Por Manuel Araníbar
Luna @squinaceleste
El
partido había empezado con dominio cervecero y elaboración de filigranas por
parte de los rimenses. Toques, triangulaciones, pases en profundidad. El resto
casi todo bien, salvo que faltaba un poco más de quite en el medio campo. Aquino
jugaba de Cazulo y el Piki de back.
El Barbas era un poco de ambos y apoyaba
por todo el campo. Loba rodeado de desteñidos recibía el apoyo de Calca que
cambiaba de juego. Jair no se proyectaba porque taponeaba las proyecciones por
las bandas. La sorpresa fue ver a un Revoredo que por su lado se proyectaba
causando daño. Pero el hincha celeste tenía preocupaciones y objeciones más
puntuales, los problemas de definición de los delanteros, el cómo afrontar los
centros al ollazo, teniendo como back a Cazulo para disputar pelotas por alto
contra un cabeceador como el Charapa.
RR y su vacuna…
El
centro delantero SS, es decir Santiago Silva empezó algo timorato pero es de
resaltar que actuó bastante ambicioso para pelear bolas y testarudo para
recibirlas por alto. Esta vez sí pues. Antes se las mandaban así al Irven pero
este, por su estatura, perdía el noventa por ciento de pelotas. Hoy ese
porcentaje se invirtió. Casi no perdió bolas por alto aunque duele decir que se
perdió tres goles recontra cantados en inglés y en alemán. Santiago jugó todo
el partido aguantando codazos y rodillazos como los machos, y siempre mañoso
para buscarse fauls. En su desplazamiento diagonal jalaba marca dejándole la
derecha libre a RR (Renzo Revorator) quien se apoderó de la banda derecha. Así
llegó el primero.
El popular RR, es decir Renzo Revorator siempre saca un as de la manga, sobre todo
cuando más se le cuestiona. Esta vez inaugura
el marcador de potente remate
curvo desde la derecha aprovechando que Aquino (un pulmoncito que sigue creciendo día a día) se la
juega a media altura. RR la mata de pechereque. Todo el mundo, hasta sus mismos compañeros celestes esperan
un centro pero Renzo no es menso y lo piensa en dos segundos. Dispara el misil
que se mete por la huacha de dos defensas y revienta las drizas. Así es
Revoredo, siempre nos sorprende con una vacuna contra la chikungunya y una
inyección para bajar la presión alta por furia contenida.
El gol de SS…
Medio
gol del Barbas. Es él quien se la juega al arquitecto Loba y al toque se
proyecta solitario por la zurda.
Carlitos se la suelta a Calca como hace siempre, mirando para otro lado. Horacio no pierde
tiempo y la pasa en elegante taquito para el Barrabarbas que se hace un
autopase engañando a un marcador de Gremco que se lanza en carretilla pero
chapa aire. Ballón se acerca al área y el arquero se le arrodilla con las
piernas abiertas suplicándole clemencia pero el barbudo le perdona la vida y se
la juega a Santiago quien de zurdazo revienta las mallas. Alguna le tenía que
salir al popular SS, que si la fallaba se iba a tener que regresar a La Florida
a pata calata porque nadie le iba a abrir la puerta del bus.
Sin
embargo, luego del segundo gol, Soso optó por el repliegue cuando todos
esperaban que los celestes manejen el empate teniendo la pelota, durmiéndola,
triangulando como lo hicieron en el primer tiempo. En lugar de ello ordenó la
retirada dándole la oportunidad a los locales para que se manden con todo
bombardeando con una lluvia de centros al área. ¿Qué más querían si les entregó el medio campo
como un regalo por su aniversario?
Los del empate…
Penny,
a quien se le criticaba últimamente por
algunos problemas de seguridad esta vez se puso los guantes a su verdadera medida,
los limpió, les quitó todo rastro de mantequilla y los secó bien. Tapó de todo, porque esa es su chamba, evitar goles.
Voló desvió, chapó todo lo que se moviera. Mejor dicho casi todo. Estuvo bien en
98% de las intervenciones, pero el porcentaje restante, lo negativo,
fueron dos indecisiones que le costaron dos goles al equipo. En la primera
salió a cortar pero se arrepintió y regresó a su línea a contestar el celular.
Vale agregar que la responsabilidad es compartida miti miti con los backs que en el salto perdieron la marca, la
brújula y la pelota. Ese fue el primer gol de los gremcanos. En el del empate
salió a ver si llueve y pescó aire, la bola la despejó Jair hacia adelante (¡esas
bolas se botan a los lados, Jair!), el rebote fue a la cabeza del Charapa que
la introdujo por encima de la mitra de los tres cancerberos de La Florida.
Luego,
la mala suerte. Ray, que estuvo movedizo y canchero, se la perdió en las
postrimerías del encuentro cuando su remate dio en el palo. ¿Cuántos goles se
perdieron? Como para no perder la costumbre, cuatro claras y dos yemas. Casi nada.
Buenas noches. (¿buenas?)
CODA.
·
Lo
risible: jugadores, cuerpo técnico e hinchas de Gremco saltaron
y lloraron de alegría para celebrar el empate como si le hubieran ganado al
Barza, o como si hubieran campeonado en la Libertadores. Un poco de serenidad, le han empatado a un Cristal que renunció al
ataque y les regaló el medio campo. Pese a ello los celestes se perdieron el
tercer gol al final del partido. Con toda franqueza, hay que estar bastante alucinado
para celebrar un empate.
·
¿El
palo tiene garra? Los cojumentaristas de la tele se
pusieron la camiseta de Gremco. Le reventaron bombardas al empate mencionando
la garra y otras señales de humo cuando todo el mundo vio que los goles de los
locales fueron por errores puntuales.
Qué irían a decir si en las dos últimas jugadas del duelo el parante del arco
de la desteñida no los salvaba del tercer gol rimense y en la siguiente no
salvaban el gol de la raya. Tanto humo venden que no me extrañaría que digan
que el palo también es garra.
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