Por
Manuel Araníbar Luna.
Tuvo un año difícil.
La adversidad lo golpeó aún más fuerte que a otros, y desgraciadamente en un
momento en que los resultados eran cruciales para el equipo celeste. Le costó recobrarse, de partido en partido se
iba recuperando, agarrando confianza, motivándose. Hoy se ve el resultado.
Si nos remontamos al
año pasado, veremos que Irven Beybe tuvo un comienzo difícil en el 2012. Las
cosas no le salían, las lesiones lo complicaron, le costaba acostumbrarse a ser
parte de un equipo grande entre los grandes. Hasta que contra Melgar aquí en el
Gallardo anotó dos golazos que le soltaron el gatillo para convertirse en uno
de los mortíferos proyectiles de la poderosa metralleta cervecera.
Matador
que no perdona…
Ayer entró a la
cancha como queríamos volver a verlo. Ubicándose milímetros antes de la
tramposa línea del offside. Desmarcándose y triangulando. Saltando y
colocándose donde debía estar: en la zona de peligro. Y ahí tenemos los
resultados. Mojó tres veces. Tres manos de pintura para remozar la fachada del
Gallardo en la irregular campaña de este año, ansiando volver a obtener los
triunfos del año pasado. Tres goles de oportunista, de cazador de pelotas, de
matador que no perdona.
SIGUE METIENDO GOLES, CHOLITO. QUE LOS CAGONES PAGUEN PATO EL DOMINGO. SALUD AVILA...
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