LA CACHETADA DE LOBA

Por Manuel Araníbar Luna

De esta fenecida y acertadamente calificada como engañabobos Copa del Inca hay algunas cosas rescatables del elenco cervecero que iremos comentando de a pocos. Una de ellas, la más reciente, es el espectacular regreso al gol de Carlitos Lobatón.

Planificación e inspiración.

En Sporting Cristal hay planificación durante la semana. Pizarra, videos, trotes, pichanguitas y tests. Y en  las prácticas se les motiva  actitud ganadora. No me van a decir que en La Florida no la hay. Ahora bien, si la planificación arroja buenos o malos resultados ya es otra historia. No siempre querer es poder. Y  cuando la planificación viene de la mano con la inspiración se forma un binomio diabólico, letal, explosivo, que destruye las más impenetrables defensas antiaéreas, en este caso defensas antigoles.

Sin camisa de fuerza…

En el primer tiempo del partido con Aurich en el Gallardo, Loba anduvo maniatado, abúlico, desorientado. Pero en el segundo periodo Loba se desperezó, dio un aullido y escapó del cerco tal como Chris Angel lo hace de la camisa de fuerza. Y al soltar los caballos, repartió naipes y pelotas, pases de cortesía, en cortada y en callejón.

Y es que Loba es igual que Pincel: tiene la herramienta al pie, los badilejos y las escuadras, la plomada y el cordel pero si le levantan barricadas lo dejan sin piso no podrá levantar ni una sola pared. Mas cuando está de humor y amanece con ganas de jugar, su chimpún derecho se convierte en un inmenso cucharón que alimenta a sus tigres de adelante para que hagan de las suyas. Ahora bien, que anoten o no ya  es cosa de precisión o de la suerte. Pero de que les puso la jama lo hizo.

Loba y Pincel, igualmente comparten destrezas y visión panorámica. Ambos tienen un guante seda en el pie. No obstante, cuando se les apaga la luz no pintan ni una sola  acuarela de escuelita inicial; ambos necesitan de inspiración para pintar hermosas obras de arte.

¿Que hizo Loba en el segundo tiempo? Retrocedió unos pasos, jaló marca y con esto el panorama se le amplió; su movilidad surtió efecto y empezó a rotarla. La jugó al patio trasero  del rival donde no hay ni siquiera ropa tendida y con las proyecciones de Yoshi y Lucho por los flancos los visitantes abandonaron sus trincheras para perderse en una caótica situación en la que no sabían por dónde iban a hincarles  los trinches cerveceros.

Loba es un crack que sabe dónde y cuándo tocarla para domesticarla y hacerla obedecer sus órdenes. Si  el arco está para su izquierda le da con el dedo pequeño. Si está lejos le da con el empeine haciéndole una curva caprichosa que sólo la conocen los tiburones del billar y los lanzadores de béisbol. Pero si la pelota está a su derecha le da con el pulgar para darle la  sinuosa ruta del bumerang. Esta vez no hubo ni meñique ni dedo gordo.

Se la roba y le da una  cachetada…

https://www.youtube.com/watch?v=heECrQPdrPQ

Parece título de una crónica policial de diario chicha, pero en realidad es un robo beneficioso, algo así como “el fin justifica los medios”

En el Día de la Madre Loba quiso obsequiar algo original a las mujeres abnegadas del hogar de los hinchas cerveceros. Y vaya que lo logró. Como cualquier escapero oportunista, se adelantó a un marcador de camiseta bermeja y se la robó a vista y paciencia de la policía. Bendito latrocinio. Nunca un robo fue tan celebrado, tanto así que hasta la policía que mantenía el orden aplaudió el hurto. Loba levantó la cabeza, se puso de perfil al arco y  la cacheteó por desobediente. Fue una bofetada repentina, con cachita y contundencia por no haberle hecho caso en el primer tiempo. Y la clavó como quien coloca un cuadro de adorno en la pared con la figura de una obra de arte: su propio gol retratado en las redes.

Ovación de las tres barras y chau, señores, buenas noches.

Y de tan hermoso gol se ha creado un refrancillo

“Ladrón que roba a marcador lenteja

Tiene cien años de perdón sin queja”.