Por Manuel Araníbar Luna
En primer lugar, son sólo rumores, porque aún nadie ha visto
contratos. No ha habido anuncio oficial, tan sólo declaraciones. Esto de la
ampliación del estadio fluye -más que todo- de los hinchas celestes quienes, desesperados por tener noticias del esperado
estadio, elaboran tantas teorías como abarca la imaginación.
Desde que ambos clubes tradicionales -dizque grandes- construyeron su estadio – y esto comienza desde la década de los setenta-,
los hinchas cerveceros también soñaron con un estadio propio. Y mientras tanto,
el placebo, el tatequieto, el peor es nada para los cerveceros fue el alquiler
del viejo estadio San Martín.
Mientras tanto -y
este peruanísimo y mecedor “mientras
tanto” lleva ya varias décadas – el Sporting Cristal rentó y recuperó el viejo
estadio San Martin - hoy Alberto Gallardo - donde se jugaba la segunda profesional en unas
condiciones terribles. La cancha durante los sesentas tenía más huecos que
Beirut, tanto así que la pelota jamás pudo rodar: había que patearla fuerte y
por alto para anotar un gol. De césped sólo había rastrojos que no llegaban en
conjunto a los cuatro metros cuadrados. Los servicios higiénicos no se podrían
describir, pero basta decir que los espectadores preferían hacer su respectiva
cola detrás de la tribunas tapándose las narices porque los gases venenosos se
podían percibir desde la Plaza 2 de mayo. El Sporting Cristal entonces puso
orden y limpieza para convertirla en un lugar decentito. Lástima que con muy
pocas localidades y sin garantías de ampliación por su peligrosa vecindad con
el río Rímac.
- - ¿Y por qué no construimos el estadio propio en
La Florida? – me dijo un viejo amigo cervecero -. Si los aliancistas tienen su
estadio en su propio barrio, ¿por qué no
tenemos el nuestro aquí? Está en el corazón del Rímac, sería nuestro bunker.
Desde aquí haríamos una presión de la gran flauta a los equipos visitantes.
Además, del estadio Alberto Gallardo al
Rímac hay sólo un paso. Tan sólo hay que cruzar
una pista. Es nuestro territorio. Escribe sobre eso, ¿lo entiendes,
Manuel?
Claro que lo entendí (me dijo además que estaba dispuesto ayudar a cavar zanjas), pero una cosa son los deseos y otra
son los planes del club. En realidad el lugar pertenece a la Corporación Backus
y no al club. Además el terreno es estrecho, tiene forma aculebrada irregular y
está encerrado entre una huaca y las urbanizaciones de atrás. Poner un estadio
allí crearía una trampa, un encajonamiento peor y más peligroso que el del
estadio Gremco, y, por último, … no está en los planes de nadie. Ahora las últimas noticias son… perdón…, los
últimos trascendidos de las tertulias en los corrillos son que el estadio Alberto
Gallardo se va a ampliar. Y aquí es donde se tejen una serie de fantasías dignas
de Walt Disney, que harían palidecer de envidia al mismísimo Harry Potter.
Una
ampliación – si esta se aplicara en las tres tribunas hábiles, de lo cual
dudamos - supondría, además de las
bandejas, aumentar la cantidad de graderías más y más arriba, hasta que estas alcancen el doble de la altura
de las paredes actuales. Las graderías más altas estarían por arriba de la
calle, por encima de la avenida Zarumilla, como lo fue en sus inicios el
estadio Nou Camp de Barcelona. Allí en la Catalunya, desde las calles se podía
ver los traseros de los espectadores catalanes en la tribuna popular. De allí,
obvio, les viene el apodo “culé”.
Estadio Vicente Calderón |
¡CANALIZAR
EL RÍO!
¿Y
Sur?, la tribuna Sur, que está vacía, según los fantasiosos desvelados, se
ampliaría igualmente. Y, claro, abandonada tantos años como vieja solterona,
bien merece una remozada. Entonces los fantasiosos piensan en canalizar el río
para que la tribuna sur crezca hasta los 45 mil asientos. Según opinión de de
algunos ingenieros y arquitectos, la idea es viable. Según otros expertos, no
vale la pena hacerlo en esta ciudad donde los terremotos y el fenómeno del Niño destruyen todo. Según una
información de un colega, los estadios más conocidos, ubicados junto a un río canalizado
son el ‘Arroyito’ del Club Rosario Central
y el ‘Vicente Calderón’ del Atlético de Madrid. Esto quiere decir, ¡salud
compadre!, que sí se puede (soñar).
Además, y este es el quid, costaría muchos millones, y no
porque los ingenieros peruanos no lo puedan hacer, sino porque nadie puede ni quiere
invertir tanto billete en un estadio que no es del club. Recordemos que el
propietario, gracias a Alan y al ex presidente del IPD, es la Municipalidad de
San Martín de Porras (o Porres).
En Oriente, según los soñadores, también hay pisco sour de ilusión.
Detrás hay un taller, depósito o maestranza de la Municipalidad donde a diario
salen y entran camiones de basura y de riego (en realidad hay tanto polvo y
fierros viejos allí que no se sabe bien qué es lo que se cocina ahí dentro). La
idea soñadora es sacar esos tractores oxidados
– negociando con la municipalidad, por supuesto - y armar una señora tribuna
Oriente, un tribunón que llegaría a dar hasta los filos del Trébol del Puente
del Ejército. Allí, como siempre, se les daría unas mil localidades al
visitante, y los nueve mil asientos orientales restantes
serían de los hinchas celestes.
Bonito, no? Soñar no cuesta nada.
EL ESTADIO DE NOSSAR
Uno lectores me han enviado unas maquetas (creo que vienen
del Nossarato, es decir de la era Nossar), de un estadio que iba a llamarse
‘Roberto Palacios’, nombre que había elegido Nossar para el estadio que se iba
a construir en Chorrillos. Pucha que las maquetas son el descoronte, el deschorre (bien vale el término). Y cuando
uno ve esas maquetas no le queda más que entrecerrar los ojos y soñar
despierto: ¡Un estadio así, celeste con blanco, con una capacidad que, a ojo de
hincha celeste fantasioso, sobrepasa los treinta mil asientos, sin contar los
paracaidistas que nunca se cuentan pero tampoco faltan!
No obstante, hay que pellizcarse fuerte, porque esas figuras
son sólo eso, figuras en el papel. Lo que no tenemos es plata.
Pero
ahi no queda todo, la imaginación no tiene fronteras. Esta es la última que me
obligó a escribir esto: un muchacho rimense me plantea, para estar a tono con
los tiempos modernos, que el estadio sea techado.
- - Tío, ya que lo van a ampliar - me dijo más serio
que un tumor - que lo techen de una vez,
antes de que los materiales y la mano de obra se disparen a las nubes.
Dicen que los locos tienen mucho de genios. Siempre aparecen
con inventos maravillosos y mejoras para la humanidad. Y bien, para los
desvelados, sufridos e ilusionados hinchas celestes que sueñan con la
ampliación, nos gustaría saber qué sana locura se les ocurre para la soñada
ampliación.
No me extrañaría que sugieran - ya que van a ampliarlo y
techarlo- que hagan un túnel para los
locales, que vaya del estadio Alberto Gallardo hasta La Florida; y otro para
los visitantes que vaya a la Prefectura, de ese modo no habría ataques de los fanáticos.
¡A los desvelados se les ocurre cada cosa!
ojalá manuel que tus palabras se agan realidad. todos soñamos con un estadio asi
ResponderBorrarESA MAQUETA NO VALE, CAUSA. YO SE QUEAY UNA MAQUETA MAS REDONDA EN FORMA DE HUEVO. SALUD CANTUARIAS FUERZA CRISTAL
ResponderBorrarJAJAJA, esta buena la cronica, tienes razon
ResponderBorrarhay cada cojudo que sele ocurre cada huevada.
felictaciones
tenemos que tener nuestro propio como club grande que somos salud cristal ......salud cantuarias
ResponderBorrarsi de echo ya era tienpo tener su propio estadio fuerza cristal
ResponderBorrarTRANQUILIDAD CERVECEROS, Q CANTUARIAS ES HOMBRE SERIO Y SABRA PENSAR LO MEJOR PARA NUESTRO QUERIDO SPORTING CRISTAL CAMPEON!!!
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