó al Mundial de España 82, le dijo que podía romper más cinturas llevando bola desde el medio campo y con ello armar ataques letales. Y ese fue el punto de arranque internacional de JCU.

Mosquera, Piki y Advíncula…

Años después, Roberto Mosquera vislumbró que Cazulo, volante por derecha que venía de la Vallejo, podía ser el 6 que necesitaba el equipo para contención en el medio campo. Piki puso reparos. Mosquera insistió.

—Jorge, en mi esquema para este campeonato sólo hay un puesto para ti, serás contención.

Piki cambió de cara pero aceptó el reto. Y los celestes campeonaron con un Piki premiado como el mejor jugador del certamen 2012. La misma situación se dio con Advíncula, quien también era volante por derecha. Mosquera le vio condiciones para jugar de marcador carrilero. A Usaín no le gustó la idea.

—Profe, porfa, no me ponga ahí porque yo no sé marcar.

—No te preocupes, yo te enseño y vas a ver los resultados.

Hoy Piki y Usaín agradecen a Mosquera por la decisión tomada.

¿Quién es el 20?...

Los hinchas cerveceros se preguntaban uno al otro quién era el autor del primer gol cervecero  de furibundo cabezazo al Melgar. Su nombre es  Marcos Johan López Lanfranco (20/nov/99, 67kg/ 1.76mts), 18 años, le falta un año y meses para la veintena pero  juega con el 20. Su puesto nominal es de marcador izquierdo, posición en la que Jair tiene el candado y la llave.

Salas  le vio a Marcos Johan condiciones como multifuncional y tomó la decisión de ponerlo diez metros más adelante y hacerlo jugar ante el difícil cuadro rojinegro. Marcos aceptó, y vaya que le fue bien. No demostró nerviosismo al pisar la cancha al lado de jugadores cuajados ni tampoco se chupó ante los choques y atarantes de rivales mañosos. Sin embargo, un milisegundo de desconcentración pudo complicarle las cosas. En un momento del partido se dejó llevar por la calentura del duelo y  metió la pata en un tercio que no le gustó a Salas cuando forcejeó con un rival para no dejarlo sacar rápido, ganándose con ello su primera amarilla en un partido oficial. No obstante, ese frentazo con el que le sacó treinta centímetros de ventaja a Barney  y que dejó estático a Platanazo denota que va por buen camino. Claro que un gol en su debut no lo va a convertir en estrella, pero es el primer peldaño de una carrera que, bien llevada, le va a forjar un futuro.

Una copia de la llave…

Al final del partido Marquinho fue uno de los jugadores más asediados por los medios. Respondió con soltura: “Jugué de extremo y me sentí bien. El profe me puso ahí y creo que hice el trabajo de la mejor manera”.

Luego, se expresó con humildad: "Agradezco a Dios por el gol que se me dio. Converso con los mayores, ellos me dan confianza, siempre me hablan, me aconsejan que es lo que debo hacer, en especial Jair Céspedes".

Sólo resta sugerirle que no se envanezca y que mida sus impulsos. El resto va a llegar en alfombra celeste. Ah, Jair va a tener que ir sacando una copia de la llave para Marquinho porque, si se dan las cosas, en poco tiempo podríamos tener un carrilero con gol, un puesto muy difícil de hallar en el medio.