Por
Manuel Araníbar Luna
@squinaceleste
Es duro fracasar, pero es todavía peor
no haber intentado nunca triunfar.
-T. Roosevelt-
Loba
no juega solo, juegan once…
La primera noticia
alentadora de esta semana es que Loba regresa aunque debe estar fuera de forma
debido a su obligada ausencia por motivo difundido por los medios. Su
sola aparición distrae gente, obliga a replanteos de la estratega visitante.
La presencia de Loba es
esencial porque es el timonel, porque su visión del juego es
sinónimo de orden y distribución de pelota, porque como capitán es –como lo
afirma Pedro Garay, capitán en los noventas- un segundo DT dentro del campo.
Pero no se imagine el hincha que porque Loba esté en la cancha se
va a ganar la partida. No, un partido no lo juega un solo jugador de lo
contrario sería un partido de tennis y no de futbol. Loba es necesario, sí,
pero también lo es el compromiso de todos los jugadores, además de la tribuna.
En la cancha juegan once y en la tribuna juega el hincha, el número 12.
El
jugador número 12
A propósito, se pide el
compromiso de todos y en ello se incluye a la hinchada. Nada hay más triste que
un partido de los celestes sin una barra que aliente. Se extrañó a la barra cervecera
hace unos días cuando el sexteto celeste de vóley femenino luchaba en el
Bonilla por el ingreso a las semifinales. ¿Y adivinen quiénes empezaron a
alentar? Las matadores suplentes palmoteando y gritando “¡pla pla pla,
Cris-tal, pla pla pla Cris-tal!” mientras que el elenco de la Vallejo tenía una
barra organizada que apagó el débil gritito de las celestes. Hoy es
diferente, hoy somos locales y adivinamos que el Nacional se va a llenar. ¿Pero
qué ganamos con un estadio pintado de diferentes tonos de celeste si la
gente no salta y grita?
No
hay que darle vuelta al trompo…
Si bien en el último
partido faltó orden y organización, salida rápida y pases en cortada, la culpa
no fue necesariamente por la ausencia de Carlitos sino porque el 85% de la
plantilla en su totalidad obedeció a un planteamiento un tanto conservador, sin
elaboración de ataques. Y no nos vengan a decir que Manicero es un mamarracho
porque no lo es, ni que Ávila se chupó porque nada de eso es cierto. Jugaron
conservadoramente y sanseacabó, no hay que darle vuelta al trompo, es un tema
cerrado, que ya fue porque no todos los partidos son iguales.
Tampoco llama la atención
el carácter veleta de algunos porque ello está tipificado en el modo de
actuar del fanático. Muchos son hinchas de los resultados positivos pero
cuando se pierde un encuentro se la pasan magnificando los reveses, guadañando
a quienes jugaron mal, pidiendo la cabeza de toda la planilla en momentos en
que precisamente el once celeste necesita la presencia y el aliento del hincha
en la tribuna. Pero este también es un tema tan trillado que aburre por
redundante. Ya no hablemos de batallas perdidas, de errores del DT, del
rendimiento de los jugadores, hoy se mira hacia adelante, que los errores de
partidos pasados no se cometan hoy. Más simple, ni un vaso de agua.
Y ahora muchachos, entren
a ganar, a arrasar sin darle respiro al rival ni dejarlo pensar. Tarea difícil
pero no imposible. Muchachos, en su rendimiento depositamos nuestra confianza.
¡Ahora, a la cancha!
Mi papá me llevaba al estadio en la mejor epoca de los celestes, en los noventas. desde esa epoca me enamore de todo lo que tuviera que ver con el Sporting Cristal. en aquella epoca todos cantaban todos gritaban- la tribuna era una fiesta de musica y pasion
ResponderBorrarahora no se que les pasa que lo unico que hacen es sentarse y ver el partido y aplaudir solo cuando metemos gol
aprendan de mis paisanas las hinchas celestes arequipeñas y de las cusqueñas que cuando el equipo va canchas de provincias nunca paran de cantar ni de saltar.