Por Manuel Araníbar
Luna
Y no es que el veterano cantante
venezolano se haya puesto a cantar su añejísima balada que le hiciera famoso. Es que los argentinos como dueños de fecha
y de casa, escogieron la Bombonera, para
qué? ¡Sí, para qué? Para incomodar, molestar., perturbar, asustar, atarantar, y
otros verbos que en síntesis significan “joder la paciencia”.
Eran
los dueños, pues, y lo pregonaban en la Fox con sus clásicos denostaciones y menosprecios
asegurando que, como tenían la llave de la casa- podrían meterse al cuarto del
inquilino cuantas veces les diera la gana y chotearlo con un “!sal de acá, perucho!” por la simple y
sencilla razón de que, repetimos, eran los dueños de casa, che. Pero ser de
casa y no anotar es como ser dueño del harén siendo un eunuco. Y aquí viene la
canción del Puma Rodriguez:
Dueño de ti, dueño de
qué, dueño de nadaaaa♫♫♫
Porque
empezaron como dueños de todo y terminaron dueños de nada. Ni la Bombonera asustó
a los peruchos, ni Messi fue el Messías. Ni Mascherano fue el Súper Macho ni Di
María cantó el salve salve. Nada les
salió bien, como si les hubiera caído la macumba. En verdad, los once albicelestes
eran, y siguen siendo, un conjunto de
grandes individualidades, todos muy destacados en sus clubes de Europa y el
medio rioplatense, sin duda, pero un equipo debe ser como una máquina donde
todas las piezas encajan y crean movimiento. Sin embargo anoche, este grupito
era una botella del mejor champán, pero sin nadie que accione el sacacorchos.
Esa
fue la escuadra argentina, más floro que punche, más salsa que pescado, más
ladridos que mordedura. Porque de llegar, llegaron, como el novio que en la
noche de bodas se queda dormido sobre el tálamo nupcial antes de...
San Pedro y las llaves
del punto de oro.
San
Pedro, guardián de las llaves del cielo, se las dejó encargadas a su tocayo San Pedrito
Gallese. Este, con esas mismas llaves le cerró las puertas a Messi y su séquito.
Soberbia actuación de la Pantera a quien se le escapó solo una, que fue a dar a
San Tronco (el santo patrono de los arqueros). Porque Pedrín sacó varias a puro
pecho, saltando como una pantera y zambulléndose como campeón de saltos
ornamentales. Pedro mereció la nota 20, y se comió la bombonera con todos su bombones, pero no cometamos la injusticia de
poner a un solo jugador en un altar. Casi
todos jugaron bien, y los que no sobresalieron por lo menos cumpleron con el
objetivo trazado.
Y
es que algunos peruanos amantes de poner peros ya están diciendo “pucha
que empatamos de lecheros”, Que Paolo no hace nada solo, que la a Foca no
se le prendió el foco, que el Oreja jugó Torreja, que a Corzo le quebraron la
cintura, que Yoshimar no jugó como la
vez pasada y que los huevos del pato, patatín patatán.
Todos
lo vimos: Paolo esperándola y peleándola arriba siempre contra uno o dos
argentinos prácticamente solo porque la Foca y Oreja tenían la misión de apoyar
a los zagueros, bloquear el armado de los locales y tapar bandas para que no se
proyecten los ches. ¿Con qué aire iban a soportar un partido durísimo? Tapia hizo la tapia hasta que se agotó. Era la salida por la derecha aprovechando el hueco que
dejaban los argentinos. De sus pies salieron muchas jugadas aunque por el juego retrasado no se aprovecharon.
Yoshi era la salida, cortaba y lanzaba ¿pero a
quién? Porque Paolo siempre tenía a un che que le respiraba a la nuca por lo
cual tenía que bajar a recoger pelota desde la media cancha. La medida no era
aventurada ni chiripazo. Gareca lo quería así para jalar gente, para crear
vacíos, los cuales deberían ser aprovechas por que la Foca entrando en
diagonal, pero el rey del Totó estuvo
en otra misión, la de tapar zonas. El otro Pedrito, Aquino, entró conla misión de
colaborar en tod la cancha y así lo hizo atracando y bloqueando sin importarle
la tribuna. Así hasta el tiro libre de Paolo que casi casi. Pito de Sampaio y
chau.
CODA.
Sería
injusto declarar que los argentos se metieron sin permiso al área como Pedro
(Aquino) por su casa, porque Perú tuvo un mérito en las cosas que ha logrado Gareca con el jugador
peruano: darles actitud y disciplinarlos. Actitud porque no le tuvieron ningún
respeto a ese Cuco fabricado por la prensa che llamado Bombonera. ¿A ver, que le digan a Chito De la Torre que
la Bombonera es la Casa de Drácula? ¡Pamplinas!
Y
lo otro fue la disciplina. Disciplina táctica y disciplina personal. La línea
defensiva estuvo bien plantada. Corzo y el Charapa Trauco, salvo dos chiches
que les hizo el maledetto Benedetto
aseguraron las bandas derechas aunque sin proyectarse porque hubiera sido un
sacrilegio dejar al Santo de los Guantes defendido
solo con el Mudo que tuvo rapidez mental, como siempre, para anticiparse en
todas, y con Araujo que hizo el partido de su vida, sabiendo que la
refrigeradora marca Messi estaba al
acecho aunque rematando hasta el pecho. Y en cuanto a lo personal, ¿ya vieron
que desde que se terminó ese mamarracho llamado Los Cuatro Engreídos ya no gobiernan
el equipo? No es casualidad. Aquí hubo manija.
Los
argentinos se quejaron de que Perú se tiró para atrás. ¿Y qué querían, que les
dejaran la mesa servida, con postre, vino y café? Ya pues, serán los dueños de
casa pero no hay que ser tan Conchán. Había que ser caído del níspero para
jugarles de igual a igual teniendo en cuenta que ellos tenían mejor plantel. Jugarles
al ataque con todo sería como atacar con un palo un nido de avispas. Otra hubiera
sido la historia si en la cancha hubieran estado La Culebra y Usaín Advíncula,
que son verdaderos contragolpeadores.
El
soplete carioca Sampaio fue benevolente con su casi tocayo Sampaoli. Le mostró
la amarilla a Bigna luego del alevoso foul contra el volante peruano pero este
siguió pegando con impunidad, al igual
que Mascherano, sabiendo que no los iban a expulsar.
MORALEJA.
Sampa:
para ti hay algunos dichos sueltos: te fortificaste, pusiste cancha agresiva
pero no te preocupaste de lo principal, que tus dirigidos hablaran el mismo
idioma. Tu equipo no iba a ganar ni así expulsaran a dos peruanos porque no te
basaste en el juego sino en escoger la
Bombonera que pensaste que iba a ganar solo con mencionar su nombre. No te
entendieron ni se entendieron entre sí. El fútbol exitoso da resultado cuando se
juega con hombres y no con nombres. Y para terminar, para hacer tortillas
primero hay que romper huevos (léase: “deshacerse de las vacas sagradas”), como
ha pasado en tierras cholas). Buenas noches.
exelente cronica. todo esta bien pero me hubiera hustado que juegue lucho advincula. el sambo tiene recorrido por sus puntas y sabe centrar porque por la derechano creamos ningun peligro. arriba peru carajo.
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