EDITORIAL.
En estos últimos tiempos es común
ver familias enteras en que los integrantes, reunidos en la sala o sentados a
la mesa, están conversando o jugando todos a la vez, pero … pero… por celular, desconectándose
de la realidad, indiferentes a las alegrías y desgracias de la gente
circundante.
Esa
misma percepción de la familia cervecera la tuvimos en estos últimos tiempos. Años
atrás era un polinomio con todos los factores actuando aglutinados, en sintonía,
como un solo puño. Los tribuneros
saludaban a los jugadores y entrenador, y aplaudían al plantel, sin importar el
marcador; los jugadores intercambiaban abrazos y fotos con la hinchada. ¿Por
qué? Porque ponían ganas, expresaban su actitud, luchaban hasta el final. Claro,
pifias y abucheos no faltaban, porque la tribuna no es una iglesia para
sordomudos, mucho menos un hato de
borregos ni un antro de zombies.
Como un gorgojo en el
arroz…
¿Cuándo
se avizoraba el divorcio? Cuando el hincha que saltaba en la tribuna percibía
que los once de la cancha no ponían ganas. ¿Y cuándo se perdió la interacción
cuasi familiar? Cuando se notaba al toque, como un gorgojo en el arroz, que
llegaban jugadores y/o directores técnicos que marcaban tarjeta pero no
marcaban la diferencia; cuando pensaban
más en el cajero automático que en el equipo, preocupados más en la trampa que en la mujer
oficial. Cuando llegaban buenos entrenadores,
excelentes profesionales, que vivían pensando más en los resultados del
Telepódromo que en los rendimientos del equipo.
Sentados sobre tachuelas…
Lo
que no nace no crece. Uno no puede obligar a los recién llegados a convertirse
en hinchas del Sporting. No pues, porque la celeste se lleva en la sangre y no besando
la camiseta para la foto.
Por
esto es que a los recién llegados la afición les pide que, mínimo, la respeten, que la suden, que vivan los
partidos, que, del mismo modo en que
expresan su alegría cuando ganan, acentúen su
pesadumbre cuando pierdan; que
luchen por su titularato, que por lo menos se les note molestos en el banco de
suplentes, anunciando el divorcio entre su trasero y el banco como si se
hubieran sentado sobre tachuelas, apretando las uñas y masticando rabias, rogando
que el DT los haga entrar como reemplazo
y sintiendo que son los llamados a aportar.
Apagando el celular…
Hoy
empieza una nueva etapa. Mejor dicho, se está remendando (suponemos) la
anterior. Y los remiendos deben empezar por la frase central de líneas arriba.
Se espera que nos sintamos todos en familia, alentando desde la tribuna, saludándonos
entre todos, cortando el chateo del celular y olvidando las carreras de
caballos cuando se viene un partido, sea este fácil o difícil; teniendo siempre en cuenta que La Florida es la
casa oficial y no la de la trampa.
Vamos,
a poner fuerza, muchachos, que poniendo
actitud para meter goles a la valla de enfrente y evitarlos en la propia valla
se evita el divorcio con la hinchada.
NO ME VENGAN CON CUENTOS. DE Q SIRVE Q TRAIGAN A PABLITO SI LA DIRECTIVA ES LA MISMA? LE VAN HACER EL EQUIPO, LE VAN A DECIR QUE A CAZULO SIGA COMO CENTRAL Y QUE REVOREDO SEA CAPITAN
ResponderBorrarPrimero que todo, hay que darles la oportunidad de demostrar que lo que pasó durante el triste paso de Del Solar no fue la famsa "camita". Si así fuera, se demostraría que es un remedo de profesionalismo el de los jugadores rimenses. Yo fui uno de los primeros en tratar de desmentir la supuesta argolla de Soto y compañía contra Sampaoli. Si se confirma que se hicieron ganar por sacar al DT, se demostraría que la argolla existió y que hice mal en defender algo que todo el mundo lo daba por cierto. Y me pregunto (preguntenselo ustedes también), ¿Qué sucederá si Zegarra o sus asesores no les caen bien a los ranqueados (léase Lobatón, Cazulo, Calcaterra)? ¿se pondrían nuevamente a perder puntos? ¿A eso se le llama profesionalismo y amor a la celeste?
ResponderBorrarfaustino, tu análisis es interesante pero tu tambien estás entrando al campo de las suposiciones. NO hay prueba alguna de tal argolla ni la habrá. se dice que Soto, como capitán , no quiso entrenae a doble horario y arrastró a toda la gente a la desobediencia, pero no hay pruebas, como tampoco las hay de la camita contra Chemo. Con este señor sucede que es demasiado creido y no habla con los jugadores, no hay quimica, solo habla con sus asesores y con su compadre Benavides. después ignora a todos porque se cree superior. ahi estan las consecuencias. si no pudo inyectar emocion y actitud al equipo de sus amores, mucho menos lo iba a lograr con un equipo por el que no siente el menor afecto. después, tú mismo estás metiendo en la hinchada la absurda idea de que hay una especie de argolla entre Loba, Cazulo y Calca. ¿cómo lo sabes? ¿tienes el audio o el video? y por último, no compares a Pablito con esa lacra llamada Chemo,por favor, que es como comparar el cielo con la tierra.
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