SPORTING CRISTAL 2 – 0 ‘U’: CELESTES VENCIERON A VARIOS ENEMIGOS.

Con Lobatón y Junior Ross inspirados, los cerveceros arrasaron con equipo de Ñol Solano

Por Manuel Araníbar Luna

Y La Raza Celeste derrotó a varios rivales: a un cuadro que quiso imponer su matonería, a un árbitro parcializado y a la predisposición de cierta prensa  mermelera. Los titulares de los medios adictos al equipo contrario le habían etiquetado a dicho elenco otro más de sus ditirambos: “Solano los está haciendo jugar a la inglesa”. En esta batalla (así lo interpretan siempre los jugadores e hinchas de aquel equipo derrotado)  la habilidad del equipo cervecero venció a una mal entendida “garra”.

Los cerveceros habían jugado el primer tiempo un tanto retrasados. Estábamos acostumbrados a verlos llegar al área contraria con tres y hasta con seis jugadores. En este partido, durante la primera parte y buen rato del segundo tiempo, el elenco celeste sólo llegaba con un solo atacante (Ross o Rengifo), que cuando la pescaba no sabía a quién habilitar. No sabemos si se aturdieron ante el sorprendente planteamiento de Solano, pero el caso es que los celestes no armaban. Y se volvió al pelotazo intrascendente.

El primer gol llegó y las cosas no cambiaron mucho. Los cambios en el segundo tiempo, con la posición de Loba como un verdadero 10,  con el refuerzo del atraque, además del adelantamiento de los defensas rivales debido a su desesperación por empatar, ayudaron a  que los contragolpes cerveceros fueran letales. Uno de estos se convirtió en el gol de la tranquilidad debido  un pase en profundidad de Lobatón a Ross. Se perdieron varios goles y el dominio cervecero hizo que se escuadran los atronadores olés.

POR QUÉ GANÓ CRISTAL

Cristal ganó porque…

- Porque tuvo una defensa esta vez bien ordenada en los cruces, relevos  y anticipación. La prueba es que Delgado sólo tuvo dos ocasiones riesgosas.

- Porque su sistema de bloqueo anduvo bien armado.

- Porque Junior Ross (JR11) y Lobatón estuvieron inspirados. Ross por sus entradas sorpresivas a toda velocidad; y Carlitos (CL27) esta vez demostró que en estos partidos se crece e inventa pases inimaginables.

- Porque todo el elenco no cayó en la exasperación ante la parcialidad de un árbitro que no veía las infracciones en contra.

- Y sobre todo porque salieron a la cancha psicológicamente  motivados y con ello  pusieron el pecho ante la majadería de algunos desubicados que confunden encuentros con matonería, alentados por una prensa incondicional que les crea una imagen distorsionada, que les venden la fantasía de que son una especie de “Capitán Vengador” con la camiseta percudida. Y tan cándidos son que se la creen.

LIBRETA DE CALIFICACIONES

DELGADO (16). Fue el caudillo que necesitaba el elenco cervecero. En el furibundo disparo de Calcaterra que fue al palo no tuvo la culpa. Tampoco la tuvo en el casi autogol de Ayr.  Supo transmitir seguridad a la zaga. Su temperamento le sirvió para darle sus jalones de orejas a todo su elenco cuando perdían pelotas en salida. Su calificación se basa más en su ascendencia, en el mando sobre sus compañeros porque, en cuanto a intervenciones directas, no fue exigido en todo el partido, sólo se zambulló dos veces. Y ni se ensució.

ADVÍNCULA (15). Tras un primer tiempo timorato, en la complementaria se afirmó convirtiéndose en un baluarte en la defensa. Desapareció de la cancha a los súper - archi – híper – ultra - promocionados delanteros contrarios. Se proyectó con toda velocidad como se le exigía la afición. Hizo relevos y cruces en gran forma.

AYR (16). Su mejor partido en este campeonato. No dejó pasar una. Casi comete autogol, eso le restó un punto. Coronó su actuación con un gol que algunos afirman fue autogol de un defensa crema. En todo caso, tuvo gran mérito porque entró a pescar lo que viniera, a estorbar con toda su estatura y fuerza. En ese salto puso nerviosos al arquero y a la defensa y la pelota entró. Si no fue autogol, su intervención fue tres cuartas partes de gol.

ALVAREZ (14). Seguro como siempre. Supo hacer los cruces y salvar algunas fallas en salida. Los delanteros contrarios sólo le hicieron una. Si no puso la pierna más fuerte no fue por falta de actitud sino por precaución, por temor a su expulsión por parte de un árbitro parcializado que lo había condicionado con amarilla casi desde el arranque.

YOTUN (15). Aunque no se sumó a la delantera tanto como en el anterior partido. Necesitó ayuda de Ávila y Ross porque lo taparon hasta tres contrarios en línea y por su lado se proyectó mucho la delantera crema.

CAZULO (17). Se está ganando el título de segundo caudillo en el medio campo. Cuando fue necesario, guapeó, ordenó, empujó y por momentos alzó la voz. Como siempre, puso el pecho, la pierna firme y se enfrentó nariz a nariz a la matonería de algunos rivales. Le paró el macho al Toñito y le dio de su propia medicina. Acompañó siempre en segunda línea, en los rebotes y en relevos. Y supo guardar las espaldas cuando se proyectaban el Chasqui y Nico Ayr a los centros al área rival.

LOBATON. (18) Otra figura descollante. Sus centros venenosos, cambios de juego y pases en profundidad crearon zozobra en la zaga contraria. En el  primer tiempo fue el nexo para la salida con pelota. En el segundo tiempo jugó veinte metros más adelante; con la salida de Sheput, se convirtió en un DIEZ (sí, con mayúsculas) que repartió un delívery tras otro.

SHEPUT (13). Estuvo bajoneado como en el partido anterior. Le faltó desmarque y claridad ante la consigna de Ñol de estorbarlo, de taparle el panorama. Su error fue soltar la pelota como si le quemara, no jugar al toque, que esa era el arma para romper esa maraña de jugadores cremas que se posicionaban alrededor de él como jugando a la ronda.

AVILA (13). Una mala noche. No pudo salir de su atolladero. Galiquio le cometió un penal clarísimo que – como suele suceder – el juez no quiso ver. Para el segundo tiempo se retrasó para tapar las proyecciones del elenco adversario. Se sumó a los relevos en las proyecciones.

RENGIFO (14). No estuvo tan peligroso como en otras ocasiones. Pero aun así, como para no perder la costumbre, se perdió un par de goles. Se escapó varias veces, aunque la mayoría de ocasiones  sin compañía

ROSS (18). El más destacado jugador en la noche celeste. Sus incursiones hicieron temblar a la zaga rival. En el primer tiempo Cáceda le sacó una pelota peinada con raya al costado.  Anotó un gol tras un pique bárbaro ante un magistral pase en profundidad de Lobatón. Esos veloces piques lo están distinguiendo de la mayoría de delanteros del campeonato. Dos pulgares arriba.

MARCO DELGADO (14). Llegó para ayudar a Cazulo en la contención en el medio campo, a tapar la avanzada rival y para proyectarse y cumplió la orden a cabalidad.  Aún se dio maña para pisar el área contraria. Se perdió un par de goles cantados. Con ello bajó dos puntos.

VALVERDE (14). Entró para apoyar y rindió lo que se esperaba. Sirvió de tapón y de apoyo al frente.

FRANCO (13). La tocó poco. Está aún falto de varias cosas: de estado físico, de distancia, de fulbito.

VICTOR HUGO RIVERA (05). No sabemos si regalarle un par de anteojos o un juego de camisetas cremas, porque en el penal de Galiquio al Irven, estuvo a cinco metros de las acciones. Casi al terminar el partido, ante sus narices, el Toñito (quien debe ser su ahijado porque VHR le consintió todos sus berrinches) le dio tremendo patadón en la partes bajas a Leandro. ¿Y el juramento de imparcialidad?, ¿y la tarjeta? Bien, gracias.