TOQUE PERUANO 2, TRONCOS CROATAS 0.

Por Manuel Araníbar Luna

Buen marco como para que los peruchos se sientan en casa. Bien,  tribunas llenas de camisetas rojiblancas. Banderas, bulla, chelas, pitos, matracas, casi todo el estadio cantando el himno, salvo unos cientos de hinchas croatas con camiseta de ajedrez.

Recordando las pichangas…

Y los peruchos arrancan jugando a lo que saben, a la inspiración, a  lo que se les ocurre de repente, al toque, taco y pisada, tuya y mía, pa’ ti pa’ mí. Todo bonito  y los espectadores miamenses -ausentes muchos años- derraman lágrimas cheleras  recordando sus partidos de fulbito con apuestas de una caja de cerveza para tomarla sentados en la puerta de la alcahueta bodeguita de la esquina. La hinchada, ya hinchada de cerveza y de recuerdos se deleita viendo a sus peloteros  dejando en ficha a puro toque a esos  once robots  europeos, tiesos como roperos de dos cuerpos.

…Y regalando el medio campo…

Pero cinco minutos después, el recuerdo  de la cancha de fulbito y las pichangas  se esfuma con el vaho de la chela. Los rojiblancos caen en un embudo de errores y se desarman   en un desorden donde el capitán es el caos y el teniente la anarquía: pases al contrario, individualismo, un marasmo del que no tienen cuándo salir. Cada uno quiere agradar a la tribuna queriendo hacer la suya, la consagratoria, la que le gana aplausos y fotos en los medios. Pero el Tigre -que le gusta el orden- se arrebata tanto que las rayas se le tiñen de verde. Los croatas se agrandaron más de lo que parecen, como si  se enfrentaran diez  peruchos contra  quince  croatas que han cambiado su uniforme de mantel por uno oscuro. No hay cómo armar una pared. Los balcánicos se adueñan del medio campo y le ponen candado. Al Tigre se le alborotan las greñas como solterona sin maquillaje.

El veneno de la Culebra…

Habíamos hablado de inspiración la que te hace resolver un encuentro sin fijarte en esquemas de pizarra. El peruano es así, improvisa con lo que tiene, si se termina el gas cocinas con leña, si no hay leña rompes la pata de un mueble y si no hay muebles quemas periódicos, y así solucionas la jama.  Bueno, los croatas les habían cortado el armado y las encomiendas al medio campo perucho. No había gas ni leña ni periódicos, de modo que tenían que arreglárselas solos.   ¿Qué hicieron? Lo que hablamos, inspiración y aprovechamiento de los errores. En efecto, se equivocan los colorados por una triangulación en salida, aprovecha la Culebra  y fusila en guan, pero la munición le rebota a uno de ellos que no me acuerdo cómo se llama pero su apellido termina en “ic”, el arquero Subacic se tira para el otro ladic y Perú empieza a ganar. Unic a ceric.

Ventaja en el tablero pero los ajedrecistas siguen dueños del balón. Cuando Modric y Rakitic se enfrentan en los partidos del Madrid y el Barza sacan chispas, truenos y relampagos, y  cuando se juntan en su selección hacen fintas y paredes, pero ya hemos dicho que los otros ocho son ladrilleros y no aprovechan los errores cholos. Gracias, cuadriculados, porque la defensa perucha pierde pelotas en salida que da miedo.  Es que se han olvidado del antiguo dicho: 

 Cuando está cerca el rival

tocarla en corto está mal.

Si la revientas al medio,

santo remedio.

 Pero no hacen caso. Luego Trauco se la lanza a la Foca que se le prende el foco y hace un sombrerazo cajamarquino y remata con una media chalaca pero sale desviada. Y luego nada de nada de nada. Dan los 45’ y el soplapuchos dice que vayan a tomarse una gaseosa.

Segundo tiempo y segundo gol.

Ya en el camarín, los jalones de orejas del Tigre.

-Pero che, somo tocadore, lo somo. Somo mejore que esho, lo somo. Vamo a tocarla en paré.

Para el segundo aire vuelve el fulbito y vuelve la alegría. Empiezan a triangular, a cambiar de puestos, tú para acá tú para allá, tú subes, tú bajas, tú me la pasas y yo te la devuelvo, tú corres y yo te la lanzo en callejón: ¿saben cuántos toques fueron? Trece toques. El último es un pase de Cuevinha en profundidad para Farfán que se mete en diagonal como  sicario en moto, la alcanza en la raya de Maradona y la suelta al área chica  donde al Oreja sólo le basta empujarla. Dosic a ceric.

Pero la candela se les vuelve a apagar. De nuevo obsequian el medio campo a los balcánicos. El toque regresa pero muy esporádico, se pierden goles por acomodarse para la foto. También pierden pelotas en salida por hacer  paredes  de fulbito. El Tigre se jala las mechas y mienta la madre en lunfardo cuando se les da por salir tocándola finito en área propia. ¿Resultado? Los croatas casi nos vacunan. Menos mal que Cáceda está en su noche y pesca un cabezazo al piso, y otra más, y otra y otra casi a los 45’. El árbitro no entiende lo que croan los croatas y prefiere soplar diciendo chau. Buenas noches.

CODA.

·         Dicen que los peruchos son los reyes del toque, y que el peloteo de inspiración es más lindo que el fútbol-máquina. Y eso es lo que los hace engreírse. El toque de fulbito destroza cinturas, alborota a las tribunas y fomenta oles,  especialmente si los adversarios son troncos europeos. Pero cuando se triangula y no se avanza el adversario vuelve acomodarse y aglutinar gente. Cuarenta años atrás, se tocaba en pared pero avanzando a toda velocidad, mientras hoy la tocan como en pichanguita de suplentes: camotito para arriba, camotito para atrás. No pues, así no hay sorpresa.

·         Pero peores secuelas se dan cuando ese mismo toque en pared se hace para salir de un atolladero en área propia. Anoche se cometieron torpezas en salida que pudieron ocasionar el gol del descuento. ¿Por qué no la revientan y así alejan el peligro?