Desde que entraron a calentar se
les veía ganosos, rabiosos, con deseos de desquitarse de un par de semanas para el
olvido. Y así arrancaron, como suelen jugar de locales, atorando, acorralando
acosando hostigando, haciéndole la vida difícil al equipo wanka, tapándole la
salidas, no dándoles ni un cachito de ventaja.
Hermoso regalo para Hermoza.
Y
como suele suceder cuando el equipo visitante es débil y falto de ideas, los
celestes vacunan con un gol de piyama (a los 40 segundos). Pase en cortada para
Tití que no lo piensa mucho cuando bombea la bola al ver salido a Hermoza adelantado
un par de pasos, aunque más que adelantado, distraído. Como consecuencia, Hermoza
se come un hermoso gol cuando ni se había acomodado los guantes.
Delante
de Viana, su guarda de asalto al enemigo: Revoredo, Piki, Abram y Jair. Y como siempre
proyectándose los dos carrileros de las bandas. Cinco metros más adelantito, Josepmir
era el apagafuegos con sus cruces, cierres y cortinas. Loba, como siempre, de distribuidor autorizado. A su derecha
Rojitas y a su izquierda Titi. Irven por derecha haciendo media punta, y
llevando pelota desde el sector de Loba y trocando puestos con Tití, lo cual
mareaba a los visitantes que lo único a
lo que atinaban era a invadir el medio campo como quien invade un cerro: sin
orden ni planificación, ni aviso a las autoridades corruptas. Adelante el Toro
para pelearlas todas por alto.
Como
se ve, casi ninguna novedad. Todo en un libreto bien conocido de Chemo: atorando
desde el vamos, presionar las salidas del rival y abrir la cancha con los
carrileros ante un rival que no vino para jugar de igual a igual sino para aguantar
las embestidas de Loba, Irven, Tití, Toro y demás fieras cerveceras.
Hipertensión...
No
nos referimos a la que le está dando insomnio a Chemo sino a la presión alta que hacían los
cerveceros, atorando a los wankas, sin dejarles iniciativa. Los celestes llegaban
por todos lados. Los minutos transcurrían con errores de definición que se
sucedían uno tras otro, escuchando las lamentaciones de los hinchas en momentos
en que todos querían perder su gol, y se desperdiciaban ocasiones como si
los premiaran por fallar. Perdió una Blackburn por egoísta tras un centro a la
candela de Alexis, que estuvo empeñoso. Otro gol desperdiciado de Titi después
que Loba le soltara un pase ciego, mirando a un lado y pasándola a otro tras un
centro algo masticado de Irven. Perdió otra
Jair con una que se paseó por el filito del arco. Otra de Cazulo. Y se
regalaban más y más ocasiones hasta que…
05 en puntería…
Hasta
que llega un centro inocente, inofensivo, curvo de Jair que el Toro Rolando la empuja de costadito, casi sin
ganas de anotar en las narices de un marcador que lo dejó hacer lo que le diera
la gana. Uno se atrevería a decir que el defensa wanka lo dejó patear imaginando
que también iba a fallar otro gol. Y los celestes siguieron metiéndose como
huayco por todos lados. Si hubiera que calificarlos se hubieran ganado un 20 en
intenciones, pero un 05 en puntería.
Pero ya no llegaron más goles. La
dirección técnica lo vio así. Para el segundo tiempo bajaron las revoluciones, de 80kph pasaron a 50, haciendo la pausa que refresca.
Una que otra llegada peligrosa pero sin el vértigo del primer tiempo. Entraron Calca,
Costa y Ray para atenuar el
envalentonamiento de los visitantes. No obstante, los tres reemplazantes entraron
ganosos y, para no ser menos, también fallaron sus respectivos goles. Extrañando
la comida de su tierra, Carrillo sopló el soncari y se fue a comer sus juanes. Buenas
noches.
CODA
Lo
bueno, lo malo y lo feo.
Lo
bueno. Fueron varios:
El golazo de Tití. La actitud ganadora con la que entraron al campo.
Después de un par de semanas miserables, esto era lo mínimo que deberían poner.
Lo
malo. La cantidad de goles fallados. El único que no
falló un gol fue Viana, y eso que juega adelantado. Como vemos, ya que se les ha
hecho costumbre patear con dirección al arco y fallar, ahora deberían hacer la
contraria, patear hacia afuera. Quién sabe, de repente la bola entra al arco de
puro terca que es.
Lo feo.
No, no es un bache, ni de vainas. Baches son los pequeños hundimientos o
desniveles en las pistas que pueden causar accidentes. Esto es más, mucho más
grave. Es una tremenda cueva en la pista al filo de la
vereda, justo a la salida de la tribuna popular. Tan profunda es que uno
pensaría que es un túnel para zamparse al estadio, como también una ruta de
escape del DT para que no se le prenda la hinchada. En el colmo de la negligencia
han puesto como protección un par de
cachacos. Ojo, no es insulto a ningún policía ni soldado, así se les denomina
a los postecillos de madera con base de cemento que, unidos con cintas o mallas
plásticas se utilizan para circundar áreas de trabajo o de peligro. ¡Como si la
cinta pudiera soportar la avalancha de gente a la salida del estadio! ¿Ya
notificó la directiva a las autoridades competentes? ¿De quién es la culpa? ¿Del
indescriptible alcalde Bobby, enemigo jurado de los cerveceros? ¿De Castañeda? ¿De
Se da palos, digo Sedapal? ¿Del gran Bonetón? La cosa es que se deben estar
echando la pelota como si jugaran en
pared. Hay que solucionarlo ya. Sea culpa de quién sea, ese inmenso forado debe
taparse ya ya, sonki, para ayer. Hay familias
enteras que van al estadio. ¿Qué están esperando, que ese agujero se trague a
un niño?
exelente cronica pero lo que olvida el comentarista fue el canto de las tribunas cuando todos entonaron
ResponderBorraroh chemo ya se va ya se va ya se va chemo ya se va
porque llego el momento de decirle a chemo que se vaya
ok, muy bien hecha
Borrarese forado es culpa de los que construyen el by-pass del tren electrico , han roto cañerias y eso causa filtraciones. muy peligroso teniendo tan cerca al rio, por las napas freaticas.
ResponderBorrar