EL DÍA QUE LÓPEZ CANO HIZO CAMBIAR AL ARQUERO DEL CRISTAL

Escribe: Luis Miguel López-Cano Bassanini.

A pesar de tener un plantel interesante, Ese año 83, Sporting Cristal tenía unas de cal y otras de arena. Sin embargo, con la dirección técnica del César Cubilla ganó el titulo . 

Esos dos pericotes...
Por aquellos tiempos Cristal asimilaría a los huaralinos Pedrito Ruiz y Koki Hirano (¿Sabrán los jóvenes hinchas celestes de la calidad de esos dos pericotes?) Pedrito y Koki eran el dolor de cabeza de las defensas contrarias. El goleador del equipo era Juan Caballero, delantero trujillano que fue la sensación ese año. Y cuando lo llevaron a España su sobrenombre quedó como “Juan Gol”. 

Como hemos visto, había buen plantel. Fíjense en esta lista: Pablo Lobatón, Alfredo Quesada, Orlando Mendoza, Hector Chumpitaz, Ruben Díaz, Humberto Valdettaro,  Luis Reyna, Cesar Loyola, Juan Caballero y Alberto "Cucaracha" Mora.

Cristal llegaba a la contienda final en el primer puesto, el equipo tenía buenos valores en todos los sectores, sin embargo el punto débil era el arco, donde Gerardo Rubiños no estaba dando la seguridad que se requería. Se venía una liguilla difícil.

César Cubilla vivía en Miraflores, en 28 de Julio, entonces yo que era muy amigo de él -fue testigo de mi matrimonio-, me atreví a proponerle una insólita sugerencia.

 “César", le dije, “disculpa la impertinencia, te traigo una sugerencia. Claro, tú eres el técnico y tú decides, pero creo que debes darle una oportunidad a Humberto Valdettaro”.

¿Y a qué diablos se debe su visita?

Este muchacho era el arquero suplente – me gustaría saber qué ha sido de su vida -, y no tenía muchas oportunidades. Tampoco las esperaba, como veremos más adelante.

“Voy a pensarlo”, me dijo César.

Y un par de días después me llama. “Lo he pensado bien”, me dice,  “y te voy a hacer caso. Lo voy a poner este domingo”.

Esa misma noche tomo la decisión de visitar a Valdettaro, que vivía en San Antonio, cerca de Parque Tradiciones, por la Avenida Panamericana. Llego a su casa, pregunto por él y lo encuentro en bata. Me miró extrañado, con una cara en la que se leía “¿y a qué diablos se debe su visita?”

“Vas a jugar la liguilla”, le dije, “y arrancas este domingo contra el Muni”.

“Estás bromeando, Luismi”, me dijo riendo, ”no puede ser cierto, porque el Cabezón Cubilla no me va a poner nunca”

“Yo te lo aseguro”, le dije, “he hablado con él”.

Ese domingo se cuadró bajo los tres palos en el partido contra el Muni y el equipo cervecero ganó con gol de Juan “Gol” Caballero. Luego salió airoso en todos los partidos de la liguilla y campeonó. La actuación de Valdettaro fue descollante y le dio a la zaga la confianza necesaria para enfrentar delanteras peligrosas de los equipos rivales del mini-torneo.

Me sentí orgulloso y satisfecho de haber logrado  convencer a un DT como César Cubilla quien -como todo técnico que se valore- no aceptaba intromisiones en su labor.

Mi sugerencia fue desinteresada, la hice sólo como un hincha más, que veía con preocupación el peligro de perder el título de ese año. Es decir hice lo mismo  que hacen los hinchas que escriben sus sugerencias en este blog celeste.