A principios de año, la hinchada del Sporting Cristal esperaba con nerviosismo el inicio del campeonato peruano, ya que la dirigencia acababa de contratar a un técnico que sólo lo conocían en su casa, y era su primera vez trabajando en un club profesional de fútbol. Daniel Ahmed, actual técnico del Sporting, tenía pasado trabajando con categorías infantiles pero nunca cómo entrenador de primera. Daniel y los mismos dirigentes no se cansaban de repetir de que esto era una apuesta a futuro y que es el comienzo de un proyecto a “largo plazo”, frases que en toda Sudamérica y especialmente en el Perú, no son muy bienvenidas entre las hinchadas ya que siempre esperamos resultados inmediatos, como si nosotros los controlaríamos como lo hacemos en el FIFA o PES.
Las cosas empeoraban cuando comenzó el torneo. En la “Copa Inca” o torneo de verano, Cristal no lograba plasmar la idea de juego que tenia el técnico y por supuesto, la hinchada se empezaba a desesperar. Ni los resultados ni el estilo de juego acompañaron al equipo rimense durante el torneo de verano, terminando en cuarto lugar en el grupo A que contenía 8 equipos, y algunos comenzaban a pedir la salida del técnico. Pero la dirigencia siempre se mantuvo firme en su apuesta por el Argentino Ahmed.
Durante la transición del torneo de verano al Apertura, los medios de comunicación en el Perú sospechaban y publicaban información inválida sobre la interna del plantel. Aseguraban que los jugadores le estaban haciendo la “camita” al técnico, o que no le gustaba su exigencia de trabajo. Todas estas blasfemias fueron desmentidas de inmediato por la dirigencia de Sporting Cristal, comandada por el presidente Federico Cúneo.
El apertura también fue un tramo para el olvido. Cristal terminó en zona de descenso y la hinchada no podía soportar un minuto más al técnico, jugadores o dirigentes del equipo. Sin embargo, ellos continuaron diciendo que era una apuesta a largo plazo y que seguían estando muy comprometidos con cada uno.
Ya en el torneo Clausura los frutos se empezaron a dar. Sporting Cristal empezaba a jugar no sólo como el técnico pedía, si no como toda la hinchada estaba acostumbrada y suplicaba verlo jugar. Como fruto de la constancia y creencia dirigencial, el Sporting se consagró campeón del Clausura y clasificó al play-off contra el campeón del apertura que fue Juan Aurich de Chiclayo, para definir al campeón peruano.
Y quien lo diría. El equipo que a principios de año jugaba con una idea completamente nula de fútbol, logró ganar el play-off con categoría, demostrando carácter y fútbol, consagrándose campeón peruano. A donde se quiere llegar con esta nota, es que la destitución de técnicos en toda Sudamérica deje de ser una costumbre en los clubes y podamos respetar los procesos con paciencia, porque muchos de ellos darán sus frutos.
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