Por
Judith Araníbar Díaz.
Pero qué voluble es
Ñol. Nadie discute sus dotes de buen jugador. Una persona que cuando fue jugador se hizo
conocido –aparte de su buen fútbol- por
su caballerosidad, por su frialdad, por su sobriedad.
En el encuentro del
empate del Sporting Cristal contra el equipo de Ate, estuvo callado, impasible.
Vio –al igual que todo el mundo- los dos
penales no cobrados (y hubo otro más que
vio el juez de línea, el del puñetazo a Edinson Chávez), observó con detenimiento la injusta expulsión de Lucho
Advíncula. Y su caballerosidad, su frialdad, su sobriedad la demostró con su
silencio. Todo un ‘english gentleman’,
ese tipo de personajes flemáticos que no desesperan ni siquiera cuando
se les derrumba la casa.
No obstante, estas tres virtudes desaparecieron cuando se
sancionó el penal para el Sporting Cristal a los 2 minutos del suplementario. Todos
los televidentes leyeron las exclamaciones que brotaron de sus labios: La primera, “sinvergüenza”. Y la
segunda, una tremenda mentada de madre para su propio árbitro.
¿Pero qué pasó
Ñolcito? Fuiste todo un caballero británico, frio y sobrio durante todo el
partido. Tu propio árbitro te pareció un alma de Dios hasta los 47’ del segundo
tiempo. Y de repente abriste los ojos y lo acusaste de vendido por la única sanción que no te convenía. ¿Estuviste ciego
todo el partido y recuperaste la visión cuando cobraron penal en contra tuya? ¿Te
volviste bipolar? ¿Juegas a la inglesa pero reclamas a lo argentino?
De repente tu rabia se desató cuando el árbitro desobedeció tus órdenes en el último minuto. No es tu culpa, es que tus dirigentes tienen fama de perromuerteros. Para la próxima diles que le paguen por adelantado.
qué buena!!! ese pata se computa ingles
ResponderBorrarsalud celestes!!!
Muy buena parodia de la autora celeste! Salud Cristal!!!
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