Por
Manuel Araníbar Luna
@squinaceleste
Hablemos
claro. El cervecero ganó pero no gustó.
Es que los hinchas celestes son exigentes porque para la hinchada el equipo
celeste debe tener las 3 G. No obstante es del caso decir que el once de La
Florida fue efectivo: tres contragolpes, tres goles.
Ahora bien, cabe señalar
que la cancha no se prestaba para el juego de toque, además se estaba jugando a
una altitud de 2637msnm, lo que no es poco. Pero como dijo el carnicero,
vayamos por partes.
Grados
respondió y salvó varias pelotas peligrosas aunque los delanteros morados le
dieron su ayudín fallándose por lo menos cinco goles más cantados que el himno
nacional. Su único error fue luego de tapar el tiro libre del arquero local. Tenía
que sacarla rápido pero se echó a relojear. Mas no importa por hoy, de todas maneras
se ganó los tres puntos.
Stevie Wonder jugando
para los morados…
La defensa era un carro desbalanceado, con un
par de fetuccinis por un lado y dos chaparros por el otro. El zurdo Cossio se proyectaba a cuentagotas y
no porque no pudiera sino que el diminuto Ardiles le estuvo rompiendo la
cintura. Bernaola iba bien por arriba gracias a su buen tallarín, además estuvo
mosca en los cruces y las cortinas para apagar el fuego en las peligrosas
entradas de los locales que en determinado momento estuvieron jugando al ollazo.
Pero si se sabe que el arma mortal de los morados son los bombardeos por alto
para sus buenos cabeceadores, ¿cómo vas a poner a Chaveta (1.64mts) y Piki
(1.67mts) contra varios tallarinazos morados? Por otra parte individualmente los
de atrás cumplieron pero colectivamente jugaron divorciados. No se entendían,
no había un “sal tú que me quedo yo”,
tanto así que regalaron un gol que significó el del descuento. Y si hablamos de
las pelotas aéreas el noventa por ciento
las ganaron los morados, menos mal que con menos puntería que Stevie Wonder.
Callejón de Huaylas…
Loba
la tocaba poco. Como organizador andaba un poco desubicado, más que todo debido
a que actuaba con arresto domiciliario porque no salía de campo celeste. Apenas
le llegaba la redonda le caían dos morados. A su lado, el Chapu más bien desganado,
tímido, falto de fútbol. Aquino acompañando
a Ballón la luchaba ayudando a cubrir los avances de los locales. Pero hubo momentos
en que no hacían ni lo uno ni lo otro. Así las cosas, a veces uno olvida que Loba
siempre nos sorprende con una genialidad. Córner desde la izquierda pintada para
su pierna de artista. Y le metió tal curva de Pasamayo que la pelota raspó el
travesaño. Mala pata. Mejor dicho, buena pata del maestro pero mala suerte. Sin
embargo, una campanita nos decía que el receso por la Copa América le había
aguzado el ingenio. Y la realidad dejó espacio para la fantasía cuando Loba viendo
de reojo cómo Ray arrancaba como un rayo desde su cancha por la derecha le mandó tal
bola en callejón de Huaylas que dejó a toda la defensa morada a contrapié. Ray agradeció
el y batió al arquero con un puntazo,
uno a cero. Choque de palmas y puños.
Montando una bicicleta
invisible…
Dos
minutos después, el mismo Loba genera un avance cambiándola de punta. Y de un
puntazo Ray la envía estilo chacra para Silva que fusila al arquero con un fusilamiento
de verdad porque le da en el cuerpo y la gorda regresa como canguro saltando en botes de a metro. El fedayín Ballón
que llega en segunda oleada salta y se monta sobre una bicicleta invisible, pedalea y la mete a las mallas. Y para darle la contra a los oles de la tribuna camina como mono.Bonito show. Dos a cero,
facilito. Y tan facilito les parece el partido que se ponen en plan "H", dos minutos después una desinteligencia entre
defensas (“patéala, es tuya”, “no, mejor
dale tú”) ocasiona que se entrometa un delantero morado y anote el del
descuento. Facilito también el dos a uno. Así van al descanso.
Acorralados y
sufriendo…
Al
regreso de los camarines todo cambia. Los locales se vienen con todo y los
cerveceros sufren. Esta vez sí que san Juan en su víspera ayuda al once de la Florida
porque la bola se pasea por el área cervecera sin atreverse a entrar. Un asedio
asfixiante que no tiene cuándo acabar. Los celestes cansados sólo atinan a
rechazar lanzando uno que otro contraataque pero mayormente se juega en campo
celeste. En un contragolpe el Barrabás se falla una por definir de zurda. Hasta
que tras los cambios (Súccar por Silva, Alexis Rojas por el Chapu) los
jugadores empeñosos que se quieren ganar el puesto le dan un poco de oxígeno a
los rimenses. Rojas entra para ayudar a Chavetita que era una herida por donde
manaba el peligro.
Sombrero cajamarquino…
Pero
Rojas quiere aportar y, al recibir una precisa pelota de Loba, se da un autopase
que quiebra al marcador, este que regresa para subsanar el ridículo y –peor para
él- Alexis lo vuelve a quebrar, levanta la
cabeza, ve salido al pobre arquero Rosales y le teje un sombrero de su propia
tierra, de Cutervo. La bola hace un arco iris y se mete por obra y gracia de un
jovencito que quiso aportar y lo logró. 3 a 1 definitivo y se termina el miedo
al empate. Los celestes lo corretean para patearlo por su ópera prima. Y las pataditas
del primer gol lejos de dolerle le alegran.
Vaya,
Alexis, las cosas que tiene la vida. Los hinchas dicen que te falta biotipo. Quizás,
pero lo compensas con estos goles de calidad. Garay comprende que después de un
gol así hay que cambiar el nombre del estadio Maldonado por Biendonado. Sopla su
silbato y se va al hotel a ver la repetición de tamaña obra de arte. Buenas
noches.
quien entiende a los tecleros. primero jodian al chibolo rojas y ahora quieren que lo pongan en todos los partidos. el chibolo tiene calida pero ay que llevarlo de a pocos para no marearlo
ResponderBorrarsi analizamos el partido el que no encajaba en el equipo era el uruguayo Silva que andaba perdido. pero lo increible fue lo que dice el columnista, poner al Piqui en las lineas posteriores es una ventaja para el rival. ya tuvimos ese problema en la Libertadores. no se que le pasa a Soso por la cabeza teniendo a otros que pueden solucionar los problemas de la zaga.
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