Por Manuel Araníbar Luna
Estamos
viendo con mucha serenidad dedicación que le está poniendo el Sporting Cristal en esto de la recomposición
del plantel.
Como sabemos, la avidez de clubes con solvencia económica ha puesto
en apuros a la comisión de fútbol rimense al quitarle valores que se
consideraban asegurados en La Florida.
Se menciona como fijos a jugadores como
Paolo de la Haza, Germán Alemanno, Luis Advíncula, Yoshimar Yotún,
Leandro Leguizamón.
Los Reyes Magos…
Con
estos jales, sumados a quienes no recibieron la terrible carta de “muchas
gracias por su aporte”, la comisión –suponemos que Ahmed algo ha sugerido en
esto- nos hace pensar que hay regalitos de los Reyes Magos a la media que les
ha dejado colgada el Piki, que hace tiempo que solito se está rompiendo el alma
el pobre.
La
zona creativa está no digamos que excelente pero hay un aporte en los mixtos.
En este caso Loba y Pincel, los artistas
del timón, de la manija y la arquitectura, del panorama, las veloces paredes y
la salida vertiginosa, tienen con quién tocar y ya no se van a descerebrar con
esa nube radiactiva con que los atoraban los equipos rivales. No obstante, algo
que nos faltó esta temporada fueron las piezas de recambio.
Los botines del Chavo…
Esto
se notó casi desde la rotura del cascarón del nuevo año. A pesar de la amplia plantilla
de alrededor de 30 jugadores, algunos un tanto crudos necesitaron todo el año
para tomar punto; a otros les faltó roce; otros tantos no dieron la talla, la camiseta les quedó
grande y los pantalones se les caían como a Cantinflas; y los chimpunes de
otros parecían los del Chavo porque no daban pie en bola.
¿Qué
pasó? Que el equipo se comprometió en jugar con los mismos jugadores básicos en
dos campeonatos simultáneos y los pobres se fueron lesionando, los sustitutos
se despintaron y los recién llegados no terminaron nunca de desempacar sus mejores
galas.
En
resumen, el equipo tuvo cantidad pero no calidad. Claro, a todos nos gustaría
una verdadera selección, pero el cajero automático de La Florida ya sacó la
lengua. Las inversiones ya tuvieron su paralé. Ahora se miden los gastos: antes
se viajaba en limosina, ahora hay que viajar en combi.
Si
se concreta lo de los laterales, podemos decir que el equipo ya adelantó el
partido con un gol a favor. Aplausos. Sin embargo aún hay dudas que ensombrecen las
expectativas del hincha en cuanto a la
adaptación de quienes llegan. El aficionado lo grita, lo implora en las redes
sociales con frases como “no me gusta este fulano, más bien traigan a mengano”,
y así por el estilo.
Y
nos quedamos con una duda que esperamos que se despeje en estas fiestas. ¿Entre
los jales futuros habrá un back solvente? ¡Unito, por favor!
La escuelita de La Florida…
Eso
es lo que nos falta. Un back centro al que los delanteros rivales lo miren con
miedo, como a esos abusivos que se meten al caballazo al principio de la cola
para comprar entradas, ¿la captan? A buen entendedor…
El
Mudo Rodríguez, por ejemplo, a quien algunos lo consideran acabado, quebrado y
otros calificativos infelices, es un jugador que ofrece seguridad en la marca y
en los saltos. Se suma muy bien a los ataques, piensa rápido y no se deja
dibujar así nomás por nadie, como sucedía con algunos troncos que defendieron
la zaga cervecera. Y, aunque no es lo
mañoso que quisiéramos, puesto que no es mucho de labia ni de pegar fuerte, es
nacido en casa, formado en la escuelita de La Florida, compañero de Villalta y
el Loco Erick Delgado.
Ahora
se vocea que hay intenciones de traer a Raldés, un back central capitán de la
selección boliviana, y Adán Balbín que la hace tanto de back central como de
volante.
La
pregunta final es: ¿con ellos se armará la defensa? El partido contra
Paranaense es el 29. ¿Alcanzará el tiempo?
el mudo rodriguez o raldes los dos son selecionados
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