sábado, 27 de mayo de 2017

¡VAYA, POR FIN GANARON! (QUIEN PEGA PRIMERO PEGA DOS VECES).


Por Manuel Araníbar Luna
Desde que entraron a calentar se les veía ganosos, rabiosos, con deseos de desquitarse de un par de semanas para el olvido. Y así arrancaron, como suelen jugar de locales, atorando, acorralando acosando hostigando, haciéndole la vida difícil al equipo wanka, tapándole la salidas, no dándoles ni un cachito de ventaja.
Hermoso regalo para Hermoza.
Y como suele suceder cuando el equipo visitante es débil y falto de ideas, los celestes vacunan con un gol de piyama (a los 40 segundos). Pase en cortada para Tití que no lo piensa mucho cuando bombea la bola al ver salido a Hermoza adelantado un par de pasos, aunque más que adelantado, distraído. Como consecuencia, Hermoza se come un hermoso gol cuando ni se había acomodado los guantes.
Delante de Viana, su guarda de asalto al enemigo: Revoredo, Piki, Abram y Jair. Y como siempre proyectándose los dos carrileros de las bandas. Cinco metros más adelantito, Josepmir era el apagafuegos con sus cruces, cierres y cortinas. Loba, como siempre,  de distribuidor autorizado. A su derecha Rojitas y a su izquierda Titi. Irven por derecha haciendo media punta, y llevando pelota desde el sector de Loba y trocando puestos con Tití, lo cual mareaba a los  visitantes que lo único a lo que atinaban era a invadir el medio campo como quien invade un cerro: sin orden ni planificación, ni aviso a las autoridades corruptas. Adelante el Toro para pelearlas todas por alto.
Como se ve, casi ninguna novedad. Todo en un libreto bien conocido de Chemo: atorando desde el vamos, presionar las salidas del rival y abrir la cancha con los carrileros ante un rival que no vino para jugar de igual a igual sino para aguantar las embestidas de Loba, Irven, Tití, Toro y demás fieras cerveceras.
Hipertensión...
No nos referimos a la que le está dando insomnio a  Chemo sino a la presión alta que hacían los cerveceros, atorando a los wankas, sin dejarles iniciativa. Los celestes llegaban por todos lados. Los minutos transcurrían con errores de definición que se sucedían uno tras otro, escuchando las lamentaciones de los hinchas en momentos  en que todos querían perder su gol, y se desperdiciaban ocasiones como si los premiaran por fallar. Perdió una Blackburn por egoísta tras un centro a la candela de Alexis, que estuvo empeñoso. Otro gol desperdiciado de Titi después que Loba le soltara un pase ciego, mirando a un lado y pasándola a otro tras un centro algo masticado de Irven.  Perdió otra Jair con una que se paseó por el filito del arco. Otra de Cazulo. Y se regalaban más y más ocasiones hasta que…
05 en puntería…
Hasta que llega un centro inocente, inofensivo, curvo de Jair que  el Toro Rolando la empuja de costadito, casi sin ganas de anotar en las narices de un marcador que lo dejó hacer lo que le diera la gana. Uno se atrevería a decir que el defensa wanka lo dejó patear imaginando que también iba a fallar otro gol. Y los celestes siguieron metiéndose como huayco por todos lados. Si hubiera que calificarlos se hubieran ganado un 20 en intenciones, pero un 05 en puntería.
Pero ya no llegaron más goles. La dirección técnica lo vio así. Para el segundo tiempo bajaron las revoluciones,  de 80kph pasaron a 50, haciendo la pausa que refresca. Una que otra llegada peligrosa pero sin el vértigo del primer tiempo. Entraron Calca, Costa y Ray para atenuar  el envalentonamiento de los visitantes. No obstante, los tres reemplazantes entraron ganosos y, para no ser menos, también fallaron sus respectivos goles. Extrañando la comida de su tierra, Carrillo sopló el soncari y se fue a comer sus juanes. Buenas noches.
CODA
Lo bueno, lo malo y lo feo.
Lo bueno. Fueron varios: El golazo de Tití. La actitud ganadora con la que entraron al campo. Después de un par de semanas miserables, esto era lo mínimo que deberían poner.
Lo malo. La cantidad de goles fallados. El único que no falló un gol fue Viana, y eso que juega adelantado. Como vemos, ya que se les ha hecho costumbre patear con dirección al arco y fallar, ahora deberían hacer la contraria, patear hacia afuera. Quién sabe, de repente la bola entra al arco de puro terca que es.

Lo feo. No, no es un bache, ni de vainas. Baches son los pequeños hundimientos o desniveles en las pistas que pueden causar accidentes. Esto es más, mucho más grave.  Es  una tremenda cueva en la pista al filo de la vereda, justo a la salida de la tribuna popular. Tan profunda es que uno pensaría que es un túnel para zamparse al estadio, como también una ruta de escape del DT para que no se le prenda la hinchada. En el colmo de la negligencia han puesto como protección un par de cachacos. Ojo, no es insulto a ningún policía ni soldado, así se les denomina a los postecillos de madera con base de cemento que, unidos con cintas o mallas plásticas se utilizan para circundar áreas de trabajo o de peligro. ¡Como si la cinta pudiera soportar la avalancha de gente a la salida del estadio! ¿Ya notificó la directiva a las autoridades competentes? ¿De quién es la culpa? ¿Del indescriptible alcalde Bobby, enemigo jurado de los cerveceros? ¿De Castañeda? ¿De Se da palos, digo Sedapal? ¿Del gran Bonetón? La cosa es que se deben estar echando la  pelota como si jugaran en pared. Hay que solucionarlo ya. Sea culpa de quién sea, ese inmenso forado debe taparse ya ya, sonki,  para ayer. Hay familias enteras que van al estadio. ¿Qué están esperando, que ese agujero se trague a un niño?  


3 comentarios:

  1. exelente cronica pero lo que olvida el comentarista fue el canto de las tribunas cuando todos entonaron
    oh chemo ya se va ya se va ya se va chemo ya se va
    porque llego el momento de decirle a chemo que se vaya

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  2. ese forado es culpa de los que construyen el by-pass del tren electrico , han roto cañerias y eso causa filtraciones. muy peligroso teniendo tan cerca al rio, por las napas freaticas.

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