LA PALABRA DEL MUDO ESTÁ EN LA CANCHA ¡BIENVENIDO!

Por Manuel Aranibar Luna             @squinaceleste

“El que  anda en silencio, cazar espera”

-Refrán-

A sus escasos 18 años, Alberto Júnior Rodríguez Valdelomar  se convirtió en uno de los jugadores más regulares de la plantilla profesional del SC desde  el 2002, cuando  fue promocionado por  Autuori, luego de una  polémica purga. Un jugador serio, siempre con los pies en la tierra, ajeno a la vida mundana y figuretti  de los flashes fotográficos y los programas frívolos de la TV, jamás ha ocultado que su corazón siempre ha bombeado sangre celeste a borbotones.

Casi imposible de ser superado por alto y un flash  en la anticipación, veloz en los reflejos y prolijo en el quite,  uno de los defensas que mejor sale de su área  con pelota jugada y peligroso en la proyección al área contraria para pelear los saltos. Con estas cualidades la calificación  del Mudo en la zaga del once celeste y en el seleccionado muy pocas veces   bajó de 15. Pero Alberto es un profesional que actuó de modo juicioso y planificó su futuro pensando en la familia y en asegurar el bastón de la vejez. Aceptó ofertas del exterior y luego de años regresa al Perú al club donde se formó.

Buscándole cinco pies al burro…

Algunos  le critican unas cosillas, sus lesiones cada vez más frecuentes; su inactividad deportiva de  casi seis meses en los que sólo se ha dedicado a entrenar para mantener el físico; su falta de ‘maldad’ para hacer sentir a los rivales los inevitables rodillazos y codazos, guadañas y hachas, picos y  combas para meter la pierna fuerte en las pelotas que vienen para pelearlas al arranche. Otros más directamente  le aconsejan que en los choques con los delanteros no deje de susurrarles  cariñosos saludos a sus familiares femeninos  más cercanos o descargarles algunos salivazos muy necesarios para la hidratación de la piel. Es decir, le buscan cinco pies al burro para tener de qué rajar. Pero la palabra del Mudo está en la cancha, él prefiere responder con acciones, ¡para qué hablar, si ya el mundo deportivo está lleno del humo de la conveniencia y el ‘cuánto hay’!,  además, los mejores cazadores no hacen bulla. Ya lo dijo Shakespeare: Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.

Ni rompe-piernas ni mata-por-gusto…

Sin embargo, Rodríguez siempre se ha mantenido un estilo sobrio, de perfil bajo, humilde hasta decir basta. En su carrera profesional puede jactarse de no haber malogrado las canillas de nadie y merced a ello ha cerrado buenos contratos sin necesidad de ganarse la reputación de rompepiernas como  el arquero Orión o mata-por-gusto como el brasileño nacionalizado portugués  Képler Laverán Lima Ferreira, más conocido como Pepe; tampoco es bocatán como muchos parrilleros cuyo saludo inicial es la amenaza de fracturarte tibia y peroné. ¡No, pues, para qué, si te la puede quitar lavadita, planchada y sin arrugas!

Hoy el Mudo regresa a reconstruir, apuntalar y resanar el parapeto de la retaguardia celeste,  con ganas de enseñar a las nuevas generaciones de marcadores que están asomando en el equipo, para luchar codo a codo por una clasificación que depende de nosotros mismos.

¡Bienvenido nuevamente a La Florida, Alberto!