EDITORIAL
¿Quiénes
manchan la pelota? La respuesta es obvia. La violencia se ha hecho ya una
constante en el fútbol a nivel global. Pero si los pirañas manchan la pelota,
hay algunos personajetes que les ponen el tacho de basura en la mano. Veamos.
El
año 91 un dirigente de la percudida, enemigo
de la celeste y tristemente célebre por sus escandalosos sobornos, fomentó el odio y la
agresión contra los cerveceros días
antes de un partido de fútbol profesional entre el equipo celeste y el equipo
de la camiseta percudida en el estadio de Odriozola , el cual terminaría con un
categórico triunfo cervecero. Las pandillas rivales no sólo se limitaron a
lanzar ladrillos, piedras y tacos con clavos contra los hinchas celestes sino
que incendiaron el bus que trasladaba al equipo cervecero. Sólo por milagro no
ocurrió una tragedia.
Pirañitas y matones…
Pero
esa bestia envidiosa no se quedó de brazos cruzados a raíz de la vergonzosa derrota
sufrida ante el cuadro rimense. Lanzó toda una campaña mediática contra el
equipo de La Florida tildándolo de “el enemigo”; organizó fuerzas de choque
integradas por pirañitas y matones a sueldo que atacaban pistola en mano a todo
lo que llevara color celeste. Ese fue el
punto inicial de toda una serie de
agresiones contra jugadores e hinchas del equipo cervecero.
Gran
parte de la culpa la tuvo la prensa de a china de aquellos años por publicar las
declaraciones llenas de odio ciego del obeso dirigente cada vez que se
avecinaba un encuentro de fútbol entre ambas escuadras.
En todas partes se cuecen
frejoles…
Hoy,
veintitrés años después, la irresponsable prensa vendehumo ha vuelto a sembrar cizaña
que si no se subsana a tiempo puede causar una tragedia. No estamos tapando el
sol con un dedo, dichos cánticos y gritos de guerra deportiva se entonan en todas
las previas y después de todos los encuentros de todo el mundo y nadie se araña
por ello, en todas partes se cuecen frejoles.
Ya
no llama la atención que le den tanta
cobertura a unos cantos de motivación de
simpatizantes cerveceros en tanto que ignoran los insultos contra los celestes.
Entiéndanlo,
una vida inocente no vale cincuenta centavos.
El cholo Trelles es otro envidioso que no se cansa de insultar a los celestes desde que la cervecería le quitó la propaganda. E hijo de Navarro desde el canal estatal sólo busca pretextos para insultarnos.pobres babosos.
ResponderBorrar