Por Manuel Araníbar Luna @esquinaceleste
Imagen: fotosfutbolperuano.blospot.com |
Una
frase de Héctor Chumpitaz:
—El
jugador a quien más admiro en mi puesto se llama Orlando De la Torre, por sus saltos en las jugadas aéreas, por su
anticipación y su serenidad para salir con pelota jugada; pero principalmente
por su don de mando, por su temperamento, por su bravura. El Chito jamás daba
un encuentro por perdido.
La
frase de Chumpi es el hidalgo reconocimiento de un caballero sin pizca de
egoísmo y mucho menos exhibicionismo farandulero. Toda nuestra admiración para
Chumpi, por poner las cosas en su lugar y reconocer quién era el papá: Orlando Furioso. Ahora una declaración
de Challe.
—Tuve
que meterle taba a Rulli porque Chito de la Torre me había advertido: “Si no
les pegas a Rulli te pego yo a ti”. Y
tuve que obedecerle.
La
frase parece criollada de cantina o payasada figuretera pero en realidad manifiesta
un respeto al patrón de la zaga peruana. Es una colorida viñeta de lo que
pasaba en la Bombonera ese 29 de agosto del 69. La advertencia de Orlando
‘Chito’ De la Torre era terminante y no
tenía ni una micra de broma porque el
contexto era más serio que el calentamiento global: se estaba jugando la
clasificación para México 70.
Esa
misma tarde, antes de entrar a la cancha, tras las indicaciones de Didí en
portuñol y las acostumbradas barras de ¡Arriba
Perú!, de jugadores y dirigentes, el Chito ya les había lanzado su propia
arenga, su personal grito de batalla.
—¡Aquí
nadie se acobarda, carajo! ¡Y al primero que se
acobarde yo mismo me encargo de sacarle la...!
Con cintillo y sin él…
Aunque
capitán y caudillo tienen el mismo origen, (del latín capitellium, cabeza), con el correr de los siglos los términos han
entrecruzado rutas hasta desembocar en el deporte más popular con significados
un tanto diferenciados. Usualmente se le delega la capitanía de un equipo al
jugador más correcto, al de mayor edad o al de mayor ascendencia sobre sus
compañeros. Ahora hagamos un paréntesis trasladándonos a la selección actual y
tracemos un paralelo entre Pizarro y Guerrero. Capitán es Pizarro. ¿Ya notaron
quién es el caudillo, y sin necesidad de ponerse el cintillo?
En
aquella selección, Chumpitaz era el capitán, pero Chito era quien sacaba cara
en los pleitos. Aclaremos, no era el
único porque todos metían puñete, pero la iniciativa era de él. El capitán
lleva el cintillo al brazo, escoge cancha ante el lanzamiento de la moneda,
reclama al árbitro y da indicaciones a sus compañeros. El caudillo no necesita
cintillo al brazo porque su aura genera adhesión, se hace seguir y obedecer sin
dar órdenes. Y cuando es necesario, pone
el pecho en las broncas, guapea, encara, regaña, amenaza. La declaración de Chumpi,
por ende, dice mucho de lo que era el Chito.
Guerreando escondido de las
cámaras…
Si
revisamos el video de aquella gloriosa
tarde de la Bombonera —que lo hemos visto más de cien veces—, Challe impuso su
dominio del esférico con espectaculares pisadas de bola y un par de huachas. Destacó
además por actuar tal como lo que hoy se llama un show mediático: les sacó la lengua un par de veces, en un momento
dado le puso el globo en la cabeza a uno de ellos. Y luego un amago de
cabezazo. Y paremos de contar.
Mientras
tanto, involucrado en ese otro clásico de combos y patadas que se jugaba escondido
de las cámaras y en el cual los argentinos saben sacar provecho, Orlando
‘Chito’ De la Torre, avezado por tantas peleas callejeras en Las Carrozas,
Cinco Esquinas y La Huerta Perdida, se agarraba a puñetazos y codazos con los
locales. En las infaltables montoneras que se suscitan tras una infracción, el
Chito les metía miedo en su propia cancha en momentos en que espectadores y jueces miraban para otro lado.
Claro
que luego del partido todo el mundo llevó agua para su galonera. Los
periodistas de aquel entonces le contaron la historia distorsionada a los
hinchas del equipo de Challe quienes hasta hoy se regocijan con aquella fabulosa
historia que se viene repitiendo año tras año.
Además sólo mencionan a Challe. Para ellos, los otros seleccionados —menos Cachito por su gol— estuvieron poco menos que pintados en la pared.
Otros tigres celestes en la
Bombonera…
Y
es que en aquel partido Challe —engreído de los titulares deportivos desde dos
años antes— aparecía en primer plano y vale decir que su imagen vendía. Y con su
exhibición de criollada se lograba bastante carnecita para los periódicos. Los
titulares y la leyenda fueron mayormente para Challe. Pero todos destacaron por
igual. No obstante, si nos tomamos el trabajo de repasar el video notaremos que
Perico también hizo su show, Chumpi las ganaba todas; Cubillas rompía gente,
Cruzado quitaba bola y armaba juego; Baylón entraba con fuerza por la derecha.
Risco, el de menos experiencia, tampoco arrugó. Cachito puso sus dos goles.
Eloy
Campos, otro tigre celeste, en cada
venenosa carretilla hacía volar a los
argentinos contra los anuncios del borde de la cancha, y los pechaba cuando se levantaban para atarantarlo a punta de jarabe de lengua. Soslayan, además, las atajadas de Rubiños en
los momentos en que los argentinos se metían con todo, cuando los cobardes e
impotentes tribuneros le arrojaban botellas, pilas y bolsas de orina desde una
altura de treinta metros. Tan tupida era la lluvia de botellas que para
desgracia de los locales, uno de los proyectiles le cayó a un jugador
albiceleste, Y en un apilamiento de
jugadores en que menudearon codazos, patadas a las canillas y escupitajos, Orlando De la Torre recogió
una, se la escondió debajo de la camiseta e hizo retroceder a varios locales. Y
los jueces del partido tampoco lo notaron.
El
momento culminante, previo a la apoteosis del
pitazo final, se produjo tras el segundo gol de Cachito. Mientras todos
lo apachurraban llenos de júbilo, El Chito, Orlando el Valiente, se agigantó
mucho más mostrándole el pecho de la camiseta bicolor a la enmudecida hinchada
blanquiceleste. Demostró su hombría alzando los brazos, cerrando los puños sin
ningún miedo a la tribuna, un gesto de hombría
llamado también guapeza, y que muy bien sabemos la razón por la que no le dan
la debida importancia: los medios de ese entonces ya tenían sus jugadores y
clubes preferidos.
Los valientes sí lloran…
Pero
volvamos al Chito, que no pudo redondear la gesta porque fue expulsado por
relojear. Ya sin camiseta en el camarín, al escuchar el estruendo de la
celebración del tercer gol argentino, el caudillo —creyendo que por su
expulsión se perdía el partido— se agarra de rabiosos cabezazos contra la pared.
Menos mal que el gol es anulado aunque
Chito lo ignora. De pronto un dirigente entra y lo carga felicitándolo por la
clasificación.
Dicen
que los valientes no lloran. Pamplinas, sí lloran pero en caleta. El Chito nos
contaba que siguió derramando lágrimas pero encerrado en la ducha para que no
lo vean sus compañeros. Es que por su temperamento no podía, no debía dar señas
de debilidad. ¡Salud Chito!
Continuará…
QUE BUENA
ResponderBorrarLE MOSTRE LA CRONICA A MI VIEJO PTM MI VIEJO SE EMOSIONO.Y ME CONTO LO QUE PASO MINUTO A MINUTO. PARA CHITO NO HAVIA CUCOS. DESPUES ME CONTO LO DE LA BRONCA EN LA BOMBONERA CONTRA BOCA. UN MACHASO EL CHITO
Chito es ídolo y caudillo. Ya no hay como él.
ResponderBorrarno lo he visto jugar a orlando de la torre el chito pero chito es mas celeste celeste que el carajo y por lo menos deben ponerle su nombre a la tribuna vacia del gallardo que da al rio. salud chito ptm
ResponderBorrarMerece un homenaje en grande.todo lo dio por la celeste y ni que se diga por la seleccion, pueden salir nuevos valores y buenos pero como Orlando De La Torre, ya no ya, Salud Campeon!
ResponderBorrarGRANDE "CHITO" LA TORRE, ES EL VERDADERO CAUDILLO DE AQUELLA RECORDAD SELECCION DEL 70, Y EN LA BOMBONERA EL Y GONZALEZ PAJUELO HICIERON CORRER A LOS ARGENTINOS. SALUD DON ORLANDO LA TORRE.
ResponderBorrarRecuerdo un partido en el que se cobro un tiro libre cerca del area y se formo la barrera , el arbitro pedia a la barrera que se corriera 2 pasos mas atras porque estimaba que estaba adelantada , el chito le grito " ACA NOMAS CARAJO " y ahi quedo la barrera , no se movio. PERSONALIDAD DEL CHITO
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