Por
Manuel Araníbar Luna
Es un hecho que los hinchas
celestes no celebramos victorias de terceros sobre nuestros eternos rivales. Mucho menos
celebramos empates ante nadie. No obstante, celebramos este gol de la igualdad,
y no por el marcador final sino por la jugada que terminó en el arco del equipo
del otro lado del Zanjón.
La fantasía de Júnior…
Fue
el mejor gol del 2012 en el Perú, y uno de los mejores del año a nivel mundial.
Inolvidable por la manera en que Júnior contragolpeó eludiendo a toda velocidad
a los defensas del equipo de Matute, llegando al banderín del córner. Tres
defensas -¡tres!- lo rodearon. ¿Y qué hizo Júnior al verse acorralado? La
cuchareó por encima de las piernas de los impotentes marcadores que levantaron
la mano reclamando que la pelota había salido. Peor aún, se rascaban la cabeza
preguntándose si no estarían soñando. Pero la chancha no se fue porque el
Júnior le negó la visa de salida y más bien le dijo que tenía entrada…al arco.
Levantó la cabeza y vio que Renzo llegaba al filo del área. Junior lo invitó a
comerse el arco. El Pincel agradeció el bizcocho y de un zurdazo embarazó las
drizas. Como para no creerlo.
¿Estuvo
enjabonado?
Y
hasta ahora sus marcadores se pellizcan preguntándose por donde se escapó Ross.
¿Es Júnior invisible? ¿Habría hipnotizado a los pobres muchachos? ¿Habría
estado enjabonado? ¿Lo dejaron pasar sus tres marcadores -¡tres!- de puras
buenas gentes que son? Nadie lo sabe. Lo cierto es que la mitad del estadio -sí
la mitad, aunque algunos envidiosos digan que no existen hinchas celestes-
saltó y gritó enmudeciendo a las barras rivales, no porque fue el gol del
empate sino por la obra de arte de Ross. No sabemos si se vio en Europa o lo
retransmitió la Fox, pero lo cierto es que quedó grabado en la retina de los
amantes del fútbol arte.
“Lo
grité como si fuera mío…”
"Los
partidos se motivan cuando tienen a un rival fuerte, clásico y ellos también
deben sentir lo mismo cuando se enfrentan a nosotros. Son partidos abiertos que
me gusta jugarlos", dice Ross en su página web.
“Me
acuerdo mucho de la jugada”, continúa Júnior emocionado, “por
la izquierda yo ya no tenía ángulo y pude hacer una buena jugada superando a
dos rivales y habilito a Renzo (Sheput). Ese gol lo grité mucho como si fuese
mío porque ya estaba casi perdida la pelota… espero hacerle uno a ellos con
esta camiseta".
Ese
gol sí fue tuyo…
No
obstante todo el mundo dice, Júnior, que ese gol sí fue tuyo, aunque las
estadísticas se lo adjudiquen a Renzo. Y estamos seguros que Pincel también te
lo adjudica a ti.
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