Por Manuel Araníbar
Luna
Luego de una derrota de visita, volvemos
a jugar en casa (y en familia). Poca gente nuevamente, porque así sucede cuando
una campaña es irregular. Nadie da un céntimo por el resultado de este partido porque la afición últimamente está decepcionada... pero los jugadores no.
Con grilletes electrónicos…
Los rimenses entran a la cancha con dos parches en la
línea defensiva. Ballón a la derecha reemplazando a Chavetita, y Abram en la
zurda por Jair, quedando de centrales Charapa y Piki. Cinco metros más
Adelaida, se cuadra Ysique de salida. Calca, Rojitas y Ortiz para para distribuir los víveres a los
delanteros Flavio Gómez e Irven. Y vengativos, con la intención de quitarse la espina de los varios
reveses sufridos ante los delfines chalacos que -como en anteriores partidos-
buscan frenar la velocidad de los toques a pura cargosería, porque así son de
chinches los amarelhos, unos tíos que no
dejan armar, que jalonean, anticipan, muerden, arañan y traban con la consigna
de no los dejarlos salir, como si los cerveceros estuvieran con arresto
domiciliario.
En
efecto, pareciera que en el Gallardo estuvieran esperando a los empadronadores
para el censo porque no salen de su
cancha ni para comprar el pan. No obstante, luego de unos quince minutos de
tanto zafarrancho, se quitan los grilletes electrónicos una vez que se percatan
de que los amarillos no han venido con lápiz, fotochecks ni formularios a
censar sino a fregar la paciencia. Los armadores de casa -rápidos y furiosos- empiezan
a triangular. Ballón y Piki se multiplican por todo lado para darle un manito a
Ysique y Calca en el medio y sobre todo
a Rojitas por la derecha. Se sueltan entonces como hámsteres por todo el campo
y recién recuperan la alegría, la energía,
la actitud.
Barrabás rompe las redes...
A
la mitad del primer tiempo llega el premio al esfuerzo. Ballón se come el medio
campo y, como nadie lo marca, se la
juega para Alexis y se sigue metiendo por siaca para ver si se gana algún
rebotecito. Rojitas no lo piensa mucho y la centra fuerte y rasante para Irven
que se ha metido al punto de los penales, pero llega a la cita un cachito antes
que la bola. Estorbado e incómodo, el goleador de la número 11 la toca feo para
atrás, entonces se aparece el Barrabás (que ya dijimos que se estaba metiendo
por siaca) y este, sin compasión ni respeto, le mete un abusivo puntapié como
si la pelota fuera una cualquiera, y con ello preña a las redes en una
desfloración del marcador que le da chamba al técnico del tablero electrónico.
Uno a cero y los poquísimos celestes de las graderías celestes dejan de
masticar el pan con pollo y vuelven a sonreir (al menos en el primer tiempo,
como veremos más adelante).
Como sacacorchos…
Pero
los hinchas aún tenían un lugarcito en la muela para el segundo gol. Una pintura
de gol, un gol para ponerlo como fondo de pantalla, un gol para celebrarlo con cadenetas
y pica pica. El chicharrón de la jalea, el gol de Irven. Como ha sido una
constante en el partido la jugada la arranca el ex Barbas adjudicándosela a
Rojitas como único heredero. Alexis amaga por la derecha y quiebra a su
marcador, amaga para la izquierda y lo vuelve a fracturar, vuelve a curvar la
cintura y el pobre marcador queda retorcido como un sacacorchos. La centra al
pecho de Irven que la mata, le deja dar un bote y caído en el pasto mete un huaracazo rodante que pasa filtrándose
entre Barney, Contreras y Araujo,
dejando a Nicosia tirado y desvalido como borracho venticuatrino. Dos a huevo, y los celestes siguen tocándola,
contragolpeando, cambiándola de banda, retrocediéndola, en resumen, paseándola,
dándole
movilidad escolar gratuita. Y así se meten al camarín a los 46’, satisfechos de
haber mojado dos veces.
Despertando de la
siesta…
Al
regreso, la misma satisfacción les hace pensar que todo está consumado y que se
puede seguir metiendo goles hasta con los ojos cerrados. Esa autosuficiencia, esa
panudez, les crea una abulia mental, un acojudamiento, como si quisieran
echarse una siestecilla en el pasto. Malo, muy malo, recontra malo, porque los
amarelhos recuperan fuerzas, engatillan sus pistolas y se adueñan de la cancha,
maniatando, asfixiando, enmarrocando las salidas de los cerveceros que sin
ganas de armar ni de bloquear le regalan el mediocampo a los chalacos. Y bien que los visitantes estuvieron a una
pendejécima de meter, con justicia, su primer tanto. Recién a los 38’ despiertan
cuando Rojitas, al ver con el rabillo del ojo que Ortiz se está filtrando por
la izquierda, se la entrega como muestra
gratis. Titi la centra arrastrada al área chica para que la meta el primero que
la toque. Y el beneficiado es el Rayo que sólo la empuja, que si no la tocaba
el gol iba a ser de Olivares, porque esa pelota tenía que entrar sí o sí.
Recién con ese 3 a 0, Pablo deja de renegar haciendo descansar a su garganta. El
árbitro… eeeh… ¿Cómo se llama el silbatero que no cobró un penalazo cuando un
amarillo metió la mano dentro del área? Ah, Mendoza, gracias Petisa. Mendoza sopla
la cosa y se encierra en el camarín con la banderillera buenamoza. Buenas
noches.
poco a poco se esta viendo que los nuevos muchachos la estan haciendo bien.
ResponderBorrarlo que no entendemos es como siguen manteniendo a tanto comechado que se la lleva facil en el club
por ejemplo el preparador de arqueros no hase nada para enseñarle a viana a tapar tan adelantado
lo demas esta armando de a poquit
LA VERDAD, NO CREO QUE REPUNTEN NI LLEGUEN A LA SUDAMERICANA. ES QUE ESTAN FOGUEANDO A LOS CHIBOLOS EN PARTIDOS EN LOS QUE HAY PUNTOS VALIOSOS. FLAVIO GOMEZ ES UNMUCHACHO QUE VA SERVIR A FUTURO PERO LE FALTA. LO IDEAL SERIA PONERLO A JUGAR PARTIDOS CON MENOS TRASCENDENCIA. LO MISMO PASA CON ISIQUE. AYER VIMOS COMO MALOGRABA LAS SALIDAS QUERIENDO JUGARLA LATERAL CUANDO SUS COMPAÑEROS ADELANTE SE LA PEDIAN. SANDOVAL ES UN JUIGADOR CON CONDICIONES PERO SIEMPRE QUIERE JUGAR PARA DESTACAR EL PERO NO PARA EL EQUIPO. DE TODOS MODOS VAMOS CELESTES, Y A PREPARAR EL EQUIPO PARA EL PROXIMO AÑO.
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