Por
Manuel Araníbar Luna
El miércoles la
moneda del Sporting cayó en cara, y el sábado le salió sello. Cuesta creer que
un equipo juegue completamente diferente tres días después de otro. Ante Matute
se perdió, pero al menos el once cervecero
metió ganas, jugando en conjunto y arrinconando al equipo matutero durante todo el partido en su área, intentando el gol con un dominio de setentaiocho
contra veintidós por ciento. No obstante, anoche se empató siendo
encimado, maniatado (mejor dicho pediatado) por un equipo más que todo entusiasta
y pegalón.
Malos Vientos…
Se jugó mal, indubitable argumento,
pero quizás sirva de descargo añadir que quienes conocen la cancha chalaca vecina del cementerio Británico
saben de qué hablamos. Y es que -sin quitarle argumentos al mal rendimiento- en
esa cancha, como en el Elías Aguirre, Campeones del 36 y otras canchas norteñas,
el viento acelera, curva o frena la trayectoria de la redonda. Con el viento a
favor se tiene un aliado gratuito, pero cuando se juega contra ese gélido y
traicionero viento, ese mismo factor es un puñal. La idea era aprovechar la
ayuda eólica en el primer tiempo
porque en el segundo era más difícil. Los celestes que han jugado ahí la han hecho varias veces.
En esa cancha han anotado grandes pateadores como Yoshi Yotún, Pincel Sheput
(de media cancha), Loba y el mismo Irven en Libertadores, todos ellos con
fuerte y curvado shot. Pero los celestes también han sido madrugados con ayuda
del viento.
Lo anecdótico es que en el primer
tiempo, jugando no muy bien que digamos, había por lo menos juego en conjunto,
se cambiaba de frente ofensivo, y aunque algunos abusaban de jugarse un solitario
con su otro yo, se llegaba. No muy claro pero al menos le provocaron un par de
revolcones al arquero. El cervecero era dueño de las acciones, sin embargo se tuvo
que ir al vestuario con un gol en contra producto de un penal por choque a la mano
(últimamente les están anotando de tiro con barrera y con penal) . Así se
fueron al descanso
Una
taza de chocolate caliente…
Pero en el segundo tiempo los
factores ordenamiento, equilibrio y juego en conjunto murieron por el mal aire
y se alojaron en el Baquíjano. Todos,
menos el arquero, empezaron a jugar cada uno para su santo. El que menos quería
llevarse a uno o dos jugadores chalacos con jugadas al estilo Neymar, para lucirse
en la vitrina como si en la gélida tribuna los estuviera monitoreando - congelándose
el trasero en el cemento, por supuesto- un representante del futbol europeo. El gol del
empate se logra gracias al empuje de Piki que incursiona por el centro del
campo como armador y dejando de lado el
pasecillo lateral se la manda de fresa al Irven quien, tiritando de frío, la
esperaba como a una taza de chocolate caliente. No pierde la oportunidad de entibiar
el cuerpo, la mata en el aire, le hace dar un bote y le teje al arquero con la
zurda un hermoso sombrero cajamarquino. Se
perdieron otras, unas por egoísmo, otras por apresuramiento y dos más por el
viento chalaco que se vistió de aurinegro. Cartagena, temblando de frio y de
miedo ante los macucones amarillos que se lo quieren comer en cebiche, pinta de
rojo al Rayo y sopla el chau. Buenas noches.
CODA.
Otro
Popeye. Merecida la expulsión de Ray. Pero el árbitro (?) miraba
para otro lado cuando los cerveceros recibían puntapiés alevosos de modo
sistemático. Otro Popeye que mira el partido para un solo lado.
Cutras
en el alumbrado. Hace varios años que la iluminación en el Grau es deficiente, sobre todo
en el sector Sur donde se anotaron ambos goles. Como lo sabe todo el mundo, esto
se debe a … (bah, para qué hablar de cutras políticas cuando se trata de
comentar un partido de fútbol).
A
jalar la palanca. No sabemos qué les sucede a los clubes (todos, menos el Sport Boys) que organizan partidos en el Grau. Mandan
sin contemplaciones a jugadores y entrenadores suspendidos, viejas glorias del
balompié y periodistas al cemento donde a
menudo reciben manifestaciones no muy cordiales de los hinchas chalacos. Hace unos años se formó un broncón entre varios achorados y dos periodistas brasileños durante el partido en que Cristal venció a Palmeiras.
Una vergüenza porque de inmediato los colegas cariocas lo propagaron a los cuatro
vientos. Y no fue la primera ni la última vez. Anoche hubo otro amago de bronca. No es que se pida protección policial personalizada,
sillas giratorias de gerencia ni mesas
con computadoras, pero en el cemento el
periodista no tiene ni cómo apuntar sus notas a punta de codazos con los
vecinos. A ver, una zambullida de cabeza en el inodoro a esos torpes organizadores
de espectáculos deportivos que merecen nota cero. Si lo desean pueden darle un remojón al árbitro de anoche.
Deben castigar esas actitudes de Sandoval. no es primera vez que le sale el matón. Algo le pasa a este muchacho. Hace unos días declaró que quiere jugaren el extranjero. Cuidado, porque los agentes no solo ven los videos de las mejores jugadas, también lo hacen para ver actitudes negativas.
ResponderBorrarSandoval pareciera que necesita de un psicólogo, algo está fallando en su Yo personal, se debiera estudiar su caso, de ser una promisoria figura puede perder piso y adiós futuro deseado, Vamos Sandoval,déjate de cosas y poses y dedícate a lo que has elegido, el tiempo sigue su curso y no quisiéramos ver tu carrera truncada, sé responsable contigo mismo y tu familia
ResponderBorrararanibar, no has escrito nada del problema de cazulo que iresponsablemente se gano la roja menod mal que fue correjida a tiempo. lo que hizo con la mano lo borro con los pies. otro que la embarraba era el cuy que queria haser su noche querioendo haser jugadas de lujo. y el tersero fue Chaves que fallo varias pelotas en salida. lo peor de la noche fue sandobal que todo el partido queria haserlas solo para el y por ultimo se hiso expulsar totamente delante del juez de linea. pero como les gusta complicarse no lo entioendo . de todos modos quiero a mi equipo y lo voelvere a apoyar cuantas veses sea nesesario
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