Por Manuel Araníbar Luna.
Buen
triunfo ante un equipo con el cual existe una rivalidad desde hace cuatro años
y que se acrecentó por factores que ya no vale la pena recordar. Y el triunfo
agradó por el ingreso de varios jóvenes que hacía rato estaban pidiendo unos
minutitos en el gramado.
El regreso del timonel…
Loba,
después de varias semanas de hibernación, y unos días en que pudo soltar las
gambas, bostezó, se sacudió y retornó a sus labores habituales. Es decir, armar
juego, crear juego de conjunto, y –por supuesto- anotar. Pero primero lo
primero, tenía que cumplir su rol de padre celeste: alimentar a sus delanteros.
Y su jornada de suministro de combo empezó temprano, justamente con una hermosa cuchara de plata para el empeñoso Rojas, poniendo en práctica su refrán: “pásala
bien sin mirar a quién” . Rojitas la recibió al pie pero sería derribado cuando
ya iba a meterla a la cueva de las hormigas. Penalazo tan grande como el de
Lurigancho.
No
había necesidad de preguntar quién iba a patearlo: el papitán, es decir, el papá capitán, porsu. Loba, canchero, con la confianza que le dan tantas
perforaciones a ese mismo arco, y la serenidad que le dan sus años de ejecutante
de conciertos para chimpun y pelota opus 27, la patea con el dedo gordo y Martinuzzi se estira como un hombre-chicle y la desvia al tronco, el rebote
es desviado de inmediato por su back. La decepción ensombrece la
mirada del hincha. Loba, que ha ya fallado otros penales, lo toma con flema y gaseosa helada,
mastica su rabia, la convierte en saliva, la escupe, se santigua, y regresa a
su tarea habitual, como si en vez de perder el penal hubiera perdido una china para la combi.
Pero
el hincha no pensó así luego de que el capitán fallara el penal. Más de uno pataleó,
otros ya pedían su jubilación, pero Loba aún tiene amor propio, alma celeste y un par de años más de kilometraje. Luego
de su disparo imperfecto no se iba a
poner a llorar, acostarse y apagar la luz al mediodía, eso es de mediocres. Al ratito llega el desquite. Calca entra por
la esquina del cajón y al ver a Loba en posición de 9 se la suelta para su
chimpún de badana. Loba con su habitual estilo de chef sólo le añade azúcar y
canela y con esos ingredientes rompe la drizas para quitarse la sal. Uno a cero. ¿ya ves que Loba se está recuperando?
Coronando a Silva...
Por
su parte, Edison Chaveta había regresado al pasto y tenía que inventarse algo para
justificar su sueldo. Rojitas, en sus primeros partidos con la camiseta gloriosa
nuevamente tuvo que ver en las llegadas al cajón del gol. Se la jugó al
Chavetita quien a punta de cintura y ligereza se escapó de a un rayado. Y si
hay centros milimétricos medidos con wincha y teodolito láser, este fue uno de
ellos. La redonda se la puso como una corona a Silva que, solo como un hongo esperaba
metido en el cajón chico esperando a la gorda como esos cirios calentadores que
le hacen guardia a la muñeca desde la esquina de la casa. El yorugua la mitreó
suavecito como quien se sacude el agua de las orejas. Dos a cero, y el partido
se pone más fácil que la tabla del 1. Luego las acciones se pusieron del lado
celeste.
Pelota con pase VIP...
Ya
en el segundo tiempo, para completar el trío Los Panchos, Rojitas recibe una pelota de un bastante movedizo
Calca, da la vuelta de chalán y suelta un centro al que llega exactamente a la
mitra del Capitán Loba que la cabecea al piso y al rincón quita calzón. Esa pelota definitivamente tenía pase VIP a
la platea, porque si no la chapaba Loba, la agarraba Ray. Tres a cero y la displicencia
se apodera del once rimense,
especialmente de la defensa, que afloja la marca. Siempre pasa lo mismo cuando
van ganando por tres goles de diferencia. Así, los de atrás dejan un hueco por el que
pasa una pelota venenosa que sobra al larguirucho Diego y da en el tronco, lo
que aprovecha un rayado para meterla de cabeza. 3 a 1, y el pata de la pantalla
electrónica no vuelve a pulsar una sola tecla.
Coda.
Faltó gente en el
estadio. Una vergüenza jugar en cancha propia ante tribunas vacías como sucede
con los partidos entre las dos universidades. Lástima porque se perdieron un buen partido en
que las líneas mejoraron, pasando del rendimiento de un cincuenta a un setenta
por ciento, con jugadores jóvenes que en
muchos pasajes no hicieron extrañar a los titulares.
Sucede que, temiendo que
se repita una actuación mediocre como viene sucediendo desde hace varias
fechas, muchos hinchas prefirieron ver
la final de la Champions entre el Atlétic y el Real. Y lo real, lo actual era
este partido porque lo de España se podía ver en la repetición en las redes. Los
jovencitos querían apoyo de los hinchas
y no sólo de sus familiares. Lo importante era apoyar a esos once
jugadores que pisaron el gramado para remontar los puntos perdidos. Claro que
al hincha no se le puede obligar.
Pero
ya, pasemos la página. Se viene un receso y hay que descansar para recuperar
fuerzas y puntos. Buenas noches.
TE OLVIDASTE MENSIONAR AL ARQUERITO GRADOS. FUERZA CRISTAL CON LOS CHIBOLOS CARAJO
ResponderBorrarel arquero grados no paso ningun apuro
Borrarel gol de facilaso fue culpa de la defensa que dejo patar al delantero. tampoco nadie corrio al rebote.
Vamos x partes. Cristal ganó porque lo dejaron jugar. BamBam nunca atacó directo ni en contraataques. El penal contra el chico Rojas no fue penal. La defensa fue una lagrima y cazulo y Bayon no bloquearon una sola bola. de donde sacan que fue una actuacion sobresaliente? hablando objetivamente si Garcilaso se porponia lo empataba cuando le daba la gana. en conclusion ustedes los limeños siempre los ayudan los arbitros.
ResponderBorrarFUERA DE ACA, ESTA ES UNA PAGINA DE CELESTES VERDADEROS Y NO DE COPIONES, LARGATE IMBESIL HINCHA DEL EQUIPO QUE NOS ENVIDIA Y NOS ODIA POR HABERLES GANADO EN SU CANCHA EL TITULO DEL 2012. SPORTING CRISTAL TODA LA VIDA SERA TU PAPA.
BorrarSUFRE CUSQUEÑO SUFRE