Por Manuel Araníbar Luna
La sanción de cuatro fechas para el pituco Rossell no es
suficiente. El castigo debe ser mucho más enérgico.
Ignoramos si en los
reglamentos de la Federación está incluida la figura llamada “incitación a la violencia”. Y si no lo está
sería bueno que se la incluya y además que se les aplique a estos maganzones
que se creen con derecho a ofender a quien les dé la gana.
Lo decimos porque en la AFA, el ente rector del fútbol argentino, existe el artículo “incitación
al desorden” que castiga a quienes se hacen los graciositos. A un futbolista
llamado Marcelo Bustamante se le castigó con varias fechas de suspensión y
multa de 670 dólares (muy poco). Al polémico Balotelli sí le golpearon fuerte
el bolsillo con una multa de 10 mil
euros por ese mismo gesto.
Es normal que en la calentura de un partido jugadores y
entrenadores reaccionen hacia sus rivales con insultos, golpes y escupitajos. Esto
ya no llama la atención. Lo que sí llama la atención es que un jugador con
varios años en la carrera profesional que sabe que en las tribunas hay gente de
respeto, damas, niños y medios informativos, se comporte como un colegial engreído.
Y mucho peor, que no reconozca su error.
A dicho jugador se le conoce con el sobrenombre de “Pituco”. Personalmente,
hasta la semana pasada no teníamos nada contra este individuo. Pero el
caso es que este sujeto, cuando se le inquirió sobre su actitud derrochó
soberbia con una frase muy significativa:
-
O ssea, cuñao, no ess para tanto,
woon, ¿manyass? Y ssi se sse han molesstado , puta, lo ssiento pess!
Esta manera tan “a-mí-que-chu…” y "me-llega-al-p..." de dicho personaje para expresar su petulancia
dice mucho de su manera de comportarse, porque el ahora famoso pituquito
deja entrever que ese mismo gesto lo hace en casa en la presencia de su querida
“mother”, hermanas y menores de edad.
Cabeza de Foco…
Su actitud después de embarrar el partido nos hizo recordar a la
respuesta de un cantautor apodado “Cabeza de Foco” cuando ninguneó a los
celestes en su payasada de show. Recordemos que dicho cantante se orinó los
pantalones (¿mea culpa sin disculpas?) luego de que la hinchada celeste
reaccionara expresando su protesta por los medios.
Ambos personajes -despreciativos, ninguneadores y soberbios- se lanzaron a jugar con candela sin saber –o sabiendo-
que se podían quemar. ¿Qué buscaban estos idiotas? ¿Que se suscite una
tragedia? Felizmente la sangre no llegó al río.
No hay punto de comparación entre el cielo y la tierra: el sincero
arrepentimiento de Julio César Uribe contrasta
con la soberbia de ambos individuos.
Al pituco Rossell no le afectan las suspensiones. Entonces, hay que
multarlo con un sueldo completo y suspensión de seis meses. Lo que le va doler a este "palomilla de balcón" es el recorte de su sueldo que lo utiliza para comprar sus juegos de Pókemon. Ya lo imaginamos yendo a reclamar:
-
Puta, cuñao, o ssea, no me vass a
castigar por un inosscente gessto que tooss loss díass lo hago ante mi vieja, men, y puta, ssabiendo que en my house nadie disse naah, woon!
Habrá que contestarle “no reclamess naah, weón, essa multa no ess paah tanto”.
QUE BUEEEENOOOO. EXCELENTEEEEE. TAMPOCO NADIE DE EL BOCON Y LOS OTROS SOBONES DE BURGA HAN DICHO NADA.
ResponderBorrarsiiiiii, bueno
BorrarMe gustó la crónica pero también esto debe ser un jalón de orejas para la directiva y las barras porque nadie de ellos ha lanzado un comunicado. Y esto es explicable. Muchos dicen que ya pasó. Otros dicen que le están dando demasiada propaganda a un estúpido, para unos cuantos el caso está cerrado. Pero mirándolo bien, como dice el columnista a quien felicito por su buen enfoque y su ironía para comentar estos hechos, no debemos dejar pasar estos casos. Por el contrario, hay que darle la máxima publicidad para que no lo contrate nadie a ese baboso.
ResponderBorrarde acuerdo zorro
BorrarHEMOS RECIBIDO ESTA EXCELENTE INICIATIVA DE UN LECTOR:
ResponderBorrarEste señor (Pituco Rosella) debe ser declarado NO GRATO y nunca mas ingresar al Gallardo.No podemos permitir que falte el respeto de esa manera a las damas y niños que estuvieron ese día en el Gallardo.Debemos ser enérgicos para que esta actitud no vuelva a repetirse. (Paul Espinoza Motta)