PIKI Y SU SUEÑO INFANTIL

Por Manuel Araníbar Luna              @squinaceleste

¡Ay de los que luchan toda la vida! 

Esos son los imprescindibles.

-Bertolt Brecht.

Durante la niñez nuestra mente se cubre de inmensas nubes de sueños. Soñamos con impresionantes juguetes que nos tientan en la TV, con los  categóricos de nuestros equipos de barrio, del colegio o de nuestro amado equipo de primera división y luego ser besuqueados por las más bellas artistas de la farándula (algunos se contentan con las vedettes).

 Todos soñamos con actuar en un estadio lleno defendiendo los hermosos colores de nuestra camiseta, con ser autores de los goles que nos den el título, soñamos con ganar un título nacional por goleada a los equipos enemigos. Otros –dándole rienda suelta a la imaginación - no nos contentamos con el título nacional. ¡Noooo, eso sería muy poco!, nuestra meta es la esquiva Copa Libertadores, y de ahí, un par de peldaños más arriba, la Intercontinental. Como vemos, soñar no cuesta nada. Pero el despertar y encontrarnos con una realidad distinta suele ser decepcionante.

El sueño de Piki…

Pocos son quienes llegan a pisar una cancha como futbolistas profesionales. Y allí en ese cuadrado verde, no todos llegan a triunfar, a muchos se les apaga la velita misionera con la menor brisa de un traspié. Sin embargo los jugadores que se plantean cumplir ese fantástico sueño a como dé lugar, saltando todas las vallas, recibiendo sin chistar zancadillas y arteros puntapiés,  son quienes más cerca están de convertir esa nube de la mesita de noche  infantil en una inmensa copa, de resplandecientes rayos dorados y plateados que los hace disparar el añorado selfie para que lo vean los nietos.

Jorge Luis  Cazulo, el Piki, al igual que millones de niños latinoamericanos, tuvo ese maravilloso sueño. Piki es un jugador muy equilibrado, con los pies en la tierra, aunque en sus poquísimos ratos de reposo, rememora sus fantasías infantiles con relación a la Libertadores.

“Desde niño y desde que tengo uso de razón, siempre soñé con ganar la Copa. Todos los que compiten tienen ese sueño. Y el que no está capacitado, ni siquiera para soñarlo, no puede competir ni hacer nada histórico en una cancha”.

Sin querer queriendo, Piki lanzó un reto, una frase motivadora. Si todos los futbolistas peruanos soñaran así y se propusieran cumplirlos, sin duda se sentirían  capaces,  tendrían la fuerza  para remontar los tremendos huaycos e inundaciones que a diario les da la vida deportiva. Muchos se rinden. La grandeza está en tratar de crecer y de convertir los sueños en realidad.

Gracias, Piki, últimamente tus frases son tan directas que no sería extraño que las incluyan en un libro de motivación. Y si dicho libro fuera para las nuevas promociones de celestitos, anotarías un gol de media cancha...