Cristal 4 – Huánuco 0: El león se quedó sin colmillos.

Por Manuel Araníbar Luna

Con el resultado adverso en Trujillo: Árbitro 3, Cristal 2, los cerveceros habían perdido el paso de vencedores de su racha triunfal. Y entraron a la cancha con la sangre en el ojo y el cuchillo entre los dientes. Pero algo nos decía que regresaban al Gallardo con lecciones aprendidas a cocachos y que tenían que poner en práctica ipso ya:

1.     no perdonar en las definiciones.

2.     apuntalar el medio campo y, la más importante:

3.     Reforzar la defensa,

Para el compromiso contra los visitantes,acompañaba a Penny una línea de guachimanes que desde hace buen tiempo había traído preocupación y desconfianza a la hinchada por las desinteligencias en que incurrían, por las indecisiones en que caían, y por clamorosas fallas que a los celestes les habían dejado muchos sinsabores y pocos puntos.

Pero esta tarde parecía que habían aprendido la lección. Con esto no queremos decir que esta defensa estuvo tan ordenada como la de la selección de Costa Rica, tampoco vamos a pregonar que estuvieron infalibles ni que fueron un bunker. Pero comparando con las actuaciones de los último meses, los cuatro de la zaga aprobaron(cosa rara) con nota 14.

El jinete enmascarado

Advíncula se despegó del muro de contención que le quiso poner BamBam a sus dirigidos y se proyectó como hace muchas lunas no lo hacía. Por la zurda,Yotún era un vengador enmascaradoque, aunque lucía como el Llanero Solitario, no estuvo para nada solitario porque se juntó con el Maxi Nuñezy formó una dupleta ganadora que volvió locos a los defensores de la tierra de La Bella Durmiente. Subía uno y triangulaba con el otro, acuchillaban por un lado y trinchaban por el otro. Uno subía yel otro le cuidaba las espaldas. Se comprendían como si hubieran jugado juntos  desde calichines. Esos relevos les salieron a la perfección.

¿Y los benditos centrales? Esta vez por lo menos habían hecho trabajo de pizarra y practicado mucho en la trampa del offside (en la que sólo cayeron un par de veces, menos mal que sin nada que lamentar). Balbín era un Adán que no caía en la provocación de morder la manzana y no le vimos perder una sola pelota por alto; Revorator se devoró la cancha y se esmeró en no poner iracunda a la hinchada. Ambos subían a los centros y con ello creaban zozobra. Claro que la delantera visitante, casi inexistente, tampoco era peligrosa, y eso ayudó. El único que picaba por la izquierda era el veloz Damichón, pero  Ussaín le ganó el duelo en carrera y en dribling.

Señorial, elegante y preciso…

En el medio campo no había palta alguna. Piki como siempre, peleándolas todas y contagiando a sus compañeros con su cuota de sacrificio. Calca era un despachador aduanero que la recibía y con la misma habilitaba a Irven con solvencia. Loba se desempeñó como se le conoce, señorial en la pisada de pelota, elegante en las paredes, preciso en el delivery. Y aunque esta vez no vacunó (Rivera le sacó un dardo venenoso con las uñas), por su conocimiento del panorama se convirtió en el DT dentro de la cancha, un mariscal de campo que trazaba la estrategia y la implementaba con pelota y sin ella. Sus golazos en los últimos partidos habían ocasionado temor en los rivales. BamBamtrató de anularlo poniéndole siempre un estorbo que se le pegaba con cola sintética pero Loba, un zorro mañoso, supo zafarse, jalar gente y cucharearle la redonda al Trompa Núñez por la izquierda y al chibolo Edison por la derecha y con el plato servido ambos fueron una mayúscula jaqueca para la visita, BamBam se engulló dos aspirinasÁvila triangulaba y abría brechas por donde pasaba. No era una película en blue-ray sino en Celeste Ray con canchita y gaseosa, con los hinchas a la expectativa, pero, pero, pero…. el gol no llegaba.

Hasta que una serie de triangulaciones dejó al Maxi sólo frente a Rivera. ¿Y qué hace un sicario cuando le ponen a la pistola a la mano? Obvio, no hay otra, dispara.  El Trompa apuntó fuerte y cruzado e hinchó las drizas. Uno a cero, pero no bastaba. Desde los noventas los hinchas han acuñado un slogan: “Cristal siempre ha goleado en el Gallardo”, y esta fría tarde no iba a ser la excepción.

El Inventor…

Edison es sinónimo de inventor. Thomas Alva Edison patentó centenares de inventos, entre ellos el foco eléctrico y el fonógrafo. Y su tocayo, el chibolo Edison había entrado a la cancha bastante empeñoso y con deseos de hacer las cosas bien. Pero en el primer tiempo se embarullaba y hacía una de más. Es que cuando uno entra con la consigna de ganarse el puesto también lo ciegan la ofuscación, la porfía, la terquedad. Ya se la habían quitado unas cuatro veces. Hasta que acordándose de su tocayo, decidió inventar alguna jugada por su cuenta. Entonces se le prendió el foquito (invento de su tocayo)  y dribleó rivales tras rivales con elapetitomaniático de meterse al arco con pelota y todo. Entonces lo traban y el VIH -perdón, el V. H. Carrillo- eructa por el pito, hincha los cachetes, se pone colorado y señala el punto de los fusilamientos. Nada hay que reclamar. Loba (¿y quién más iba a ser?) la chapa, se acomoda, mide, calcula y –como nos tiene acostumbrados a mirar para un lado y disparar al otro- fusila a Rivera, el condenado a muerte por goleada de esta tarde. Así se van al camarín, con una ventaja de dos chelas a cero.

Champuz caliente…

Ya con la satisfacción de la ventaja regresaron, más que a jugar, a dormir la siesta. Mucho habían corrido en el primer tiempo y ya estaban pensando en el partido en Matute. Además hacía un friecito que los hacía bostezar y acurrucarse.  Por añadidura,  había que cuidar las piernas porque un rival cuando está perdiendo se pone picón y, en vez de  meter gol, mete patadas.Pero esos bostezos de flojera ocasionan que los rivales se apoderaren del medio campo. Y los hinchas empezaron a blasfemar porque hay un refrán muy futbolístico que dice que la casa se respeta. Y los rivales estaban bastante irrespetuosos.  Así deambularon los celestes un buen rato hasta que  Calca volvió a vacunar. Recién suspiramos con alivio.Cuando el cemento de las graderías estádemasiado frío, hay que saltar y gritar para volver a calentar el cuerpo. Las tres barras reventaron, esas ovaciones tonifican el cuerpo mucho más que un champuz caliente.

La Bella Durmiente se despertó...

Ya muriendo el compromiso, el chibolo Edison que ya había agarrado bastante confianza y mucha conchudez para meterse sin permiso al cajón de la visita, volvió a inventarse un penal y lo consiguió. Pitó el Victor Hugo y aunque los visitantes zapatearon como si bailaran el Pío Pío, la sentencia al fusilamiento ya estaba dada. La pide el Irven, se acomoda, mira al cielo, mira al Extremo, mira al golero que quiere rezar un padrenuestro. Patadón al costado, arquero que chapa el aire y buenas noches. El marcador fue tan contundente que la Bella Durmiente se despertó y aplaudió a los celestes. El León se va a su casa con cuatro mordiscos de un tigre celeste que no respetó su melena. No es tan fiero el León como lo pintan. Ahora sí la película en Celeste-ray tenía lo que le gusta a la gente: futbol, goles y victorias.