Cristal 3, Boys 1: Chapita blanqueó la rosada

Por Manuel Araníbar Luna   @squinaceleste

Todos esperaban un paseo celeste en el campo. La superioridad del once cervecero era por todos conocida. Sin embargo,  tras el pitazo del ‘¡arranquen!, los dirigidos por el Turco se llevaron una sorpresa. Este Boys , un equipo que se está preparando para el torneo de de segunda de  ascenso con una plantilla donde se cuajaba recién una mezcolanza de jugadores bastante trajinados  con chibolos canteranos, tomaron la iniciativa adelantando sus líneas y jugando de igual a igual. Era que los celestes habían entrado a cancha con un chip conectado al cerebro:

“jueguen tranquilos, no se exijan  este es un partido de práctica”.

Y lo tomaron como tal, arrancando las acciones  a media caña, soltando músculos, calentando el cuerpo, con un par de novedades, la primera: Barrabás Ballón de marcador derecho acompañando a los habituales  Oso Martínez, Revorator y Alexis en sus posiciones de siempre. Al medio Cazulo de muro de contención cinco metros detrás de Loba y Calca. Y otra novedad, Jairzinho por la derecha dejando a Chapita al centro y a Irven por la zurda. Y sólo  Jairzinho creaba algo de ataques. Con su pierna cambiada creaba confusión entre los rosados y entraba como quería Es que un zurdo jugando por derecha le rompe el cerebro (y la cintura) a cualquier defensa. Ganas no le faltaron, quería mostrar su habilidad y por momentos lo logró, pero siempre haciendo una de más.

 Y luego nada, salvo un córner de Loba (pateadera bien ensayada durante la semana en el Gallardo) que mandó la bola de metiche a la canasta rosada, pero el arquero rosa no quiso ser la víctima de los memes y la puñeteó con las justas. Los rosados seguían tocando,  al comando de  la Jirafa y un centro delantero nigerianio los porteños sembraban algo de  angustia  en la zaga celeste. Nada que lamentar pero sí que corregir.  Sin otra novedad, se fueron al descanso.

El Chapa ‘Onur’ y sus dos ricos chapes.

Ya en el camarín, el Turco, al notar  que sus turquitos jugaban pensando más en la cebichada del 1° de mayo que en el partido, les pegó su café amargo con jugo de limón, que está bien que sea un partido de práctica pero basta ya de jugar a la pichanga de mentirita, y había que salir a perforar la canasta.

Y así fue, apenas al primer minuto el Oso Martinez sale de la hibernación en su guarida y la manda larga y bombeada, casi de área a área para Sergio.  El arquero adelantado como un back adicional,  sin haberse quitado la mantequilla de los guantes comete  un blooper al estilo de Chiquito Flores,  pero ‘Onur’ Chapita  -vivo él, mosca él, oportunista él- sí la chapa, y con la misma le mete un pezuñazo suave con el dedo gordo y la enchapa con cola sintética blanca a las mallas rosadas. En los siguientes minutos los pases en callejón de Loba y Calca a las espaldas de los marcadores rosados se repetían cada vez con mayor dosis de cicuta.

El segundo gol fue un pase en callejón de un sólo caño puesto en bandeja de oro para el Chapa que la vuelve a chapar y la atornilla al arco con disparo arrastrado. y de ese modo el Chapa ‘Onur’ Blanco cierra su actuación con una chapa de dos golpes, como si su Sherazade estuviera dentro de la valla.  Una periodista al lado nuestro se emociona: “¡Este Chapita sabe chapar bien rico!”

El tercero, otra jugada escaneada: pase al vacío para el Irven que esperaba una así, justita y medidita, desde hace muchos partidos. El Irven se mete por la izquierda y la cachetea con la derecha, la celebra con locura, recuerda a su bebita y se chupa el dedo al estilo Loba y lo grita tan fuerte que el portero del Baquíjano le hace chitón para que no altere la paz de los sepulcros.

Pero, como viene sucediendo desde hace varios años en la zaga cervecera, todos se vuelven a dormir, inclusive Penny, y un centro desde la izquierda lo aprovecha Elías y la mete de mitra en las narices de su marcador. Tres a uno y esto se acabó.

Fue un resultado que todos esperaban pero que hizo sufrir a los celestes en el primer tiempo. Hubo que aplicar las mañas del pizarrón para sacar un resultado que aún no  refleja el poderío de la escuadra cervecera. Ya se verá la próxima semana.